viernes, abril 26, 2024

Joaquín Marcelo: «De todas las experiencias vividas se puede sacar algo positivo»

Texto: Carmen Aniorte/ Fotos: J.M.

Es coreógrafo y bailaor a pesar de su absoluta sordera, Joaquín Marcelo comparte su historia en «Crecer desde el silencio«. Perdió la audición a los ocho años, pero lleva más de 30 sobre las tablas, trabajando como bailarín y coreógrafo sin descanso. Es también uno de los referentes mundiales en Jeet Kune Do, el arte marcial creado por Bruce Lee. Ahora comparte su historia de superación con el objetivo de crear puentes de comunicación con las personas sordas. ¿De qué manera? con «Crecer en silencio«, un libro editado por Plataforma Ediciones y que acaba de salir a la venta.

¿Qué siente cuando le califican como un luchador?
Me llena de orgullo. En esta vida no tienes opción; de una manera u otra hay que sacar esa faceta de luchador para poder conseguir los objetivos marcados. Nada se consigue sin esfuerzo. Pero, no obstante, a algunos seres humanos se les exige mayor esfuerzo que a otros, dependiendo de la condición social, el factor suerte, o las propias barreras que surgen por haber sido golpeado por la vida de una forma más dura a nivel físico, psíquico o sensorial. No podemos decidir las circunstancias que nos rodean, pero podemos decidir cómo enfrentarnos a ellas. Admiro a aquellas personas que han logrado cumplir sus sueños luchando por ellos tras haber fracasado una y otra vez. No hay que desanimarse ante el fracaso, sino enfocarlo simplemente como un camino que no conduce al éxito. Así pues, prueba otro camino. Como decía Samuel Beckett: «Fracasa de nuevo. Pero fracasa mejor«.

 ¿Cómo surgió la idea de escribir el libro?

Esa idea rondaba por mi cabeza desde hace tiempo. Había personas que me decían que debería escribir un libro contando mi historia porque podría ayudar a otros con mi mismo hándicap sensorial. Pero siempre estaba ocupado trabajando montando coreografías y creando musicales… Hasta que surgió esta pandemia, donde estuvimos todos confinados, y me dije: «ahora o nunca».


¿Qué destacaría de él por encima de todo?

Difícil destacar una sola cosa porque son varias las facetas a las que tuve que enfrentarme, a nivel personal, social y profesional. Pero diría que, en término general, el principal enfoque del libro trata sobre el afán de superarse a sí mismo, tener fe en las propias posibilidades, y no dejarse vencer cuando los obstáculos vienen uno detrás del otro. Y también que la sociedad entienda la realidad que hay detrás de las personas sordas.

Se dice que somos solidarios y respetuosos con nuestros semejantes ¿Es eso cierto o no somos como decimos ser?

Hay de todo, la verdad. Pero, al menos desde la experiencia que yo he vivido, en un amplio porcentaje no somos tan solidarios como comúnmente se cacarea. La gente habitualmente va demasiado a lo suyo, lo cual es comprensible, pero no son conscientes que tan solo con pequeñas ayudas puntuales pueden hacer un bien enorme a determinadas personas. Y luego, también están aquellos que se vuelcan y ofrecen todos los medios que están a su alcance para ayudar.

‘Crecer desde el silencio’ ¿Ayudará a despertar conciencias?

Eso espero. Y muy especialmente con respecto a los discapacitados auditivos. Es importante que haga constar que gran parte de la sociedad no sabe qué hacer para poder comunicarse con alguien que les indica que no oye. La sordera parece ser la gran olvidada de entre las discapacidades por las entidades públicas: no hay campañas de divulgación donde se explique cómo crear puentes de comunicación con las personas sordas. Y esto es algo que debería suceder de forma urgente, ya que estas barreras de comunicación se están viendo agravadas en estos días de pandemia debido al uso de las mascarillas. Aunque pueda parecer sorprendente, la mayoría de la gente no sabe que los sordos deben leer los labios para poder entender. Hay muchos casos donde se niegan a bajarse la mascarilla unos breves segundos (y aún habiendo mampara por medio y suficiente distancia de seguridad) por miedo al contagio, algo que es totalmente respetable, pero siempre existe la opción de poder escribir en un papel lo que se quiera comunicar. Y, aún así, mucha gente continúa hablando tras la mascarilla, incluso alzando la voz y creyendo que así les entenderán mejor, pero sin ser conscientes que las personas sordas necesitan otras vías de comunicación. Es, pues, un problema de falta de información.

Bailarín, coreógrafo y artes marciales… ¿Una mezcla explosiva?

Jajaja, un poco, sí. Incluso en mis años en que compaginaba el baile con las artes marciales, a nivel físico necesitaba una preparación muy diferente, con lo cual a veces volvía un poco loco a mi cuerpo… Pero digamos que, a medida que pasaban los años, éste terminó por acostumbrarse a ello y fue respondiendo bastante bien. Y luego estaba el factor psicológico: la mentalidad es igualmente muy diferente. Con lo cual me acostumbré a ir cambiando el «chip» mental, dependiendo de la situación que me encontrara. Y terminó convirtiéndose en mi Yin y Yang, las dos mitades opuestas que se complementan.

Escribir este libro ¿le ha servido para sacar a la luz las experiencias vividas a modo desahogo?

En cierta medida. Desde luego, no es lo mismo recordar fugazmente situaciones vividas que tener que recrearlas con mayor detenimiento para poder describirlas en un libro. Me ha hecho revivir muchas experiencias pasadas, algunas buenas y otras no tan buenas. Pero todas terminaron siendo positivas, al fin y al cabo.


¿Han habido más momentos positivos o negativos?

Como ya dije antes, de todas experiencias vividas se puede sacar una lectura positiva. Pero entiendo que la pregunta es si emocionalmente pasé más momentos buenos que malos… En mi vida ha habido de todo. Quizá fuese cosa de etapas: pasé por etapas buenas (donde te parece que todo va sobre ruedas) y no tan buenas (donde tienes la sensación de que nada te sale bien). Sinceramente, creo que las segundas fueron más habituales que las primeras, hablando en términos generales, pero lo importante es que, incluso en esas etapas menos buenas, siempre existió en mí un sentimiento de rebelarse contra lo que parecía un círculo vicioso que daba la sensación (en aquel entonces) de no acabar nunca. Pero no es así. Todo cambia y nada permanece. Esto lo aprendí de las artes marciales, y es la base de la milenaria filosofía taoísta: lo único seguro es que todo está en constante proceso de cambio. Así pues, fluye con él. No dejes que tu propio estado mental te frene y sé cómo el agua; conviértete en un río de agua que fluye y no en un charco de agua estancada.



Por último ¿Por qué hay que leer este libro?

Este libro está dirigido hacia cualquier persona, con o sin discapacidad, que sienta que los obstáculos con los que se enfrenta en su vida son demasiado altos para poder superarlos. Por tal razón, se desmotivan y abandonan sus proyectos y sus sueños. Nadie dice que sea fácil, pero con determinación y actitud, los resultados terminan por llegar. Y, durante el camino, si tienes tu enfoque centrado en el objetivo, conseguirás dos cosas positivas: una, que tu mente estará trabajando en ello, que siempre es más sano que lamentarse; y dos, el camino para conseguir tu meta estará en funcionamiento y, por lo tanto, cada vez estarás dando un paso más hacia ella. No dejes que nadie te diga que no puedes hacerlo.

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