sábado, abril 20, 2024

Clara Montes: “En este disco quiero mostrar quién soy y ser muy honesta”

Texto: Javier Cuenca/ Fotos: C.M.

La cantante madrileña Clara Montes acaba de publicar “Retratos”, su décimo disco. Un trabajo en el que se consolida como compositora de canciones y donde da cabida a cuestiones como la inmigración, la prostitución o el aborto, sin dejar de lado el intimismo. Conversamos con ella sobre lo que supone este nuevo álbum en su ya amplia trayectoria artística, que abarca más de 20 años de carrera como solista.

Creo que fuimos unos cuantos los que, allá por la mitad de los noventa, nos quedamos prendados de la voz de una cantante que acompañaba a Amancio Prada en esa obra maestra titulada “Emboscados”. Se llamaba Clara Montes, y cuando unos años más tarde supimos que debutaba en solitario con un disco dedicado a la poesía de Antonio Gala, afloró nuestra curiosidad por saber qué podía dar de sí aquella voz tan personal y llena de cálidos matices. El resultado fue un trabajo muy hermoso que no hizo sino confirmar las expectativas de años antes, y a ese primer álbum de Clara han seguido otros nueve, incluyendo un regreso a los textos de Gala.

Ahora publica “Retratos”, un disco en el que esta madrileña afincada en Cádiz se consolida como compositora de canciones, una faceta que ya había venido frecuentando desde sus primeros álbumes y que alcanza aquí un elevado nivel de compromiso en letras que hablan de la inmigración, la prostitución o el aborto, sin eludir otros asuntos de calado más intimista. Por lo que se refiere a la música, Clara sigue fiel al flamenco como motor de inspiración, fusionándolo con otros sonidos que le son proclives.

Es un disco importante porque es la primera vez que decido hacer un disco de autor al cien por cien” nos dice la cantante. “Siempre he hecho composiciones y letras, pero es la primera vez que me embarco en todo lo que es la parte más intimista de la composición y de las letras. Es un disco muy personal porque cuento un poco la visión de cosas que me preocupan, que me emocionan, de sentimientos  personales y de otros que también me conmueven”.

Nos cuenta que es también un disco en el que hay canciones muy comprometidas, muy importante para ella porque debido a las circunstancias de la pandemia es la primera vez que se autoproduce, aventurándose en el mundo del videoclip (ha hecho seis con motivo de este nuevo trabajo). “Yo creo que por la vida, las circunstancias, la madurez, después de tantos años decido plantearme la carrera de una manera un poquito más arrojada”, comenta.

Base flamenca

El flamenco vuelve a ser la nota predominante en este disco desde el punto de vista musical. Un género que, le hago notar, se manifiesta de manera muy concreta en piezas como “El pajarillo”. Me cuenta que en este caso se trata de una canción popular flamenca, adaptada por ella misma, la única que no es de su autoría. Y es que mientras preparaba el disco, durante el confinamiento provocado por la pandemia, esa canción le venía a la cabeza de manera recurrente, tanto que antes de empezar a cantar cualquier otra cosa la utilizaba para “calentar” la voz. “Era como una necesidad, ganas de salir de la jaula (ríe), y me dije que la canción se había buscado su sitio ella solita, tenía que estar”, añade.

Respecto a la presencia del flamenco en el disco, dice que en realidad es un estilo que está presente en ella. “Yo vengo de empezar cantando en un cuadro flamenco, y en este disco quiero mostrar quién soy y ser muy honesta, poner como todas las cartas encima de la mesa. Aunque es verdad que he viajado por el mundo, que he vivido en muchos países, la música de uno se hace de donde creces, de las influencias que tienes alrededor, y al final mi música es verdad que tiene toda esa fusión, pero tiene una base flamenca que se huele”, detalla la artista.

Llama la atención que “Retratos” haya sido producido por Jesús Antúnez, el que fuera batería y productor de Dover durante toda su trayectoria. Clara nos explica este curioso encuentro: “Es un genio. Por circunstancias nos conocimos hace muchos años. Siempre ha sido muy seguidor, y cada vez que yo tocaba en Madrid venía a verme. A mí me hacía mucha gracia. Nos hicimos amigos y me lo ofreció. Cuando con la pandemia se me quedó truncado el proyecto que tenía de grabar en el extranjero, por casualidad él vino de vacaciones a Cádiz, me lo ofreció y allí que me fui con él.  La verdad es que ha sido toda una experiencia, y le ha dado un toque que me encanta. Ha sido increíble, grabar con él ha sido divertidísimo”.

Y ahora toca presentar este disco en directo, con una formación sobre el escenario que incluye, junto a ella, a tres músicos más: Bandolero (percusión), Rafael Domínguez (violoncello) y Antonio Sánchez (guitarra). Conciertos que la llevarán incluso a cruzar el charco, retomando así proyectos que habían quedado suspendidos debido a la pandemia.

Foto: Ramón Espejo

Coger valentía

¿Y qué ha aprendido Clara Montes en más de veinte años de carrera, desde aquel primer disco dedicado a la poesía de Antonio Gala de 1998? “Muchas cosas. Me podría pasar una hora hablando (ríe). Resumiéndote: las cosas han cambiado muchísimo en lo que es el lanzamiento de un disco, y yo ya llevo varios discos planteándome que la manera de hacerlo con las discográficas les vale a cuatro, y a cuatro que estén muy arriba. Si no es muy difícil porque ha cambiado tanto la manera que no apuestan como apostaban antes por los artistas”, explica la cantante.

Dadas estas circunstancias, continúa, “tienes que coger valentía y apostar tú por ti mismo, porque si esperas que apuesten los demás  se vuelve mucho más tedioso todo: buscar los contratos discográficos con unos, con otros, estar peleándote por los porcentajes… Ya llega un momento en que me he cansado. Creo que también los años y la madurez te dan valentía  para hacer estas cosas”.

Subraya que la tendencia ahora es que los nuevos lanzamientos de la gente joven sean autoeditados, así que “por qué no cogerla cuando hay gente buenísima que está saliendo así. Antes era muy difícil autoeditarse, de hecho se quedaba en un cajón, no te lo veía nadie.  Pero ahora no: gracias a Internet es lo bueno que tiene. Internet tiene muchas cosas malas, pero tiene muchas cosas buenas también. Vamos a aprovecharlas”, dice.

Para terminar, le pregunto si el hecho de haberse lanzado definitivamente a la composición, aunque esa faceta ya empezó a cultivarla desde su primer disco, donde uno de los poemas de Antonio Gala estaba musicado por ella misma, puede significar que ya no la escuchemos cantar canciones escritas por otros o inspiradas en la obra de otros. Me asegura que no renuncia a seguir interpretando canciones ajenas: “para mí son dos cosas que se compaginan, que van juntas, pero que también pueden ir perfectamente por separado. Canto canciones de otros y las disfruto exactamente igual. Creo que mi mayor potencial es la interpretación. O sea, que no voy a ser sólo cantautora”.

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