viernes, abril 19, 2024

Juanma Díez Diego, actor y autor teatral: “La memoria histórica debe estar por encima de ideales y banderas”

Texto: Javier Cuenca/ Fotos: J.D.D.

La memoria histórica. Eso tan controvertido y a veces tan frágil, tan traído y llevado por la opinión pública, es la pieza que vertebra “Señor B. Algunos desastres de una guerra”, la primera obra teatral como autor del actor Juanma Díez Diego, quien se muestra absolutamente convencido de la necesidad de reivindicarla y aboga por que pidan perdón aquellos que pretendieron sumir en el olvido a las víctimas de la Guerra Civil Española, por encima de ideales o banderas.

La obra puede verse actualmente en el madrileño Teatro del Barrio y está protagonizada por el propio Díez, junto a Borja Cortés, Mabel del Pozo y Lolo Diego, bajo la dirección de Jorge Sánchez. Hemos conversado con su autor para que nos ofrezca detalles sobre esta producción y otras cuestiones relacionadas con el argumento de la misma.

Cuenta el actor y dramaturgo Juanma Díez Diego, uno de los fundadores de la compañía de teatro de improvisación Jamming, que el detonante de “Señor B…” fue el relato de una prima suya sobre el fusilamiento de un familiar al comienzo de la Guerra Civil Española. “Esta obra surge en una conversación que tengo con mi prima. Una conversación que se convierte casi en una revelación una tarde en el pueblo, donde me dice que a su abuelo lo mataron en la guerra y que su padre tiene unos escritos sobre lo ocurrido: una investigación exhaustiva sobre datos de lo que ocurrió, cartas, material sobre ello”, explica Díez a Más Noticias.

Cartel-Señor B-Luces y Sueños-

Añade que en esa conversación hubo un momento clave en el que él le preguntó a su prima qué edad tenía su abuelo cuando lo mataron, y haciendo cálculos resultó que contaba 37 años, los mismos que el propio autor de la obra cuando ella le estaba contando esa historia. “Todo eso me lleva a querer contar una historia sobre ello y me lleva también a darme cuenta de la ignorancia que yo tenía sobre lo ocurrido en aquellos días tanto en mi pueblo como en mi país durante la Guerra Civil Española”, indica.

Dice que en un principio quería escribir un monólogo dramático y comprometido con el material de que disponía el padre de su prima y que compartieron con él, pero se dio cuenta de que narrar esta historia resultaba más complejo y de que le suscitaba una serie de dudas a la hora de contarla que se traducían en personajes. “Son esos personajes que aparecen en la obra y que no me dejan contar la historia como yo creo que debo contarla”, señala este actor y dramaturgo.

Heridas abiertas

Asegura Juanma Díez que no tuvo ninguna duda sobre la pertinencia de llevar a escena esta historia. “Lo tenía muy claro” dice, “porque me di cuenta que como nietos de aquellos días, teniendo ese arquetipo de nietos de la Guerra Civil, puede existir en nosotros una responsabilidad de contar aquellos días y de seguir descubriendo e indagando en aquel pasado que por las circunstancias que hubo estuvo tremendamente silenciado (nuestros abuelos nos pedían silencio o nos decían que de eso no se habla)”.

E insiste: “Creo que hay una responsabilidad de nuestra generación de poder mirar hacia allí sin los condicionantes que nuestros antepasados tuvieron, que con la perspectiva del paso del tiempo podemos verlo quizá de una manera menos condicionada. Siempre es un momento adecuado para mirar a aquel pasado que está tan silenciado y que hace que tengamos heridas abiertas en este país con aquello, por mucho que no se quiera reconocer o que algunos no quieran reconocerlo”.

Sea como fuere, recalca que aún queda mucho por hacer en lo que respecta a la memoria histórica porque durante la Transición se hizo el “pacto del olvido y del silencio”, algo necesario en aquel momento debido a las circunstancias, pero esto no significa que ahora “no podamos decir que eso no tiene por qué ser así”. “Creo que queda mucho por hacer” subraya, “porque hay muchos muertos no reconocidos y hay que pedir perdón por lo ocurrido. Entiendo que en aquel entonces no se hiciera, pero ahora no veo por qué no. Creo que la contaminación política hace que no se permita eso, y eso debe estar por encima de ideales y de banderas”.

La intención de Díez es que la obra continúe representándose más allá de febrero y marzo, meses en los que continuará en el Teatro del Barrio, y asegura que seguirá escribiendo porque “una vez que a uno le atrapa, no lo puede soltar”. Y remacha: “Yo quiero creer que habrá más obras mías en el futuro”.

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