lunes, mayo 6, 2024

Ruido y dolor al abrir y cerrar la boca: trastornos de la articulación temporomandibular

Texto: DRA. MARÍA DEL CARMEN BENITO VICENTE. Miembro TopDoctors

Tenemos dos articulaciones temporomandibulares (ATM) que están situadas a ambos lados de la cara y conectan la mandíbula con el cráneo. Estas articulaciones nos permiten abrir y mover la boca, masticar, hablar o bostezar.

Se trata de una articulación compleja y está situada por delante del oído de forma bilateral. Además, está formada por el cóndilo de la mandíbula, fosa glenoidea y eminencia del hueso temporal del cráneo. Es una articulación sinovial compuesta por dos extremos óseos con un menisco intermedio.

Principales trastornos de la articulación temporomandibular
La ATM es una articulación más del cuerpo y, como tal, puede sufrir patología de sobrecarga, anomalías congénitas o verse envuelta en enfermedades reumáticas sistémicas (artritis reumática, psoriásica). Además, pueden desarrollarse patologías de la musculatura que la acompaña.

Los síntomas más frecuentes por los que los pacientes acuden son:

Dolor en la zona preauricular al masticar o con el movimiento: muchas veces lo relacionan con dolor de oído, por lo que la mayoría de los casos acuden primero a un otorrino para consultar molestias en el oído.

Ruidos con el movimiento mandibular: depende del tipo de ruido obedecerá a una patología meniscal (chasquidos) o a una patología ósea (crepitación). El chasquido a la apertura, por sí solo, no es susceptible de tratamiento, a menos que vaya acompañado de dolor.
Limitación de apertura: dificultad o imposibilidad de abrir la boca, ya sea por dolor o por un problema mecánico de luxación meniscal.
Estos síntomas son molestos y dificultan funciones tan básicas como comer, abrir la boca, hablar o reírse, por lo que es recomendable la intervención de un especialista en Odontología.

¿Cómo detectar las patologías de la articulación temporomandibular?

En muchas ocasiones la patología articular va acompañada de patología muscular, ya sea por una sobrecarga o una patología propia del músculo. En ambos casos, es importante hacer un diagnóstico preciso y temprano, ya que el dolor agudo es mucho más fácil de tratar si no se cronifica.

El diagnóstico de dolor orofacial es complejo y, si bien en la mayoría de las ocasiones obedece a un problema dentario, en ocasiones es debido a un problema muscular y/o articular que hay que descartar y tratar.

Es importante hacer un adecuado diagnóstico a través de una buena historia clínica y exploración, así como la realización de pruebas de imagen complementarias cuando el clínico así lo considere, ya sea una exploración con resonancia magnética, un TAC o radiología simple. Lo importante es saber qué prueba solicitar para poder realizar el diagnóstico preciso e indicar un tratamiento adecuado.

Las causas más frecuentes de los trastornos de la ATM

La ATM es una articulación más del cuerpo humano y, como tal, le pueden afectar diversas enfermedades y diversos factores. Su patología es variada, entre la que se incluyen:

Patología por sobrecarga, ya sea por un traumatismo directo (traumatismos faciales) o microtrauma (cargas de baja intensidad repetitivas sobre la articulación y parafunciones).

Enfermedad degenerativa (artrosis) o de tipo reumático (artirtis reumática, psoriasis, lupus).

Alteraciones del crecimiento o patología tumoral: aunque es poco frecuente, conviene tenerlo siempre en cuenta como una posibilidad más.

El bruxismo es un factor etiológico más a tener en cuenta, ya que perpetúa este tipo de patología. Existen varios tipos de bruxismo, fundamentalmente dependiendo del momento en el que se realiza: bruxismo del sueño y bruxismo de vigilia.

Posibles complicaciones de los trastornos de la ATM

Las complicaciones más frecuentes son dolor durante la apertura y la masticación y la limitación de la apertura para cosas tan básicas como el hablar, reír o comer. La complicación más grave es la cronificación del dolor, ya que el dolor agudo es fácil de tratar, pero el dolor crónico involucra otros sistemas que hace que su tratamiento sea más complejo, por lo que es importante un diagnóstico y tratamiento precoz.

A largo plazo, y si existe una enfermedad degenerativa ósea, se pueden producir cambios en la oclusión, cambios en la forma en la que los dientes se relacionan entre sí, con lo que se dificulta la masticación.

La patología de la articulación temporomandibular es más frecuente de lo que parece, sobre todo cuando está asociada a la patología de la musculatura masticatoria. Además, estos trastornos se pueden ver en un amplio rango de edades, desde adolescentes hasta personas con edad más avanzada. Afortunadamente, cada vez se diagnostica antes y mejor, por lo que el tratamiento es más precoz y el dolor tiene menos posibilidades de cronificarse.

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