Redacción
La Alcaldesa Mayor de las Águedas ha sido la cogolludense Gema Ayllón
Se la conoce como la «fiesta de las mujeres», puesto que son ellas quienes adquieren relevancia durante las celebraciones. A lo largo de dos intensas jornadas , el pasado 7 y 8 de febrero, tuvo lugar esta celebración, que entronca con las tradiciones ancestrales de Cogolludo.
El programa de esta fiesta en 2025 comenzó el día de vísperas a las 17.30 horas. En ese momento, las mujeres de Cogolludo se reunieron en la plaza Mayor. Desde allí, acudieron al tradicional volteo de campanas, en la Iglesia de Santa María, y a las vísperas.
Seguidamente, la comitiva se dirigió hacia la casa consistorial, donde se procedió al nombramiento de la Alcaldesa Mayor, que este año es Gema Ayllón, para dar lectura al pregón oficial de las fiestas. “Es un honor y un orgullo ser la Alcaldesa Mayor de las Águedas. Llevo viviendo esta fiesta desde que tengo uso de razón, bailando los bailes regionales, vistiéndome con el traje típico y participando en todas sus actividades. Para mí, es muy importante mantener y reforzar esta tradición. Con los tiempos que corren, la gente se desvincula y la participación baja. Fue mi madre quien me inculcó la devoción por Santa Águeda. Ser Alcaldesa Mayor significa para mí dar un paso más para mantener el legado de las que me precedieron, y también para transmitírselo a las nuevas generaciones”, señala.
Una vez concluida la intervención de Gema, un munícipe cogolludense le hizo entrega del bastón de mando, que la Alcaldesa Mayor custodió hasta el final de la fiesta.
Sobre Fátima Gismero
El camino de Gismero hacia la pastelería comenzó a los 16 años, cuando dejó atrás la ciudad de Guadalajara para asistir a la escuela de pastelería en Madrid. El tiempo que pasó en la panadería familiar -es nieta e hija de panadero- localizada en Pioz (Guadalajara) le permitió aprender las técnicas del oficio de manera fácil y natural. En Barcelona perfeccionó su oficio estudiando en EPGB (Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona). Trabajó en pastelerías con los mejores profesionales del sector, y participó en numerosos concursos de pastelería.
Su camino hacia la gastronomía molecular llegó por casualidad. Mientras trabajaba para Solé Graells, distribuidor oficial de los productos del famoso restaurante El Bulli de la familia Adria, tuvo que sustituir a una compañera de trabajo. Afortunadamente, Gismero es una aprendiz visual y, al igual que su tiempo en la panadería familiar, había pasado horas observando. Una vez más, aprendió rápidamente, sumergiéndose en el oficio.
Se le encomendó la tarea de crear nuevas texturas, como espumas, gelatinas y espesantes, y fue invitada a las cocinas de los restaurantes con estrellas Michelin, como Mugaritz y Disfrutar, para aprender nuevas técnicas.
Hoy, Fátima se encuentra de nuevo en el aula, compartiendo su pasión y curiosidad con sus alumnos por toda España. También se ha hecho cargo de la panadería familiar, ahora Panadería Pastelería Fatima Gismero, en Pioz (Guadalajara). Fátima cree que es importante mantener las raíces y las recetas de la panadería, por lo que todavía crea pasteles tradicionales como perrunillas, pastas de almendra y tarta San Marcos. Pero también ha introducido nuevos productos que incluyen una línea de tabletas de chocolate gourmet y galletas saludables con harina de espelta local e ingredientes «super» como cúrcuma, remolacha y espirulina. La incorporación de la gastronomía molecular no siempre tiene por qué ser un espectáculo; en la panadería, ayuda a Fátima a mantenerse fiel a los ingredientes y respetar los productos de alta calidad que se utilizan en el obrador.