Por Jaime Carrancio González
La marca de ropa Gap ha tomado la decisión de cerrar todas sus tiendas en España, incluyendo su plataforma en línea en español. Sin embargo, la marca continuará ofreciendo sus productos a través de tiendas multimarca como El Corte Inglés y plataformas de comercio electrónico. Según el comunicado de la marca estadounidense, «es un adiós, por ahora«, expresando su agradecimiento a los clientes por su lealtad a lo largo de los años. La firma informó que tanto las tiendas físicas de Gap y Gap Outlet como su sitio web, Gap.es, han cesado operaciones en España.
Además, la marca ha anunciado que se podrá seguir al tanto de las novedades a través de sus cuentas en Instagram, Facebook y TikTok de Gap.com. Por otro lado, también se ha confirmado el cierre del centro logístico ubicado en Barcelona.
La noticia del cierre de todas las tiendas de Gap en España ha generado una gran conmoción y tristeza entre los consumidores y empleados por igual. Esta decisión representa más que el simple cierre de una cadena de tiendas; es una tragedia en varios niveles.
En primer lugar, para los empleados de Gap, esta noticia es devastadora. Muchos de ellos han dedicado años de su vida al servicio de la empresa, dejándose la piel por la empresa, y ahora se enfrentan a la incertidumbre laboral y a la búsqueda de nuevas oportunidades en un mercado laboral ya de por sí complicado y difícil. El cierre de las tiendas y el centro de logística no solo significa la pérdida de empleos directos, sino también el impacto en las familias que dependen de estos ingresos.
Por otro lado, para los clientes habituales de Gap en España, el cierre de las tiendas representa la pérdida de una marca icónica y querida. Gap ha sido durante mucho tiempo un estilo popular para aquellos que buscan moda casual y de calidad. ¿Quién no tiene en su casa una de sus icónicas sudaderas con el nombre de la marca en grande y en el centro? Su ausencia dejará un vacío en el mercado y obligará a los consumidores a buscar otras alternativas, lo que puede resultar difícil para aquellos que valoran el estilo y la calidad distintivos de Gap.
El cierre de las tiendas de Gap también tiene implicaciones más amplias para el sector minorista en España. En un momento en que la economía ya enfrenta desafíos significativos, la pérdida de una cadena de tiendas internacionalmente reconocida como Gap puede enviar ondas de choque a través del sector minorista, generando preocupaciones sobre la estabilidad económica y la competencia en el mercado.
Esta empresa destaca por sus acciones dentro del mercado y la sociedad. Como olvidar la colaboración entre Gap y la Fundación Aladina en 2019. En esta campaña, Gap España se unió a la Fundación Aladina, una organización dedicada a apoyar a niños y adolescentes con cáncer y sus familias, para lanzar una campaña solidaria. Durante la campaña, parte de las ventas de ciertos productos de Gap se destinaron a financiar proyectos y programas de la Fundación Aladina, como actividades de ocio, apoyo emocional y becas para familias afectadas por el cáncer infantil. Esta colaboración no solo benefició a la Fundación Aladina al proporcionar fondos adicionales para sus programas, sino que también generó conciencia y apoyo dentro de la comunidad española hacia una causa tan importante como el apoyo a niños con cáncer y sus familias.
En relación con las devoluciones pendientes, Gap ha especificado que estas deben ser recibidas antes del 20 de marzo. Se solicita a los clientes conservar la copia del albarán de recogida o envío del producto para facilitar el proceso de devolución. Además, se informa que los gastos de envío del pedido original en la compra del producto no serán reembolsados.
La empresa ha subrayado que los clientes podrán realizar devoluciones de productos por pedido a través del servicio gratuito proporcionado por su proveedor de servicios logísticos. Para ello, los consumidores deberán enviar los productos al almacén de Gap, ubicado en Cornellá de Llobregat (Barcelona), asumiendo el coste del envío. Antes de enviar los productos, se requiere que los clientes avisen por correo electrónico para coordinar la recogida con aquellos intermediarios como los distribuidores.
