Por José Agustín Solís
Tener una mascota en España implica una serie de gastos que van más allá de los elementos básicos como la alimentación o los juguetes. A menudo, los propietarios de mascotas enfrentan gastos menos evidentes como seguros o servicios de adiestramiento, sin mencionar los imprevistos que pueden surgir. Un ejemplo claro es el caso de un gato que necesitó una operación de emergencia, cuya factura ascendió a más de 2.000 euros, dejando al propietario casi en la bancarrota emocional y económica.
España es un país con una notable población de mascotas; según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (Anfaac), hay más de 30 millones de mascotas registradas. De hecho, hay más perros que niños menores de 14 años, con más de 9,3 millones de canes registrados en 2021, superando los 6,6 millones de niños según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este aumento en el número de mascotas también se vio influenciado por la pandemia, que incrementó la tasa de adopción y compra de mascotas en un 40% casi de la noche a la mañana, ya que muchas personas buscaron compañía durante el confinamiento y el teletrabajo.
Marina Barbero, una creativa de 39 años, relata su experiencia al adoptar un cachorro durante la pandemia. Aunque inicialmente pensaron que podrían manejar los costos fácilmente, pronto se dieron cuenta de que mantener a su labrador, Coco, les costaba alrededor de 150 euros al mes. Según la Real Sociedad Canina de España (RSCE), el costo anual de mantener un perro varía entre 1.000 y 1.400 euros, mientras que mantener un gato cuesta aproximadamente 986 euros al año, según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Uno de los gastos más significativos al obtener una mascota es el inicial, que puede variar enormemente dependiendo de si se compra o adopta al animal. La ley de bienestar animal en España prohíbe la venta de animales de compañía a través de internet y, en algunas comunidades como Madrid, también en tiendas físicas. Los costos iniciales también incluyen gastos veterinarios como vacunas y microchips, que pueden rondar entre 50 y 100 euros. Además, preparar la casa con elementos esenciales para la mascota puede costar entre 395 y 1.740 euros para los perros y entre 260 y 1.630 euros para los gatos, según una encuesta de Rover.
Tras la llegada de la mascota, los gastos recurrentes incluyen alimentación, atención veterinaria y accesorios. La alimentación representa el mayor desembolso mensual, con un costo de entre 700 y 800 euros anuales para perros y entre 300 y 400 euros para gatos. Las tendencias en alimentación natural y dietas especializadas han aumentado el gasto en este ámbito, especialmente para animales con necesidades específicas, como alergias o dietas sin cereales.
Además de los gastos básicos, existen otros como seguros de salud y de responsabilidad civil, que son cada vez más comunes entre los propietarios de mascotas en España. Estos seguros pueden costar alrededor de 330 euros al año para perros, variando según la raza y la edad del animal. Las urgencias veterinarias pueden suponer un gasto significativo, como en el caso de Sergio Ferrer, cuyo gato sufrió un accidente que resultó en facturas de más de 2.000 euros. Tras esta experiencia, Ferrer decidió contratar un seguro que cubre el 80% de las facturas veterinarias.
Finalmente, los llamados gastos ‘premium’, que incluyen servicios como peluquería, adiestramiento y guarderías, también pueden incrementar significativamente el costo de tener una mascota. Estos servicios reflejan la tendencia creciente a considerar a las mascotas como un miembro más de la familia, lo que ha llevado a un aumento en el gasto en productos y servicios especializados para asegurar su bienestar. La peluquería canina, por ejemplo, puede costar unos 200 euros al año, mientras que una sesión con un adiestrador puede oscilar entre 55 y 75 euros.
