miércoles, abril 24, 2024

Juan Antonio Ordóñez: “No pretendo gustar a todo el mundo e intento definirme sin complejos en lo que sé y me gusta hacer”

Texto: Javier Cuenca / Fotos: fbódaloVK / J.A.O.

El cantautor madrileño debutará el 19 de abril en Libertad 8 con un nuevo formato a trío

El cantautor Juan Antonio Ordóñez es un habitual de esos lugares donde hay gente que se sube a un escenario con una guitarra o cualquier otro instrumento para interpretar sus canciones o declamar sus poemas. Aunque hubo un tiempo en que cocinaba y desgranaba sus letras y músicas en la intimidad del hogar, hace unos años decidió empezar a compartirlas con los demás y a frecuentar esos locales a los que me refería al principio, acompañado de una guitarra o de un piano. Sin embargo, el próximo 19 de abril se le podrá ver y escuchar en el café Libertad 8 de Madrid, sitio que Ordóñez conoce bien, en un formato distinto: piano, bajo y guitarra. Hemos conversado con él para hablar de este concierto y de su música.

A Juan Antonio Ordóñez (Madrid, 1964) no le importa que le llamen cantautor. Y es que lo es en la medida en que escribe y canta sus canciones, pero también por lo que tiene de mítico ese adjetivo: Juan Antonio es un hacedor de letras y melodías a la antigua usanza, como aquellos artesanos de entonces que sabían extraer de una guitarra la música necesaria para vestir los textos que destilaban desde la poesía más intimista. Un EP y tres discos de larga duración, además de otro puñado de canciones que ha ido “soltando” en plataformas digitales, dan fe de una trayectoria que se ha fraguado a golpe de escenario y trabajo permanente.

El próximo 19 de abril tiene una nueva cita con su público, esa corte fiel de seguidores que acude asiduamente a sus conciertos para escucharle con devoción. Pero esta vez se trata de un concierto diferente, pues Juan Antonio no se subirá al escenario del café Libertad 8 de Madrid únicamente con su guitarra, sino que lo hará en compañía de un  pianista y un bajista, lo que supone, en sus propias palabras, “todo un salto”.

El cantautor madrileño está convencido de que con este nuevo formato “crecerán las canciones, que son las que sobre todo justifican al artista, al menos en mi caso”. “El público podrá disfrutar con ellas de todo un maestro como es Miguel Sacristán (piano). Él me conoce bien, ya que nos une una amistad y un cariño que viene de la adolescencia, en la que grabé con él unas cuantas maquetas en casete que conservo como oro en paño. Él sabe mejor que nadie qué necesitan esas canciones de corte ‘canción de autor’ que ya funcionan con guitarra y voz para que en un concierto en directo se conviertan en todo un acontecimiento”, explica a Más Noticias.

Cuenta Ordóñez que cuando Sacristán le ofreció recientemente dar un concierto con este formato no lo dudó ni un segundo. “Además”, añade, “ha involucrado en el proyecto a Gonzalo Sánchez (bajo), que es músico muy experimentado y profesional. La verdad es que estoy muy feliz, me siento muy arropado. A quienes no me conozcan vendería este concierto como algo único y grande que va a suceder y que, además, quiero compartirlo con ellos, pues es el único sentido que tiene esto de subirse a un escenario en directo”.

Y a los que ya le conocen, a quienes van de manera habitual a sus actuaciones, la mayoría de ellos amigos que  ha tenido “la suerte de ir adquiriendo concierto tras concierto y que son la columna vertebral de todo este lio de dar conciertos en salas como Libertad 8”, quiere transmitirles con esta nueva cita “un poco más de cariño, si cabe”. “Por eso he querido llamar a este concierto ‘Gracias por venir’, que además será la canción de apertura, una canción dedicada a ellos, a los de siempre y a los que acuden por primera vez”, dice.

Ni el polvo ni el aburrimiento

Aunque Juan Antonio lleva componiendo canciones mucho tiempo, estuvo un largo período sin subirse a los escenarios, hasta que en 2013 decidió volver a ellos y retomar los conciertos con nuevo repertorio. Desde entonces ha grabado varios discos de larga duración y diversos singles. Me comenta que el balance de su actividad artística desde que se produjo esta vuelta a los conciertos en directo es “muy positivo”.

Añade que ese periodo en que estuvo ausente de los escenarios fue muy prolongado, y aunque durante todos aquellos años su guitarra “no conoció el polvo ni el aburrimiento”, jamás pensó que volvería a retomar el contacto con el público y salir más allá de su estudio. “Esto de alguna manera lo he conseguido”, afirma, “al igual que grabar estos álbumes y más de una veintena de singles”.

Reconoce Ordóñez que hoy las cosas funcionan de una manera muy diferente a como lo hacían en el pasado, “unas para bien y otras para mal”. “Por un lado los músicos tenemos muchas más herramientas que nos permiten autoeditarnos, distribuirnos y promocionarnos sin tener siquiera una discográfica, gracias a la informática e Internet. Pero por otro todo esto queda en muchas ocasiones eclipsado por algoritmos que como siempre se deben más al dinero que a la música”, indica”.

Se puede decir que Juan Antonio Ordóñez es un cantautor en el más estricto sentido de la palabra, con la mirada siempre puesta en los artistas que han dado lustre a ese género y lo han definido, además de un creador muy fiel a sus orígenes y a ese estilo. Se lo hago notar y le pido que me hable de esas señas de identidad. “Bueno, en realidad hago lo que quiero hacer con todas sus consecuencias. No pretendo gustar a todo el mundo e intento definirme sin complejos en lo que sé y me gusta hacer y buscar a mi público. Mi intención es siempre crecer, pero sin traicionar a la música que me gusta y sé hacer, la que heredé de mi pasado musical, de lo que escuché desde niño. De cualquier manera, sea el estilo o género que sea, creo que al final todo se resume en buenas y malas canciones. Para mi ese es el reto”, subraya.

Esa condición de artesano de nuestro entrevistado a la que me refería más arriba no sólo se manifiesta en el mimo con el que cuida sus composiciones, sino también en la forma de grabarlas. Y es que Juan Antonio es responsable prácticamente de todo el proceso de producción y grabación de sus discos, excepto del primero, “Mi mundo al revés”, que produjo su amigo Javi Serrano, los cuales culmina en su pequeño estudio casero, llamado Lo Que Quiero, igual que una de sus canciones más emblemáticas. Eso sí: en ocasiones suele rodearse de avezados músicos que ponen su talento al servicio de estas grabaciones, como el violinista Manu Clavijo, el mencionado Miguel Sacristán o el cantautor y guitarrista Juan Fernández Fernández, entre otros cómplices.

Juan Antonio Ordóñez en Libertad 8

Juan Antonio nos habla de ello: “Me he convertido, como tantos otros, en un artesano, sobre todo por obligación, ya que costear una producción sin tener detrás una discográfica en un estudio ha sido para mí hasta la fecha imposible. Existe la posibilidad del crowfunding, sí, pero me produce ansiedad con sólo pensarlo (ríe). Producirse a uno mismo tiene ventajas tales como la comodidad y la accesibilidad. Te permite también más control de que la producción se encamine hacia donde imaginaste, pero esto al final también se vuelve en contra cuando tocas techo, y después de un par de buenos discos comienzas a hacer todo con el mismo sonido. Y más o menos me encuentro ahora en eso”.

Asegura que hay varios productores, como por ejemplo el también cantautor Antonio de Pinto (a quien también entrevistamos en Más Noticias, por cierto), con los que le gustaría trabajar. “Pero desde que regresé a los escenarios y pensando en una producción a lo grande, siempre he tenido la certeza de que Miguel Sacristán sería el más indicado. Pero salvo que apareciese por ahí un mecenas dispuesto a apostar por mi trabajo… No obstante, ¿Quién sabe si en un futuro más o menos cercano  se presente la oportunidad de hacerlo? Ojalá”, dice.

Como el amor

Es habitual escuchar a Juan Antonio Ordóñez en algunos de los micros abiertos que proliferan por Madrid, especialmente en el que conduce Andrés Sudón en Libertad 8 los lunes y martes por la tarde. Estos espacios son clave para que muchos otros artistas como él puedan dar a conocer su trabajo. “Los micros abiertos en mi carrera han sido decisivos, sobre todo el de Libertad 8. Siempre presumo de ser un ‘malocho’ (ríe) y confieso tener debilidad por este en concreto”, señala.

Cree que, en general, en los micros abiertos “entablas relación con nuevos compañeros y consolidas amistades; todo alrededor de un amor en común por la música. En ellos siempre encuentras a muchos más artistas que público”. Y apostilla: “Desde luego fueron muy importantes para mí en los primeros  años de retomar mi carrera, ya que me ayudaron a desempolvar mi relación con el público desde el escenario. Creo que somos muy afortunados los artistas de tener en Madrid tantos micros abiertos”.

En cuanto a la situación actual de la música de autor, Ordóñez considera que a excepción de casos puntuales o de la “época dorada” representada por los cantautores clásicos, a este estilo siempre le ha sido muy difícil abrirse paso hacia el gran público, y eso que de él se nutren muchísimos otros géneros musicales. “Hay gente muy buena por ahí, mucha, e invito a descubrirla  en la extensa oferta que hay en salas pequeñas de toda la geografía española”, dice.

Añade que, como en todos los ámbitos de la sociedad, también existe competitividad en la música de autor, dado que se acentúa más en aquellas profesiones en que se pone en juego la vanidad. “Eso no quiere decir que no encuentres buenos compañeros e incluso buenos amigos. Y no obstante, todo esto el escenario y el público lo cura y lo justifica. Dedicarse a la música es como el amor”, indica.

Por último, el artista madrileño opina que las redes sociales tienen muchísima importancia en este momento en la difusión de la música porque son la mejor manera de convocar e informar al público, y apunta que incluso los grandes las utilizan junto a campañas en prensa, radio y televisión. “Lo que ocurre es que de nuevo nos topamos con unos algoritmos que benefician a unos más que a otros, siempre la cuerda se rompe por el sitio más débil… pero a pesar de todo, en mi caso las redes sociales son  decisivas. Hoy en día sobre el artista recae toda la promoción de sus conciertos y es probablemente la mejor herramienta que cualquiera tiene a mano”, señala.

Además del concierto con nuevo formato del próximo 19 de abril en Libertad 8, Juan Antonio Ordóñez estará en mayo actuando en Valencia, de la mano de la asociación de amigos de Joan Baptista Humet, que, dice, siempre le acoge de manera generosa y hospitalaria. También está preparando canciones para un futuro disco, aunque, recalca, “a fuego lento”.    

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