Por L.F.R.
La pandemia del COVID-19 supuso un gran parón en la sociedad y tuvo un gran impacto en las rutinas y vidas de todo el mundo. Durante unos meses la población se tuvo que amoldar a las nuevas dinámicas laborales y a una forma distinta de relacionarse.
En España se abandonan aproximadamente 140.000 mascotas al año, una cifra que refleja la falta de concienciación de la sociedad sobre lo que implica la adopción de un animal. Aunque durante los últimos años ha habido una leve disminución de los abandonos, el impacto de la pandemia hizo que se disparase de nuevo durante el año 2020. De todas las mascotas abandonadas, solamente un 40% consigue un nuevo hogar a través de la adopción.
El aumento del teletrabajo durante la pandemia y el aislamiento permitió a muchas personas pasar más tiempo en casa, y los animales se convirtieron en una valiosa compañía emocional que les permitía aliviarse de la soledad.
Con mucha incertidumbre y angustia, pero con la esperanza de sentirse acompañadas, fueron miles las personas que buscaron refugio en un animal y decidieron adoptar o comprar una mascota que les ayudase a sobrellevar el confinamiento. Por otro lado, durante la pandemia, los refugios se vieron obligados a agilizar sus procesos, ofreciendo adopciones a través de internet sin necesidad de contacto previo, lo que facilitó la adopción de mascotas por el gran número de solicitudes recibidas.
Según datos de la fundación Affinity, el 36% de los adoptantes nunca antes había pensado en adoptar un animal de compañía, mientras que un 17% lo hizo con la finalidad de excusarse para salir de casa durante el aislamiento.
Con el aumento tan significativo en la demanda de mascotas, fueron muchos los animales mayores o con necesidades especiales a los que se les ofreció una nueva oportunidad al ser adoptados, pero con la llegada de la desescalada, la relajación de las restricciones y la vuelta a la rutina, la situación se volvió en su contra y el abandono de mascotas aumentó un 25%. No todos los adoptantes estaban preparados para el mantenimiento a largo plazo que supone tener una mascota y demostraron que la compra o adopción fue un impulso por una necesidad emocional del momento al encontrarse en casa solos y aislados. Muchos de los animales que habían sido adoptados durante este periodo fueron abandonados posteriormente por falta de tiempo y cuidados al regresar a sus actividades diarias. Al menos se registraron 2.000 animales abandonados en España durante la primera fase de desescalada, la mayoría de ellos cachorros.
Algunos adoptantes no se dieron cuenta del gran compromiso que supone tener un animal y se deshicieron de ellos. El retomar las actividades laborales y sociales hizo que no pudiesen mantener el nivel de atención que supone un animal y desencadenó situaciones de estrés tanto para los animales como para sus dueños.
La adopción de mascotas tuvo muchos beneficios emocionales para todos aquellos adoptantes, aunque también generó muchos desafíos. Todas las personas que desean adoptar, y finalmente se deciden a hacerlo, deben tener en cuenta que una mascota no es solo un compañero temporal, sino un miembro más de la familia que tiene necesidades específicas que tienen que ser atendidas a lo largo de toda su vida.
Los animales no solo se convierten en compañeros incondicionales de vida en tiempos de crisis como los que se vivieron durante la pandemia. Adoptar o comprar una mascota, le debe garantizar un hogar seguro y estable en el que puedan disfrutar de la misma protección y compañía que nos ofrecen a nosotros.
Tal y como estipula el código penal en el artículo 337, en España, el abandono de mascotas no solo es una irresponsabilidad, sino también un delito, no obstante la situación sigue siendo crítica. A pesar de los avisos por parte de las protectoras y refugios, hubo una gran cantidad de abandonos, pero la pandemia también sirvió para aumentar la concienciación sobre la adopción responsable, ya que las personas estaban más dispuestas a adoptar que a comprar, lo que impulsó iniciativas de educación sobre el bienestar animal y la importancia de dar el paso con compromiso y responsabilidad.
La pandemia tuvo un gran impacto en el comportamiento de las personas hacia los animales. Mientras que muchas personas encontraron su refugio en la adopción de una mascota, la falta de compromiso acabó derivando en el abandono masivo. Es importante seguir trabajando en la concienciación sobre la adopción o compra responsable y asegurar el bienestar que merecen.