domingo, mayo 19, 2024

Rubén Sánchez Montesinos: “El mundo del culturismo es bastante sacrificado, entregado y muy disciplinado”

Texto: Sandra Cuenca/ Fotos: Estudi Martinez. Gavà

Rubén Sánchez Montesinos nació en Barcelona hace cuarenta años, es culturista profesional y le hemos conocido por ser la pareja de Enrique del Pozo. Pero es mucho más que “la pareja de”, es un gran deportista enamorado del culturismo y una persona muy valiente, capaz de contar que es homosexual, después de haberse sentido humillado e insultado durante gran parte de su vida.

Rubén es atleta culturista profesional, pero además es una persona luchadora que no se achanta ante ningún reto. Lleva toda su vida compitiendo y haciendo deporte, a los 16 años empezó a hacer pesas y a entrenar más en serio en el gimnasio. Pero realmente es en el 2007 cuando empieza en el mundo de la competición con el culturismo, un deporte muy sacrificado y en el que no hay que tener solo un cuerpo musculoso, sino ser fuerte a nivel psicológico.  Fue en la época en la que trabajaba para la productora Gestmusic Endemol, como miembro de seguridad, cuando se metió más en serio en el tema del culturismo, yendo a parar a un gimnasio de competición por casualidad. “El dueño de ese gimnasio fue mi mentor, de hecho él fue el que me preparo la primera vez. Yo era escolta privado, trabajaba por la tarde y por las noches, por las mañanas me abrían el gimnasio para entrenar. Fue una época bastante activa en mi vida, tanto por mi trabajo en televisión como por el tema de los entretenimientos”, recuerda el atleta. 

¿Por qué decides convertirte en culturista?

Es algo que vino por mi profesión. Yo empecé como vigilante de seguridad y luego me especialicé en escolta privado. En la productora acompañábamos o salíamos con los artistas y el equipo, por lo que en algún momento era imprescindible tener el título de escolta, así que me lo saqué y estuve con Javier Sardá, en Crónicas Marcianas y Operación Triunfo. Como te contaba antes, en aquel primer gimnasio casi toda la gente que iba a entrenar tenían que ver con la seguridad, había gente conocida del mundo del culturismo, campeones de España y Europa. Cuando llegué a ese gimnasio, la primera vez, me llamó mucho la atención el tipo de gente que entrenaba allí, eran todos culturistas que se dedicaban a la competición. Me llevaron a ver una competición y cuando vi a todos aquellos atletas en el escenario, me enamoré de ese deporte.

¿Cómo es el mundo del culturismo?

Es bastante sacrificado, entregado y muy disciplinado. Tienes que ser una persona bastante fuerte, y no solo a nivel físico, es necesario serlo a nivel mental. Cuando te preparas para una competición es bastante duro. Nosotros tenemos tres fases diferenciadas en las que las situaciones son muy diferentes, está el “fuera de temporada” en la que ingerimos bastantes calorías y variedad de nutrientes; “La puesta en forma”, donde empezamos a recortar nutrientes y nos ponemos más en forma; y “la pre-competición”, que es la fase en la que estoy yo ahora y en la que el déficit calórico es importante, es decir, empezamos a pasar hambre. Al hambre le añadimos el cansancio, la ansiedad, el insomnio y el estrés, además de empezar a entrenar más fuerte. Es duro, pero hay que hacer las cosas bien y no saltarte la dieta, un culturista que compite tiene que tener claro su objetivo.

Entonces, ¿te has pasado toda la Navidad a dieta?

Si, de hecho empecé el día 15 de diciembre la dieta estricta.

Hay cambios físicos, pero a nivel psicológico, ¿qué pasa?

A ver, pasas hambre, estas un poco más alterado y no duermes bien, eso conlleva que puedas estar más susceptible. Yo ya lo controlo, porque llevo ya muchos años, pero aun así, tienes días muy tontos y te pones un poco insoportable.  Por eso es muy importante la persona que está a tu lado, que ya conozca tu deporte y que lo entienda. Es verdad que no todo el mundo lo lleva igual, influye mucho como sea la persona.  Cuando se acerca la fecha de la competición ya estamos bastante cansados y con hambre, cambia el carácter, estas apático y no tienes ni ganas de salir a ningún sitio.

¿Alguna vez has sentido que no podías seguir?

Si te digo la verdad, la pasión mueve montañas. Sí que vives momentos con muchos altibajos, pero nunca he pensado o querido tirar la toalla, porque esto es lo que me gusta, de hecho me gusta desde que era un niño. Recuerdo cuando veía Masters del Universo o Conan el Bárbaro, yo quería tener aquel físico. Tengo claro que cuando este deporte te engancha, ya no paras, además sigues mejorando durante toda la vida.

Has sido el primer culturista en declarar su homosexualidad, ¿Qué te lleva a contarlo?

Yo llevo sufriendo bullying desde que era pequeño, con esto quiero decir, que no es que venga de ahora, empezó en la escuela continuando durante toda mi infancia y adolescencia. En aquella época no se me notaba que era homosexual, es verdad que lo exteriorizaba más con las chicas que con los chicos. Los niños me empujaban y me insultaban, me peleaba con ellos y al final el expulsado era yo, cuando lo único que hacía era defenderme. Continuó durante la adolescencia e incluso en este deporte que hay mucho machismo y homofobia. Pero no todos son así, tengo compañeros y compañeras que respeto y me respetan. Pero luego hay otra parte del sector que si lo han hecho, incluso en foros profesionales donde nosotros hemos entrado a dar nuestra opinión y me han dicho barbaridades, como que yo no podía hablar porque era un “maricón de mierda”.  Estar en el backstage de una competición y ver que dos atletas te miran mal, que no quieren estar contigo en las duchas o en el vestuario. Es muy duro convivir con tus propios compañeros haciendo este tipo de cosas, es una manera de rechazo e insulto. Cuando decidí hacerlo público, una parte se me echó encima, lo podéis ver en mi Facebook que es donde me insultan, en Instagram no lo hacen porque esta red es un poco escaparate para vender tu empresa, gimnasio o tienda. En Facebook me acribillaron, menos guapo, me llamaron de todo, yo no borré ni un solo comentario. Me he sentido humillado, difamado, insultado y despreciado durante gran parte de mi vida, en el colegio, en mi deporte e incluso en mi propia comunidad. He sufrido homofobia por parte de mis vecinos y estaba muy harto, por lo que decidí denunciarlo. Hay que denunciar, los delitos en este país están penados, gracias a dios, los de odio y homofobia también, incluso hay cárcel. Además, hay compañeros y compañeras que están viviendo en silencio la misma situación que yo, y están callados porque si lo cuentas pagas un precio, quedas marcado y pones tu carrera en peligro. Llegó un momento en el que dije: “Basta Ya”. Creí que tenía que ponerle voz y oído, que había llegado el momento de dejar de sufrir. Necesitaba que se nos respetara como personas, porque tenemos los mismos valores y derechos que cualquiera. Da igual ser gay, lesbiana o transexual, somos personas que lo que queremos es hacer nuestro deporte, nuestro trabajo y nuestra vida con normalidad.

Hablando del deporte en general, ¿crees que la homosexualidad sigue siendo un tabú?

Casi todo el mundo se calla, si hablas el precio que pagas es muy alto. La gente tiene miedo, ya no solo por sus compañeros, si no por sus equipos o federaciones, hay angustia y temor a que les echen o los expulsen. Ese miedo a que se hunda tu carrera deportiva por admitir tu condición sexual, es muy duro y no debería ser así. Ahora se empieza a denunciar más, que ya era hora. Por eso digo que me gustaría entrar en Supervivientes, si tengo la oportunidad de hacerlo daré visibilidad a mi deporte, que está muy poco reconocido en este país, así como dar visibilidad también al colectivo LGTBI. Quiero apoyar a la gente que como yo ha sufrido, y aún sigo haciéndolo, por su condición sexual, somos muchos y sé que entre todos podemos protegernos y apoyarnos, si nos unimos todos seremos mucho más fuertes.

A nivel deportivo, ¿hasta dónde te gustaría llegar? 

A Mr. Olimpia de Las Vegas, como todo culturista, imagino. Estados Unidos es la cuna de este deporte. Pero para ir allí no basta solo con tener un buen físico, hay que tener dinero porque es carísimo, nosotros tenemos que costeárnoslo todo, no tenemos ayudas de ningún tipo.

¿No hay patrocinios en ese deporte?

Los patrocinios que hay y que te pueden ayudar un poco, son de suplementos deportivos, proteína en polvo, aminoácidos o vitaminas. No te regalan nada, solo te hacen un descuento Aquí no hay ayuda, la ayuda está en EEUU. Allí un atleta sí que tiene patrocinios reales, apuestan por ellos y además cobran dinero, incluso acaban sacando su propia marca o productos con su imagen, aquí eso no pasa.  

Te hemos conocido a raíz de tu relación con Enrique del Pozo, te has convertido en un personaje público ¿cómo ha cambiado tu vida?

He tenido de todo, en algún momento las he pasado canutas, no es oro todo lo que reluce. La gente se intenta aprovechar de ti, solo por salir cinco minutos en televisión son capaces de traicionarte de la peor manera. No soy tonto, he trabajado en televisión como escolta y he vivido un millón de situaciones con artistas, pero es verdad que las he vivido desde el otro lado, ahora me ha tocado vivirlo directamente.  Ha habido gente que se ha intentado aprovechar haciéndome daño, han llamado a programas y a redacciones, yo no tengo nada que ocultar, porque siempre he llevado una vida muy normal, mi trabajo y mi deporte. He descubierto que hay gente que si sabe que te puede hacer daño lo intentará. Hace poco he tenido que cambiarme de gimnasio porque los insultos eran casi diarios, y otra vez he tenido que ser yo el que se vaya a otro sitio.  Ser conocido tiene sus pros y sus contras, creo que demasiado bien lo estoy llevando y lo he llevado. Ha habido gente que se ha apartado, he recibido llamadas para grabarme y traicionarme. Enrique ya me explicó en su día como era este mundo y no se equivocó.

¿Te sientes apoyado por Enrique en tu deporte? ¿Te anima a seguir?

Muchísimo. Tanto en el tema de la dieta, ando todo el día con los tupper de un lado a otro, como en esos días en los que estoy cansado y apático. Admiro muchísimo a Enrique porque me ha aceptado desde el primer día y no es fácil. He de reconocer, que al principio de la relación tuve miedo, pensé que no iba a entender mi deporte, pero pasó todo lo contrario. Soy feliz porque lo ha aceptado, porque nos entendemos muy bien y porque nos queremos mucho.

Rubén está centrado en prepararse para competir este año, pero también le gustaría participar en Supervivientes. Es fans y seguidor del reality desde que comenzó, simplemente por el hecho de sentirse identificado como atleta y por la forma de vivir que tiene. Se considera una persona competitiva, apasionada y acostumbrada al sacrificio, sin olvidarnos de que sabe lo que es pasar hambre por su deporte. Tiene claro que no está buscando la fama, aunque sabe que hay un premio en metálico y a nadie le viene mal un dinerito. Yo creo que haría un buen programa, que sería el concursante perfecto para la isla e incluso, me atrevería a decir, que es muy probable que llegara a la final, ahí lo dejo. Os dejamos su Instagram por si queréis conocerle un poco mejor, además, Rubén está muy contento porque, en muy poco tiempo, ya tiene casi ochenta mil seguidores y se siente muy arropado.

Hay gente que se merece que le pasen cosas buenas, y Rubén es una de ellas.   

@rubensanchezmontesinos

Vestuario Enrique y Rubén: RFA. Casual&Sport. Gavà

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