Texto: Sandra Cuenca/ Fotos: A.A.
Anastasio Arevalillo es el alcalde de Torrijos, una localidad de Toledo con más de trece mil habitantes. Es licenciado en Humanidades, y Técnico Superior en Administración y Finanzas. Tiene 47 años, está casado y es padre de dos hijas, la gente que le conoce le siguen llamando Nasta. Le gusta mucho leer y el cine, pero a lo que de verdad aspira es a poder escribir “pequeñas cosas” cuando las obligaciones le dejen algo de tiempo.
Esta es su segunda legislatura como alcalde de Torrijos, fue elegido por mayoría absoluta y en su toma de posesión deseó que “esta mayoría no nos nuble para seguir escuchando a la gente”. Recuerda, que con 25 años le llamaron de la Agrupación Socialista de Torrijos para formar parte de la lista electoral al Ayuntamiento de ese año, 1999. “No tenía ninguna vinculación con el partido, ni profesional ni personal. Pero era conocida mi ideología, allí donde se generaba debate estaba yo, siempre he expresado lo que pensaba”. Ese año ganan las elecciones, Nasta era el más joven del Equipo de Gobierno de entonces, estuvo ocho años en el Gobierno Municipal, otros ocho en la oposición y después, por propia inercia generacional y toda la experiencia adquirida se presenta a la alcaldía, “voy camino de otros ocho años”.
Dos legislaturas en el ayuntamiento, esta segunda con mayoría absoluta, ¿se gobierna de otra manera?
Es obvio que se gobierna de otra manera. Aunque he de decir, que en la pasada legislatura no nos lo pusieron muy difícil ni Ganemos, ni UPyD. Se negociaba todo, presupuestos, mociones y ordenanzas fiscales, con sus respetivas cesiones, pero la verdad es que no hicieron imposible la gobernabilidad. En esta legislatura todo debería haber sido distinto, pero esta pandemia que nos ha tocado gestionar no te hace apreciar la magnitud de tener mayoría absoluta, y poder poner en marcha todo aquello que teníamos pensado.
Estuvo a punto de cerrar su cuenta de Facebook, se enfadó bastante por el ambiente que había. ¿El ruido de fondo, en los peores momentos, afecta a un alcalde?
El ruido de fondo afecta hasta dónde quieres que te afecte. El problema que hubo en ese momento, finales de marzo del 2020, es que esa red social se convirtió en vital para poder trasladar información. Vital para leer las llamadas de auxilio de algunas personas, pensad que solo llevábamos doce días confinados por algo que no veíamos y que no sabíamos lo que era. Necesitaban mascarillas, monos, autoclaves para la residencia, medicamentos porque vivían solos y no podían salir…
La política municipal me ha demostrado que tengo más paciencia de la que creía, pero eso no impide que mi carácter, digamos que un poco explosivo, no salga en un momento dado. Era muy duro estar intentando gestionar todo aquello que necesitaba una población de más de 13.000 habitantes en pleno estallido del COVID-19, con todos encerrados en nuestras casas y, que esas llamadas de socorro se mezclaran con los oportunistas que tienen una vida vacía y se dedican solo a intoxicar las redes sociales.
Hablando de los malos momentos, esta última legislatura está siendo muy dura: pandemia, confinamiento y Filomena… ¿En algún momento ha pensado en tirar la toalla?
Nunca. He pensado en el posible aterrizaje de OVNIS, que es lo que nos quedaba por pasar, pero no en tirar la toalla. La monotonía me hastía, pero los problemas sobrevenidos y caóticos me activan en milésimas de segundos, y mi mente se pone a buscar soluciones.
¿Cómo se ha portado el pueblo en lo malos momentos?
Cuando es noticia la mala actitud de unos pocos, significa que la inmensa mayoría lo ha hecho muy bien. Siempre hay quien busca la picaresca para saltarse las normas que nos impusieron, pero la realidad es, que una buena parte de la sociedad torrijeña se puso desde el minuto uno a trabajar para ofrecer todo aquello que sabía hacer o tenía en casa, para ayudar con lo que faltaba en los hospitales, residencias, centros médicos, etc.
Con todo lo que ha pasado, ¿hubiera hecho las cosas de otra manera?
No. Pasado el tiempo y aunque esta situación no ha terminado, volvería a hacer exactamente lo mismo.
¿Qué hace diferente a Torrijos?
Que ha sido una localidad que ha recibido siempre a personas de otros lugares, haciéndolas un poco suyas. Como cabeza de partido judicial y localidad representativa de nuestra comarca, está acostumbrada a ser centro de compras, sanitario, administrativo, judicial, etc. Muchas personas que trabajan por la zona eligen Torrijos como su lugar para vivir.
¿Qué es lo que más falta hace ahora en su pueblo?
Que se apruebe definitivamente el POM (Plan de Ordenación Municipal), y tengamos suelo industrial disponible para que se instalen empresas y podamos ofrecer puestos de trabajo.
Algo que le preocupe y que le gustaría solucionar en esta legislatura.
Que la Justicia dictamine de una vez contra la ocupación ilegal de una promoción de viviendas en manos de una entidad bancaria, que está haciendo imposible la convivencia del barrio tranquilo donde se encuentra.
¿Volverá a presentarse a la alcaldía?
La segunda vez que te presentas a la Alcaldía, si no ha habido ningún contratiempo, es casi obligado buscar la reválida y la aprobación de todo lo realizado por el Equipo de Gobierno en esa primera legislatura. Presentarse una tercera vez, desde mi punto de vista, debe ser analizado y valorado por las personas que tienen la potestad de permitir que representes unas siglas, pensando siempre en cuál es la mejor opción para acometer los retos futuros y mejor hacer para el resto de la ciudadanía. Con un bagaje de ocho años hay aciertos y errores, y todo eso tiene que ser sopesado con tranquilidad para elegir la mejor opción. La acción política me sigue gustando como el primer día.