domingo, abril 28, 2024

Conchita Mínguez, la primera mujer jockey profesional en España

Texto: Teresa Loscertales/ Fotos cedidas por Conchita Mínguez

Conchita Mínguez nació en Madrid y ha sido casi todo en el mundo del turf: la primera mujer jockey profesional en España, agente, preparadora e incluso propietaria. Siempre ha luchado para que la mujer pudiera competir como jockey profesional y ha tenido la oportunidad de correr con los mejores del hipódromo. Hemos tenido la oportunidad de hablar un rato con ella.

Me gustaría saber un poco, ¿Cuál fue su motivación inicial para adentrarse en el mundo del turf y convertirse en una pionera de esta industria?

Empecé con los caballos muy joven, mi padre nos mandaba a Inglaterra con mis dos hermanas mayores a aprender inglés. Cuando éramos un poco más mayores una compañera de mi hermana de veterinaria me llevó al hipódromo y ahí es cuando me di cuenta de que esto era lo mío. Empecé a entrenar, a montar las cuadras, pero yo no podía ser profesional, evidentemente, por las épocas que eran. Yo empecé a montar primero en amazonas y tuve la suerte de salir mucho al extranjero a montar. Hubo una apertura en los que los amateurs, tanto chicas como chicos, podían montar con jockeys y gané la primera carrera con un lote de 20 caballos, que es el máximo que pueden entrar dentro del hipódromo.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos a los que se enfrentó como mujer en un campo dominado tradicionalmente por hombres?

Yo he sido una mujer con bastante carácter, a veces la mentalidad de las mujeres es bastante peor. Tenía que llevar a mi hijo a la guardería, trabajar y, en ese momento, también era entrenadora. Me llegaron a poner hasta de mala madre, aunque a mí ya me daba igual, con esto me refiero a como era la mentalidad de antes donde la mujer tenía que estar en casa. Fue un poco más dura esta etapa, sobre todo la de entrenadora, por todas las envidias y burlas que me llevé. Más tarde, tuve que dejar de montar porque se me complicó la cesárea, estuve un mes en la UVI y me dejaron bastantes secuelas.

¿Cuál consideras que ha sido tu logro más destacado o su mayor contribución al desarrollo del turf?

Mi logro ha sido mi lucha, una lucha para que aceptasen que una mujer podía ser todas las versiones que había. En este tiempo había que reciclarse, seguí en contacto con las carreras de Inglaterra y, con la apertura del hipódromo, han ido apareciendo más chicas y más profesionales. Las veterinarias son casi todas chicas, hay algunas entrenadoras, aunque no muchas, y luego hay muchas mujeres trabajando en las cuadras, que son las que cuidan al caballo, los montan… Por ello la asociación, para visibilizar cómo hay muchas mujeres y cómo hacen su trabajo. Tengo un proyecto de una escuela de oficios FP2 que por ahora es mi meta aparte de la asociación. En septiembre hay un convenio con la Asociación de Mujeres del Deporte Profesional, y quiero poner en marcha la escuela de formación, ya que es fundamental.

¿Cómo ha evolucionado el turf desde sus inicios hasta la actualidad? ¿Qué cambios ha presenciado?

Ha habido cambios en la forma de montar. He tenido la suerte de estar en la mejor época y con los mejores jinetes, ha habido un nivel muy alto, ya sea a nivel de jinetes como a nivel de caballos. Ahora es un poco más complicado, porque los premios no son muy acordes a lo que te puede costar un caballo o mantenerlo cada mes. En mi opinión, la mano de obra debería estar mejor pagada, porque esto al final es un círculo; al final, si tú tienes al personal bien cuidado, los caballos van a percibir un trato y una comprensión muchísimo mayor. Los gastos son cada vez más elevados pero los premios no lo son.

¿Qué cualidades o habilidades considera que son fundamentales para tener éxito en este campo?

Hay que conseguir que los propietarios tengan paciencia con los animales, porque hay caballos que se tienen que pulir más, porque unos son más precoces que otros, el que no te avasallen. El entrenador, que es el que entrena y cuida a los caballos, debe mantener a los caballos en la mejor forma posible. Al final, es una debilidad en las que hay que tener cualidades y, sobre todo, no tener miedo en montar. Hay que tener conocimiento de absolutamente todo para que entrenador, veterinario y el jockey puedan conseguir el mejor resultado posible.

¿Cómo ha sido su experiencia trabajando con caballos y jinetes de élite? ¿Qué aprendizajes ha obtenido de estas interacciones?

He aprendido muchísimo y, sobre todo, con un respeto enorme hacia a mí. Me he sentido muy querida con la gente del extranjero y a mí me da mucha vida y empuje para seguir haciendo lo que tengo dentro de mí. Quiero sacar todos mis conocimientos que a lo largo de la vida he ido adquiriendo, para que otras mujeres lo puedan aprovechar. He consumido muchos conocimientos gracias a todos los grandes con los que he estado.

Has sido agente y preparadora, ¿cómo ha sido esto?

He sido agente de la BBA, que es la mayor agencia de compra y venta de caballos de carreras en Inglaterra. Yo iba y compraba caballos para otros propietarios. Fui comisario, que es como el árbitro de carrera, donde fui la primera mujer. Me he abierto poco a poco el camino y ahora estoy en una asociación para mujeres profesionales del turf.

¿Qué cambios espera ver en los próximos años?

Espero ver a más mujeres trabajando, que se sepa fuera lo que son las carreras de caballo, qué hay de cara a una mujer, los trabajos que hacen con esos animales que son puros atletas porque, al final, con la velocidad que acabas cogiendo con el caballo es esencial el saber estar encima y dominar con inteligencia al caballo y no a lo bestia. Quiero haceros saber que esto existe y que merece muchísimo la pena.

Y ya para finalizar, ¿qué consejos les darías a las mujeres que desean seguir sus pasos y convertirse en profesionales del turf?

Lo primero de todo es que tengan paciencia, al final es un deporte que también conlleva un animal y, este, tiene que estar en una forma óptima. No te puedes venir abajo, hay que ser más lógico y si no pasas por una buena racha no hay ningún problema. Respecto a las entrenadoras, hay que aguantar y creer en una misma. Quiero mentalizar y decirles a las mujeres que se puede lograr y que hay que tener paciencia. Yo sigo tenido esa lucha e impulso para enseñar a los demás y tenemos que visibilizar mucho más ahora que está todo el tema de redes sociales.

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