Texto: Sandra Cuenca/ Fotos: A.M.
El fútbol es uno de los deportes que más pasiones levanta, por eso muchos niños y niñas quieren dedicarse en un futuro a una profesión vinculada con este deporte. La mayoría sueñan con ser futbolistas profesionales, y otros prefieren ocupar otro papel en el campo, el de árbitro. Una profesión algo complicada en la que las decisiones tomadas no son del agrado de todos
Abraham tiene 48 años y trabaja de gestor de formación en el Colegio de Ingenieros Industriales de Barcelona. En su tiempo libre es árbitro, un hobby convertido en pasión desde hace mucho tiempo. Cuando cumplió los 45 años se retiró, después de haber estado catorce temporadas en tercera división nacional. A partir de ahí, los sábados por la mañana empezó a arbitrar partidos de fútbol base y los domingos a hacer delegados arbitrales, es decir, ir a ver a otros árbitros para hacer informes y puntuar, esto sirve para hacer la clasificación de los árbitros de tercera división nacional y de la general catalana. “Este año el futbol basé empezó a mitad de temporada, en enero, pero decidí que no me sentía cómodo con la situación actual y que no iba a arbitrar hasta que pasara la pandemia, aún no lo he hecho”.
¿Cómo te conviertes en árbitro?
Yo jugaba al fútbol desde pequeño y estando en el colegio vinieron a captar árbitros, pensé que era una buena opción para sacarme un dinerito extra, y empecé. Entonces me entró el gusanillo y no lo he dejado desde entonces. Llevo desde 1990 arbitrando partidos.
¿Animarías a los chavales a convertirse en árbitros?
Si, totalmente. Yo al arbitraje le debo mucho, creo que me ha formado como persona, ha sido un complemento a la educación que me dieron mis padres. Es una ocupación o profesión que te imprime carácter, que te prepara para situaciones límite y que tiene una serie de ventajas muy beneficiosas para tu vida.
¿Cómo se gestiona la presión que sufrís en un campo de juego?
Yo creo que influye mucho la experiencia que vas cogiendo a lo largo de los años, y va también con el carácter que tenga cada persona. Hay gente que no podría ser árbitro si a la mínima presión pierden los nervios o si no saben mantener la serenidad, que es imprescindible en algunos momentos. Yo te diría que para esa gestión hace falta un poco de todo, es importante la forma de ser de cada uno, la experiencia e ir cambiando con los años tu personalidad.
¿Qué preparación hace falta?
Ahora mismo mucha. Cuando yo empecé lo que hacíamos era entrenar, pero recuerdo a los árbitros mayores de la época que prácticamente no hacían ni eso. Desde hace unos años se premia y se fomenta la preparación física de un árbitro, y actualmente, sobre todo en categorías nacionales, llevan una preparación física como la de los futbolistas. En categoría regional pasa lo mismo, si quieres subir tienes que pasar unas pruebas físicas muy exigentes.
¿Cómo ves el papel del árbitro en el futbol?
Creo que somos una parte imprescindible, uno más en el campo pero sin afición detrás. No lo llevamos mal, también te digo, porque somos muy conscientes de ello.
Como árbitro, ¿qué te parece el uso del VAR?
Yo estoy a favor del VAR, pero creo que hay mucho que mejorar. Se están produciendo situaciones que acaban siendo injustas, no sé si es que hay que unificar criterios con los árbitros o con los directivos para saber cómo se aplican determinadas decisiones en el VAR, pero para mí ha habido decisiones que no me han gustado, como es el tema de las manos, ahora cualquier mano se pita penalti. Supongo que poco a poco se irán limando, estamos empezando y cada año irá mejor.
Ahora arbitras partidos de futbol base: alevines, infantiles, cadetes… ¿Qué partidos son los más difíciles, los de mayores o los de los peques?
Pues quizás sea más difícil arbitrar los partidos de los chavales pequeños, no por los pequeños, si no por los padres que a veces son complicados de gestionar. Cuanta más alta es la categoría más saben lo que se juegan y lo que hay en el campo, no pueden insultar al árbitro o pegar a un jugador, por lo que para mí es más fácil llevar un partido amateur, aun habiendo más público y más presión.
¿Tienes alguna anécdota curiosa que nos puedas contar?
Anécdotas muchas, pero yo, dentro de lo que cabe he tenido mucha suerte, ya que nunca me han agredido dentro de un campo de futbol. He tenido momentos difíciles, eso es verdad, he tenido que salir al campo escoltado por la Policía Nacional, los Mossos aquí en Cataluña, pero no me puedo quejar ya que no he tenido problemas graves. Como anécdota divertida puedo contarte que una vez en el campo del Amposta el partido se dio de tal forma que tuve que expulsar a cuatro jugadores del equipo local, y los directores que estaban en el palco vieron tan complicado el tema que llamaron a las fuerzas públicas e insistieron en que tenían que venir los antidisturbios. Al final la verdad es que el público se comportó y entendió, más o menos, que las expulsiones habían sido justas.
Te retiras con 45 años, ¿qué recuerdas de ese momento?
El año que me retiré fue el homenaje a Dani Jarque en el campo de El Español, y como premio fui al partido como cuarto árbitro, estuvo Iniesta jugando y para mí fue algo muy chulo como despedida.
Hay muchos detractores de que haya mujeres árbitros, ¿has visto esas diferencias, de las que algunos hablan, cuando has pitado un partido con alguna de ellas?
Yo he arbitrado muchos partidos con mujeres y además he colaborado con el departamento femenino. Esto empezó como algo anecdótico, pero ahora ya está más que normalizado. Ellas se lo toman igual de en serio que los hombres, e incluso puedo decirte que muchas tienen un nivel altísimo, para mi es una imagen muy positiva para el mundo del arbitraje.
Algún árbitro al que admires
Me gusta mucho Del Cerro Grande, y de los históricos López Nieto y Díaz Vega.
¿Vas a seguir arbitrando?
Por supuesto, quiero volver en septiembre que ya estaré vacunado, porque me gusta, porque disfruto y porque me sirve para mantener la forma física.
¿Crees que el fútbol es un deporte que a los niños y niñas, aparte de mantenerlos en forma, les puede aportar otros valores?
Considero que es un deporte que tiene sus partes positivas. A nivel físico es un deporte bastante completo, y a otros niveles te enseña por ejemplo a trabajar en equipo, a respetar unas jerarquías y una autoridad, o a esquivar ciertas dificultades. Pero debo decir que hay muchos deportes que también aportan todo eso. Lo más importante es que ellos disfruten jugando al fútbol y, que los padres no sean demasiado exigentes y que entiendan que es un deporte para formarse y divertirse.
