Por Javier Cuenca/ Fotos cedidas por Clara Montes
La relación de la cantante y compositora Clara Montes con la poesía viene de antiguo: no olvidemos que su álbum de debut, allá por 1998, estaba dedicado íntegramente a la obra de Antonio Gala, poeta en el que reincidió 15 años más tarde con un nuevo trabajo. Pero Clara también ha puesto música a los versos de Federico García Lorca (“Los amores oscuros”, 2017), y ahora se atreve con los de Rafael Alberti en un álbum que verá la luz en los próximos días y que presentará en directo en diferentes enclaves de la geografía española.
En “Marinera en tierra”, Clara Montes (Madrid, 1968) pretende rendir homenaje al poeta Rafael Alberti con motivo del centenario de su poemario “Marinero en tierra”. La presentación del disco tendrá lugar en la Fundación Rafael Alberti en El Puerto de Santa María, con un concierto en la que fuera casa del poeta gaditano, el viernes 25 de abril, coincidiendo con el 40º aniversario de su regreso del exilio. Tras su paso por la ciudad natal de Alberti, la cantante presentará el disco el día 28 de abril en Madrid, en la sala Galileo Galilei.
Según indica la nota de prensa facilitada por la promotora de la artista, el proyecto, que fusiona la música con la poesía, es fruto de un profundo proceso de investigación y admiración por la obra de Alberti. Montes ha transformado en canciones algunos de los versos más representativos del autor de la Generación del 27, incorporando influencias flamencas, mediterráneas, americanas y de jazz.
Para este trabajo, la cantante madrileña ha contado con la colaboración de músicos como Kiriko Gutiérrez, Chamo Díaz o Malick Mbengue, con quienes ha grabado el álbum en directo, tratando de capturar así la esencia y emoción de cada interpretación. El repertorio de “Marinera en Tierra” combina poemas del libro Marinero en Tierra, con el que Alberti obtuvo el Premio Nacional de Poesía en 1925, junto con textos de su última etapa y algunos inéditos.
Una cantera
Cuenta Clara Montes a Más Noticias que este proyecto surgió hace dos años, cuando la Fundación Rafael Alberti la invitó a cantar con motivo de la celebración del cumpleaños del poeta, el 16 de diciembre. A raíz de su participación, interpretando a capella unos versos de Alberti, le propusieron que, como se acercaba el centenario de la publicación de “Marinero en tierra”, sería la cantante apropiada para poner música a los poemas del autor gaditano.
“A lo largo de estos dos años he ido (a la Fundación) alguna que otra vez y la cosa me fue como poco a poco enamorando, sobre todo Rafael, porque la poesía ya la conocía. Pero a raíz de todo esto, empecé a conocer más al personaje, porque cuando él vuelve del exilio yo era muy niña y aunque lo estudias en el cole a la persona no la conocía tanto. Así que empecé a leer y a leer, sin darme cuenta empecé a musicar y al final dije venga, vamos para adelante”, explica.
Asegura que para ella la poesía es como “una cantera” de la que extrae “verdaderos diamantes”, y le resulta fácil ponerle música. En el caso de Alberti, dice que la música se encontraba tejida entre las palabras y “salía sola”. “Siempre he buscado en la poesía inspiración para mis propias letras y para aprender de los grandes poetas a escribir y a usar la metáfora y el verso. Siempre ha sido como una fuente de inspiración y al final la vida me ha llevado a estar con la poesía. Es una herramienta imprescindible para mí”, señala.
Indica que este es el disco de poemas en el que más se ha implicado a la hora de componer las músicas a lo largo de su trayectoria. Un trabajo que se publicará el próximo 25 de abril tanto en formato físico como digital y que llevará a los escenarios acompañada de cuatro músicos, los mismos que lo han grabado en el estudio: Chamo Díaz (piano); Kiriko Gutiérrez (contrabajo); Malick Mbengue (percusiones), y Luis Balaguer (guitarra flamenca).
“El disco suena flamenco, pero no es flamenco del todo. Juego con los cantes de ida y vuelta, con los cantes de Cádiz, pero luego también tiene un arreglo como muy de jazz, muy latino. Juego un poco con la vida de Rafael, que es de Cádiz, pero estuvo mucho tiempo exiliado en Sudamérica. Entonces hay alguna canción que suena a colombiana, otra suena a alegrías, otra suena a una rumba, pero no sabes si es de aquí o de allí. Juego un poco con eso”, concluye.