Redacción
La hojaldre, una deliciosa y crujiente delicia de la cocina panameña, es un plato que ha trascendido las fronteras regionales para convertirse en un favorito nacional. Este manjar, perfecto para comenzar el día, se disfruta comúnmente en el desayuno, acompañado de salchichas y queso blanco, creando así una combinación que deleita el paladar de las familias panameñas y despierta sus sentidos cada mañana.
Ingredientes:
⦁ 3 tazas de harina de trigo, base de este esponjoso plato.
⦁ 1 ½ cucharaditas de azúcar, que añade un sutil toque dulce.
⦁ 1 ½ cucharaditas de polvo para hornear, el secreto detrás de su textura aireada.
⦁ 1 cucharada de mantequilla, que infunde sabor y riqueza.
⦁ 2 cucharaditas de sal, para equilibrar y realzar los sabores.
⦁ 1 taza de agua, esencial para lograr la consistencia perfecta de la masa.
Preparación:
Paso 1: Mezcla de ingredientes secos En un recipiente amplio, combinar la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal. Es crucial mezclar estos ingredientes secos uniformemente antes de incorporar los líquidos para asegurar que la hojaldre tenga una textura consistente.
Paso 2: Incorporación de mantequilla y agua Crear un hueco en el centro de la mezcla de ingredientes secos y añadir la mantequilla derretida. La clave está en agregar el agua gradualmente, cucharada a cucharada, mientras se amasa la mezcla. Este proceso es vital para lograr una masa manejable y que no se adhiera a las manos. La paciencia es esencial, ya que la cantidad de agua puede variar ligeramente dependiendo de la humedad y el tipo de harina.
Paso 3: Reposo y formación Una vez que la masa alcanza la textura deseada, se forma una bola y se cubre con un paño limpio, dejándola reposar de 2 a 3 horas. Este reposo no solo permite que la masa se hidrate uniformemente, sino que también facilita el manejo posterior.
Paso 4: Formado y fritura Después del reposo, se forman pequeñas bolitas que se estiran hasta alcanzar el tamaño deseado. La magia final ocurre al freírlas en aceite bien caliente, momento en el que la hojaldre se transforma en un espectáculo de burbujas y texturas, dorándose a la perfección.
La hojaldre no es solo un plato, sino una experiencia culinaria que refleja la rica cultura panameña. Su preparación, aunque simple en ingredientes, requiere de técnica y paciencia, haciendo que el resultado final sea aún más satisfactorio. Este plato se ha mantenido como una elección popular para el desayuno debido a su versatilidad, siendo igualmente delicioso cuando se sirve solo o como acompañamiento de otros platos típicos panameños.
Más allá de ser una receta tradicional, la hojaldre es un símbolo de la gastronomía panameña, representando la fusión de sabores y técnicas culinarias que han sido pasadas de generación en generación. Su popularidad trasciende edades y preferencias, convirtiéndose en un indispensable en la mesa de cada familia panameña.
En conclusión, la hojaldre es mucho más que un simple pan frito; es un testimonio de la herencia cultural de Panamá, un plato que une a las familias y encarna la esencia de la cocina casera. Ya sea disfrutada en un desayuno tranquilo en casa o como parte de una gran celebración, la hojaldre sigue siendo un favorito eterno, demostrando que los mejores platos a menudo vienen de las recetas más sencillas, pero llenas de amor y tradición.
