Maite de Andrés: «El caballo y el jinete o amazona, son un equipo»

Redacción

Entrevistamos a Maite de Andrés, deportista y amazona enamorada de la Doma Clásica.

Maite reconoce que todo comenzó por su amor a los caballos. «Desde que empecé a caminar, mi actividad favorita era visitar a un caballo que había en una finca cerca de mi casa con mi padre, así que cuando tenía 4 años, mis padres consideraron que ya tenía la suficiente conciencia como para montar un caballo» recuerda y añade: «Me apuntaron a un club donde montaba a un poni, y con 5 años, empecé a montar a caballo normalmente«.

¿Podrías describir cómo es un día típico de entrenamiento para ti?

Primero, caliento un poco en mi casa. Luego voy al club donde preparo a mi caballo, le pongo protectores, montura, cincha, cabezada… todo lo necesario. Después, mi caballo anda un poco y entonces me subo. Andamos los dos juntos unos minutos y comenzamos a hacer trote de calentamiento. Seguido, trote de trabajo. Galopo y vuelo a trotar múltiples veces. También hago ejercicios para trabajar como grupa adentro, apoyos, cesiones, espalda adentro, piruetas, cambios de pie, etc. Por último, la mayoría de las veces repito mi prueba de la competición para no olvidarla y perfeccionarla.

En el mundo de la doma clásica, ¿Quién ha sido tu mayor inspiración o mentor?

Sin duda mi entrenadora, ella ha luchado por mi siempre. Quiero llegar a ser ella en algún momento.

La conexión con el caballo es crucial en la doma clásica. ¿Cómo desarrollas y mantienes esa relación especial con tus caballos?

Haciéndome de querer. Tienes que tratar a tus caballos de manera que te quieran, entonces, habrá una gran conexión que permitirá formar un equipo.

¿Cuál ha sido el desafío más grande al que te has enfrentado en tu carrera y cómo lo superaste?

Convivir en un ambiente machista con un entrenador que no favorecía mi evolución deportiva. Me cambié de club hípico y ahora mejoro cada día.

¿Qué competición recuerdas con más cariño y por qué ha sido significativa para ti?

La competición que recuerdo con más cariño es una de cuando empecé a competir. Era mi primer año, y competí en un concurso nocturno (donde los caballos suelen asustarse). Mi caballo es un tanto asustadizo, y además había mucha gente compitiendo, pero gané. Mi familia y equipo lo festejaron conmigo, con orgullo.

En tu opinión, ¿Cuál es el aspecto más malentendido o subestimado de la doma clásica por el público general?

El factor más malentendido, por el público, es el maltrato animal. Hay un pequeñísimo sector en la hípica que verdaderamente explota a los animales. Sin embargo, normalmente no es así. Quien tiene gran pasión por lo que realmente supone este deporte, es decir, los caballos, no es capaz de maltratarlos, y además le repugna. El caballo y el jinete o amazona, son un equipo.

¿Cómo te preparas mentalmente para una competición importante?

Confío en mis conocimientos, los de mis entrenadores, y por supuesto en mi caballo. Intento relajarme porque soy muy propensa a sentir nervios, y repaso la prueba en mi cabeza, la técnica y precisión.

La doma clásica requiere una precisión técnica impecable. ¿Cómo mantienes y mejoras tus habilidades técnicas año tras año?

Miro pruebas de competidores excelentes para aprender, leo las correcciones de mis errores, y, por supuesto, practico mucho.

¿Cuáles son tus metas a corto y largo plazo dentro del deporte?

Mis metas son competir a gran escala, ser reconocida y seguir mejorando y entrenando cada día.

Durante tu carrera, ¿has sentido el apoyo de organizaciones dedicadas a promover la participación femenina en el deporte, como la Asociación de Mujeres para el Deporte Profesional? ¿De qué manera ha impactado esto en tu trayectoria?

La doma clásica es un deporte mixto. Hay prácticamente la misma cantidad de hombres y de mujeres. Sin embargo, si que encontramos machismo en muchos aspectos de este. La Asociación de Mujeres en el Deporte, nos ayuda a superarlo cada día y promover el feminismo deportivo. Estoy inmensamente agradecida, y muy orgullosa de pertenecer a ella.

Como mujer en la doma clásica, ¿has enfrentado desafíos específicos relacionados con tu género? ¿Cómo los has abordado y qué consejo darías a otras mujeres en situaciones similares?

En cualquier deporte de nuestros días toda mujer puede haberse enfrentado a desafíos relacionados con el género. Mi consejo es que no se dejen pisar, que luchen por su lugar. Las distinciones de género no deberían de existir, y si luchamos, podrán desaparecer por completo.

¿Qué cambios te gustaría ver en el mundo de la doma clásica en los próximos años?

Una nueva mentalidad feminista en la que todos seamos iguales.

¿Cómo equilibras las exigencias del entrenamiento y competición con tu vida personal y otras obligaciones?

Es muy difícil, ya que tienes que entrenar muchas horas, pero también estudiar. Yo estoy en bachillerato, y me esta costando compaginarlo todo. Además, también voy al gimnasio cuando tengo tiempo para reforzar los músculos y estar fuerte para montar bien. La clave, para mi, es llevar un horario organizado. Marcar ciertas horas para estudiar, y otras para entrenar, siendo muy estricto con la organización y seguirla a rajatabla. Es muy difícil pero los resultados son increíblemente efectivos.

¿Qué consejo le darías a alguien joven que aspira a seguir una carrera en la doma clásica?

Le daría muchos consejos. Que tenga claro lo que quiere cuanto antes: competir a gran escala, localmente, pasearse… También que tenga claro que es un sacrificio tanto económico como de tiempo. Es un deporte que te tiene que gustar mucho, si no, no merece la pena. Por último, especialmente si es una joven amazona, que nunca se deje pisar.