Por José Agustín Solís
Javiera Garrido, una destacada patinadora de Roller Free Style, nos lleva a través de su inspiradora trayectoria desde sus comienzos a los 18 años, marcados por retos personales y familiares, hasta alcanzar el podio en competiciones internacionales. Su historia no solo es un testimonio de superación personal y deportiva, sino también un reflejo de su pasión y dedicación por el patinaje. A través de esta entrevista, Javiera comparte cómo el patinaje Free Style se convirtió en su vía de escape, las influencias que moldearon su carrera, su enfoque único hacia el entrenamiento y competición, y su visión para el futuro de este deporte. Además, nos habla sobre el apoyo que ha recibido de organizaciones dedicadas a las mujeres en el deporte y cómo enfrenta los desafíos y lesiones, demostrando una filosofía de vida resiliente y positiva.
¿Qué te llevó a elegir el Roller Free Style sobre otras disciplinas deportivas y cómo comenzaste en este camino?
Empecé a patinar a los 18 años, influenciada por una curiosidad nacida al ver a chicos deslizándose en patines por la ciudad. Mi infancia fue complicada, marcada por la ausencia y los problemas de mis padres, lo que me llevó a una profunda inseguridad y depresión. El patinaje se presentó como una curiosa luz al final del túnel, un desafío que, a pesar de las caídas iniciales, me mostró que era capaz de superar mis miedos y limitaciones. Esta práctica se convirtió en una obsesión saludable, un medio para fortalecer mi cuerpo y mi mente, alejándome de la imagen de víctima que había construido de mí misma.
En el mundo del roller Free Style, ¿quiénes han sido tus mayores influencias o fuentes de inspiración?
Mi camino ha estado marcado por muchas influencias, comenzando por amigos en Chile, como Cristóbal Trujillo y Débora Cárdenas, quienes me introdujeron al patinaje y me enseñaron los primeros trucos. En el ámbito internacional, admiré a patinadores como Mery Muñoz, cuyo estilo y dedicación me inspiraron profundamente. Estas personas no solo me enseñaron técnicas, sino también el valor de la comunidad en este deporte, impulsándome a formar grupos y asociaciones para apoyar a otras mujeres en el patinaje.
¿Podrías describir cómo es una sesión de entrenamiento típica para ti y cómo te preparas para las competiciones?
Mi enfoque hacia la preparación y el entrenamiento ha evolucionado significativamente, dando un gran peso a la preparación mental. He incorporado técnicas de respiración, visualización y autohipnosis para abordar los nervios y el miedo, elementos que antes limitaban mi desempeño. Ahora, antes de competir, me conecto con el espacio, tocando el skatepark, pidiéndole colaboración. Este enfoque más consciente y relajado ha mejorado mi rendimiento, permitiéndome disfrutar verdaderamente de la competición y, sorprendentemente, alcanzar metas que nunca pensé posibles, como subir al podio en competiciones internacionales.
De todas las competencias en las que has participado, ¿hay alguna que consideres como un punto de inflexión en tu carrera? ¿Por qué?
Una competencia que realmente marcó un antes y un después en mi carrera fue el Winter Clash en Holanda, un evento legendario en nuestro deporte. Lograr el tercer lugar entre las mejores del mundo fue un logro inesperado que me llenó de orgullo y emoción. Este éxito fue un testimonio del trabajo mental y físico que había estado desarrollando, así como de la pasión y el disfrute que había reencontrado en el patinaje. Fue un momento de validación, no solo para mí sino para toda la comunidad de patinadores de Chile, demostrando que con dedicación y amor por lo que haces, los sueños más inesperados pueden hacerse realidad.
¿Puedes compartir cómo enfrentas el aprendizaje de nuevos trucos y técnicas?
El aprendizaje de nuevos trucos es siempre un desafío que combina miedo, técnica y mucha práctica. He desarrollado un método que implica descomponer el truco en partes manejables, protegerme adecuadamente y utilizar la visualización para preparar mi mente antes de intentarlo físicamente. Este enfoque me ha permitido superar el miedo inicial y avanzar paso a paso hasta dominar trucos complejos, aceptando que el proceso incluye caídas, frustraciones y, sobre todo, paciencia y perseverancia. La clave está en escuchar a tu cuerpo, protegerte y mantenerte positivo, incluso en los días en que el progreso parece estancarse.
Elegir la música adecuada es crucial en las rutinas de patinaje Free Style. ¿Cuál es tu proceso para seleccionar la música y cómo crees que influye en tu rendimiento?
Aunque en las competiciones prefiero sumergirme completamente en el ambiente, sintiendo la energía de la gente y el lugar sin música, en mis entrenamientos personales, la música juega un papel crucial. Opto por beats e instrumentales, especialmente aquellos con un toque experimental. La música me ayuda a encontrar mi ritmo y fluir con los movimientos; es como si cada nota guiara cada salto y cada giro. Aunque crecí escuchando mucho hip hop, que por su naturaleza callejera complementa perfectamente la esencia del Roller Free Style, ahora busco sonidos que me motiven y me permitan conectar aún más con la práctica.
A lo largo de tu carrera, ¿has sentido el apoyo de organizaciones como la Asociación de Mujeres para el Deporte Profesional? ¿De qué manera?
Este año decidí unirme a la Organización de Mujeres al Deporte buscando apoyo y orientación para desarrollar una asociación de mujeres patinadoras. Su ayuda ha sido invaluable, ofreciéndome recursos, información sobre derechos y legislación, lo cual es fundamental para nuestra visibilidad y reconocimiento en el deporte. Aunque el camino para las mujeres en el deporte está lleno de desafíos, contar con el respaldo de organizaciones dedicadas a promover nuestra participación hace una gran diferencia. Nos ayuda a enfrentar las dificultades con mayor confianza y a luchar por condiciones más equitativas.
Enfrentar el riesgo de lesiones es parte del deporte. ¿Cómo manejas el miedo y te mantienes motivada a pesar de los desafíos?
Las lesiones son parte inherente del patinaje, pero he aprendido a verlas como lecciones en lugar de obstáculos. Mi enfoque ante ellas es bastante filosófico: creo que a veces el cuerpo las manifiesta como una llamada a atender necesidades más profundas, como el descanso o la atención a ciertas áreas de nuestra vida. Me protejo, escucho a mi cuerpo y me mantengo en sintonía con mis límites. Cuando ocurre una lesión, intento ver el lado positivo, como una oportunidad para enfocarme en otras pasiones o para reflexionar sobre mi práctica. La prevención, la paciencia y la positividad son clave en mi manejo del riesgo de lesiones.
El patinaje Free Style afecta muchas áreas de la vida. ¿Cómo crees que ha influido en tu crecimiento personal?
El patinaje ha sido transformador para mí, abriendo puertas a nuevas culturas, amistades y oportunidades. Ha sido una herramienta de empoderamiento personal, ayudándome a superar la timidez, la depresión y los ataques de pánico. Al compartir mi historia, he descubierto que inspira a otros, lo cual me motiva a seguir adelante. Patinar me ha enseñado sobre la resistencia, la importancia de seguir lo que te apasiona, sin importar las opiniones ajenas. Es una práctica que fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu, demostrando que con determinación y amor por lo que haces, es posible alcanzar lugares que nunca imaginaste.
Mirando hacia el futuro, ¿Cómo esperas que evolucione el patinaje Free Style y qué cambios anticipas o deseas ver?
Sueño con un futuro donde el Roller Free Style crezca y sea reconocido mundialmente, donde los estereotipos y prejuicios se disipen, y donde prevalezca el respeto mutuo entre todas las disciplinas deportivas. Estoy trabajando en proyectos como un podcast y talleres que combinan patinaje con empoderamiento personal y mental, buscando inspirar a las nuevas generaciones a patinar con confianza y pasión. Deseo que el deporte evolucione hacia una comunidad más inclusiva y solidaria, donde el compartir y disfrutar juntos sea la base de nuestra práctica.
En tu experiencia como mujer en el patinaje Free Style, ¿has encontrado obstáculos específicos relacionados con tu género? ¿Cómo los has superado y qué consejo le darías a otras mujeres en situaciones similares?
Nunca me he sentido directamente discriminada en el deporte, pero sí he sentido la presión de probar mi valía. La clave ha sido enfocarme en mis propios objetivos y no en las expectativas ajenas. Afortunadamente, veo cambios positivos, como la igualdad en los premios de competiciones, que motivan a más mujeres a participar y destacar. Mi consejo para otras mujeres es que se enfoquen en su pasión y disfruten del patinaje, sin prestar atención a los prejuicios.
Para aquellos interesados en el patinaje Free Style pero indecisos sobre cómo comenzar, ¿Qué consejos les darías?
A quienes deseen empezar en el Roller Free Style, les diría que se armen de paciencia y se protejan bien. Es un camino de aprendizaje continuo, donde cada caída y cada logro te enseñan algo valioso. Conectar con la comunidad de patinadores puede ofrecer apoyo, inspiración y consejos prácticos. Lo más importante es disfrutar del proceso y celebrar cada pequeño avance.
Por último, ¿tienes algún objetivo o proyecto en el futuro en mente que te gustaría compartir?
Estoy enfocada en mi podcast ‘Conscious Athlete’, donde exploro la intersección entre deporte y conciencia, compartiendo técnicas y entrevistas que ayudan a mejorar el rendimiento desde el interior. Además, estoy organizando talleres que integran el patinaje con el desarrollo personal, buscando ofrecer una experiencia holística que fortalezca a los patinadores en todos los aspectos de su ser. Estos proyectos, junto con competiciones y viajes, forman parte de mi visión para expandir el impacto positivo del patinaje en la comunidad y más allá.
