Redacción
Se trata de uno de los destinos internacionalmente más conocidos por su oferta de sol y playa. Pero Calvià es también una de las zonas por excelencia de la Sierra de Tramuntana, por lo que posee algunas de las áreas más pintorescas de la isla. Esta localidad se prepara para recibir a los viajeros ávidos de explorar su riqueza cultural e histórica durante la temporada de otoño. El municipio posee un lado realmente fascinante: su patrimonio artístico e histórico.
Calvià cuenta con decenas de edificaciones históricas de gran interés histórico, paisajístico y etnológico. Entre otras, la Cruz del Desembarco, en Santa Ponça. Ubicado en un entorno único, conmemora la llegada del Rey Jaume I. en esta misma área encontramos el Mirador del Cañón de las Islas Malgrat, desde donde se pueden disfrutar las más bellas puestas de sol.
En plena Sierra de Tramuntana Calvià posee la Finca de Galatzó, una construcción tradicional que, además de suponer un importante legado histórico para la isla, cuenta con un entorno perfecto para los amantes de las excursiones y el senderimo.
Destaca también la Iglesia de San Juan Bautista que fue construida en 1867 sobre una antigua iglesia que fecha de 1248 e incorpora neorrománicos y neogóticos. La mayoría del resto de edificaciones históricas son de la época moderna y si dividen entre casas, pozos o capillas; y entre todas.
Desde 2012 Calvià se convierte en un museo al aire libre de obras de arte urbano que se aúnan bajo el concepto “BeArt”. Se trata de una convocatoria bienal, para artistas emergentes de Street Art que, con su trabajo, ya ha creado seis rutas que transcurren por diferentes partes del municipio, recorriendo lienzos vivos, murales y obras de arte contemporáneo.
Y del arte urbano y la más absoluta creatividad, esta localidad también tiene facetas más históricas dentro de su oferta cultural, en las cuales se pueden se puede conocer el rico pasado de la zona a través de diferentes épocas. En este sentido, destaca el Parque Arqueológico del Puig de sa Morisca, que muestra vestigios medievales, de la Edad de Hierro y también de la época islámica. Además de esta riqueza arqueológica, el parque también tiene un rico patrimonio etnográfico y paisajístico, con vistas a todo el municipio desde la zona más elevada. Dentro de sus 45 hectáreas, hay seis itinerarios señalizados y aptos para todos los públicos, que permiten conocer todas las vertientes de esta joya histórica y natural.
Todo este conjunto crea una atmósfera con encanto y memoria en Calvià, que puede descubrirse en un agradable paseo a través de sus calles y ubicaciones y demuestra que la localidad se erige como un destino imprescindible para aquellos que buscan una experiencia cultural única gracias a su fusión de arte, historia y belleza natural.