martes, abril 23, 2024

Fátima González Carriles: “Entrenaba antes y después de trabajar, pero solo por puro amor hacia el golf.”

Texto: Alexia Bonanno/ Fotos: F.G.

Fátima González Carriles es una joven golfista profesional española que lleva desde los 8 años compitiendo, combinando sus estudios con su pasión, el golf. Ha concursado al otro lado del charco, en Carolina del Norte y en Florida. En 2020, tras la pandemia de Covid-19, se volvió a dedicar en cuerpo y alma al golf, hasta participar en la Ladies European Tour (LET). Desde entonces, recorre España y Europa participando en los torneos más importantes a nivel profesional.

¿Cómo llega el golf a tu vida?

Fue a través de mi familia, especialmente gracias a mi madre. Soy la pequeña de cuatro hermanos y me llevo 12, 11 y 8 años de diferencia con ellos. Los fines de semana los veía competir en diferentes torneos, me engañaron, porque a mí lo que me gustaba eran los caballos. Pero me lleve una palmadita en la espalda: “No te vas a subir a un caballo, en el garaje tienes un hierro 7”. Fui a mi primer torneo con ocho años y 7 palos, normalmente se juega con 14, yo fui con palos que sobraban por casa. Jugaba con mi madre todas las tardes, me recogía en el cole hasta que se hacía de noche y terminábamos el último hoyo con una bola reflectante. Para mí era como un juego y si conseguía ganarle me regalaba una película de Disney.

¿Parece que todo ha sido bastante progresivo, pero ha habido algún evento que te confirmase la importancia del golf en tu vida?

Bueno, la verdad es que deje la competición tres años. Participé seis meses en el circuito de Florida y cuando volví a España mi idea era prepárame para el circuito europeo, justo en se momento mi hermana tenía una agencia de viajes de grupos y me pregunto si podía ayudarla con los viajes de golf. Al principio, intenté compaginarlo, pero era imposible, mi idea era ahorrar para el futuro. Entrenaba antes y después de trabajar, pero solo por puro amor por el golf, ya no estaba compitiendo a nivel profesional. Con la pandemia me ahorré el proceso de delegar mi puesto de trabajo y pude poner todos mis ahorros y mi energía en seguir, no solo porque lo echaba de menos sino porque me lo debía a mi misma. Todo el esfuerzo de mi infancia no podía dejarlo así.

¿Qué te ha aportado el practicar un deporte para formarte como persona?

Absolutamente todo. El golf para quien empieza es cuestión de expectativas, depende de cómo lo enfoques. Si ya disfrutas de la naturaleza y te gusta estar al aire libre, el deporte en general te lo va a dar, pero sobre todo lo hará el golf. La vida son palos tras palos que muchas veces te salen mal las cosas veinte veces, pero con una que salga bien ya se compensa todo. Es la manera de enfocarme en los problemas, la resiliencia y la disciplina que he desarrollado para poder conseguir el nivel que deseaba, todo eso lo aplico luego a la vida. Por ejemplo, cuando me han pasado cosas en la vida, además de tener el apoyo de las personas a las que quiero, sentía como que no sufría algo por primera vez, al final un deportista trabaja para conseguir algo que no está garantizado. El deporte en la vida aporta disciplina, resiliencia y gente. Las personas con las que te juntas en el deporte son en general gente que te suma, hay un buen ambiente y una voluntad de querer sacar lo mejor de ti. Me parece que el deporte da orden a la vida.

¿Ves diferencias notables entre el golf masculino y el femenino? ¿Se trata a las mujeres igual que a los hombres?

Se está equiparando más que antiguamente. Económicamente, es impresionante que la número 1 mundial cobre más o menos lo mismo que el número 70. Suben los premios de mujeres cada vez más, pero también soy consciente de que no generamos ni el mismo dinero, ni la misma audiencia. No es tan impresionante como el golf masculino. Hay golfistas a las que esto las enfada y lo entiendo, es otro deporte completamente diferente, somos distintos. Ellos les pegan mucho más fuerte a la pelota, pero eso no es excusa para que el golf femenino no siga creciendo, y lo está haciendo. Nosotras, en vez de competir pensando en pegar más fuerte que los hombres, lo que sería una frustración de por vida, pensamos en potenciar nuestros recursos como mujeres.

Cada vez se apuesta más por el golf femenino porque el show es distinto, es un deporte más ordenado que el los hombres. Estos son más impresionantes por la capacidad física mientras que las mujeres son más impresionantes por su constancia. Esas serían, básicamente, las dos formas de vender estos dos deportes. Estamos viendo que en cuatro o cinco años el circuito europeo ha pasado de 7 a 25 o 30 torneos femeninos. Otra diferencia es que los hombres empiezan a ganar dinero cuando entran en el top 150, mientras que nosotras solo estando en el top 15 o top 10. Luego hay más cambios en el día a día, en campos escoceses, por ejemplo, hay un campo que se llama Muirfield, en él, hasta hace cuatro años, las mujeres no entraban en la casa del club, se las trataba como si fueran perros. Lloviera o diluviara el marido entraba y se duchaba, mientras la mujer tenía que esperar fuera porque no podía entrar al vestuario. Ahora sí que ha evolucionado, la mujer ya puede entrar y este año 2022 se juega el Open británico, que es uno de los cuatro slams del golf de mujeres en ese campo.

¿Quiénes son las personas que más admiras?

La primera va a ser siempre mi madre. Si consigo ser solo un 1% de lo que es ella, no solo físicamente que eso me lo ha regalado, entonces mi misión en la vida está cumplida. Mis hermanos también son impresionantes, es una suerte tener a mis ídolos en casa.

Luego en el mundo del golf, alguien que me ha inspirado mucho es Céline Hervin por su historia. En resumen, su historia es que ella tenía 27 años, era ingeniera, estaba casada y le ofrecieron un trabajo en marketing, ella dijo que no porque que quería ser profesional. Era hándicap 7, no tenía mucha base de golf, se puso pico pala y en tres años estaba en circuito europeo y en cinco en circuito mundial. Es una figura completamente distinta al estereotipo de una asiática que lleva ganando campeonatos desde los doce años. Esa niña se ha hecho a sí misma a partir de los 30 y me parece una imagen de “sí, se puede”. Y luego, por supuesto, Rafa Nadal.

¿Qué le aconsejarías a una joven qué se quiere dedicar al golf?

Que disfrute de la naturaleza y que lo pase bien con sus amigos, puedes jugar con tres a la vez y es un plan para todo el día. Esto se lo explicaría a una niña que no sabe que hacer un fin de semana o a un jubilado para descubrir un nuevo hobby con su pareja y aprovechar la naturaleza. Añadiría que son 18 hoyos, porque en Escocia tenías 18 chupitos para terminar una botella de whisky y, cuando se acaba la botella, todos para casa. Me parece el plan perfecto para un día con tus amigos.

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