Redacción/ Fotos: Sandra Rojo
Coblonal Interiorismo ha sacado el máximo partido a esta vivienda cuyo estado original, al estar ubicada en una planta baja, no era el escenario ideal para vivir
La base en bruto que ofrecen las vigas, los pilares y las paredes de ladrillo visto han conseguido generar un interesante contraste con el mobiliario contemporáneo de líneas puras
La vivienda sorprende con guiños que invitan al relax, como la bañera exenta en la habitación principal o una segunda zona de estar en el exterior
Esta es una vivienda llena de contrastes, diseñada a medida para una pareja con un bebé a quien gusta huir de un estilo de vida convencional. “Somos conscientes de que esta propuesta no es apta para todos los públicos” explican desde Coblonal Interiorismo, estudio que ha demostrado una vez más su enorme destreza en arquitectura de interiores al darle la vuelta a una vivienda que originariamente era oscura y desangelada para convertirla en un espacio singular, brillante, acogedor y lleno de encanto.
Situada en la planta baja de una finca del barrio de Gracia de Barcelona, la vivienda únicamente ventila y recibe luz desde las fachadas frontal y trasera. Estos condicionantes, más los propios de la disposición de acometidas, bajantes y elementos estructurales, han supuesto un reto a la hora de pensar la mejor distribución.
Mobiliario que distribuye el espacio
La clave del proyecto es una gran pieza de mobiliario, diseñada a medida por Coblonal Interiorismo, que funciona como el eje central de la vivienda. Es un conjunto de mobiliario a media altura acabado en madera de roble. En su interior se esconden los pilares estructurales del edificio y un pequeño espacio para hacer la colada, además de ofrecer generoso almacenamiento. Asimismo, ofrece continuidad visual y estética al conjunto y divide la vivienda en dos grandes zonas: la zona de día y la zona de noche, que quedan conectadas por un pequeño pasillo.
Una cocina de estilo industrial que abre paso
La entrada desde la calle nos lleva directamente a la cocina que, en gris y acero inoxidable, sigue el hilo de carácter industrial presente en toda la vivienda. La isla central cuenta con placa de inducción con extracción incorporada y ofrece una amplia superficie para cocinar, grandes cajones para almacenar utensilios de todo tipo y una pequeña vinoteca.
La cocina se completa con un módulo que incluye el friegaplatos, más almacenamiento, horno, microondas y una nevera estilo retro de la firma Smeg en color rojo, que contrasta con el acero inoxidable del mobiliario.
Una gran mesa de comedor polivalente
El comedor dispone de una gran mesa de madera con estructura de hierro negro que, además de albergar las comidas cotidianas y celebraciones, sirve para realizar pequeñas reuniones ya sean de carácter lúdico o laboral, comiendo o trabajando con el ordenador o revisando papeleo.
La estantería del módulo central sirve a la vez para almacenar y exhibir la maravillosa colección de piezas curiosas de la familia.
Una base en bruto en contraste con el mobiliario
Si miramos al techo, descubrimos las vigas traveseras características de la bóveda catalana, reforzadas por un entramado de vigas de hierro que aseguran la estructura del edificio y permiten disfrutar de amplios espacios abiertos, prescindiendo de los tabiques preexistentes. De acuerdo con la búsqueda de cierta estética industrial, Coblonal Interiorismo ha optado por dejar conductos e instalaciones vistas, incluso el aparato del aire acondicionado.
En conjunto, con los pilares y paredes de ladrillo visto, los techos ofrecen una base en bruto que contrasta con el acabado de los volúmenes de carpintería y mobiliario, definidos éstos por formas más limpias.
Una zona de estar en el interior y otra en el exterior
La zona de estar de esta vivienda la encontramos duplicada en el interior y exterior, en una interacción continua entre ambos espacios gracias a las grandes puertas deslizantes de cristal.
En la parte interior, destaca la continuación del módulo de mobiliario central. Esta vez con una disposición especialmente pensada para albergar el equipamiento audiovisual y la apertura que abre paso a la zona de noche. “El hecho de que el mueble no llegue al techo hace ampliar aún más la percepción de ‘loft’, o dicho de otro modo, de gran espacio único distribuido por el mobiliario” explican desde Coblonal Interiorismo.
En el exterior, se ha sacado el máximo provecho al patio de luces. Dado que la altura de la finca no es muy generosa, el espacio recibe la claridad suficiente para que las plantas puedan sobrevivir en buenas condiciones. Es evidente, no hay vistas posibles más allá que el interior, de tal modo que se ha generado una percepción de continuidad del estar interior en el exterior.
Mientras en el interior el espacio invita a relajarse con una lectura o viendo una película; en el exterior, el ambiente invita a mantener una buena conversación compartiendo un aperitivo. El patio interior se caracteriza por mobiliario de materiales de aspecto muy natural y colores que encajan a la perfección con su entorno, donde el punto de contraste lo ofrece el verde de la vegetación. Las bombillas colgantes ofrecen calidez y aspecto festivo al conjunto que transforma este patio interior en un espacio de ambiente verbenero en las noches de verano.
Una bañera exenta en el dormitorio
El patio conecta con la zona de noche y directamente con un gran espacio pensado para desconectar y descansar. Para el dormitorio principal Coblonal Interiorismo se ha inspirado en la suite de un hotel, por su exuberancia y singularidad. Dispone de un baño que queda en el volumen de mobiliario central y de un generoso vestidor abierto con tres módulos.
La pieza clave es la bañera exenta frente al ventanal del patio interior. Un lujo para gozarlo, para darse un premio de vez en cuando y desconectar absolutamente de todo.
Al otro lado de la bañera, encontramos un par de rincones fantásticos. Una bancada empotrada en la pared de ladrillos vistos que queda iluminada. La bancada sigue en el exterior “ofreciendo un rinconcito que cura el alma” aseguran desde Coblonal Interiorismo. Junto al ventanal, se ha diseñado un punto de trabajo singular, aislado de la actividad del resto de la casa, encarado a una gran pieza de cristal que linda con el patio interior.
Un paso lleno de libros
Una gran librería a ambos lados nos hace olvidar lo tedioso que tienen los pasillos, a favor de un espacio amenizado por una variada biblioteca y un conjunto de recuerdos de aquí y de allá, representativos de la familia que habita la casa.
El segundo baño de la vivienda se emplaza en este paso lleno de libros. Se concreta en un conjunto en el que destacan las baldosas hexagonales con el bordillo marrón de las paredes. Éstas contrastan con el suelo de hormigón en tono gris claro y el mobiliario en madera con el sobre negro.
Un dormitorio infantil para dormir entre fieras feroces
La habitación infantil es lo suficientemente ancha para cumplir las funciones de dormitorio, sala de juegos y permitirá evolucionar en el futuro a una zona de estudio. Coblonal Interiorismo ha escogido para este espacio una puerta deslizante porque permite aprovechar al máximo el espacio disponible. El papel pintado con tonalidades petróleo contrasta con el tapizado amarillo de las butacas.
El mobiliario, los textiles e incluso los juguetes acaban generando un espacio muy acogedor, que contrasta con las paredes de ladrillo visto. “Aquí las fieras feroces del papel pintado más que asustar hacen volar la imaginación a mundos mágicos y aventuras” concluyen desde Coblonal Interiorismo.