Por José Agustín Solís/ Fotos Instagram
Luis Tejada, más conocido como «El Matador», no solo fue un ícono del fútbol panameño, sino también una figura destacada en el ámbito deportivo internacional. Nacido el 28 de marzo de 1982, Tejada inició su carrera en el Tauro FC de Panamá en 2001, mostrando desde temprano una capacidad innata para anotar goles y una presencia en el campo que lo distinguía de sus compañeros y rivales.
La carrera de Tejada rápidamente se disparó más allá de las fronteras de Panamá. Su habilidad para encontrar la red en momentos cruciales lo llevó a jugar en clubes de Colombia, Perú, México y los Emiratos Árabes Unidos. En cada equipo que integró, Tejada dejó una marca significativa, ganando admiradores y respeto por su destreza goleadora y liderazgo en el campo. En Perú y México, en particular, dejó una huella imborrable.
Sin embargo, fue con la selección nacional de Panamá donde «El Matador» realmente brilló. Se convirtió en uno de los máximos anotadores de la selección, empatando con Blas Pérez al marcar 43 goles cada uno. Su papel fue crucial en la clasificación de Panamá para su primera Copa Mundial FIFA en 2018, asistiendo el histórico gol de Román Torres que aseguró la participación de Panamá en el mundial de Rusia. Uno de sus momentos más memorables fue su golazo de chilena contra México en 2005, una hazaña técnica que resaltó su destreza y creatividad.
El Ser Humano Detrás del Futbolista
Más allá de los goles y las victorias, Tejada es recordado por su humildad y pasión. Estas cualidades lo convirtieron no solo en un gran jugador sino también en un ser humano excepcional, cuyo impacto trasciende el deporte. Los testimonios de sus compañeros revelan la profunda huella que dejó en aquellos que tuvieron el placer de conocerlo y jugar a su lado.
Blas Pérez, compañero de ataque y amigo cercano de Tejada, compartió un emotivo mensaje que resalta la pasión y el espíritu de Luis en el campo: «Hoy me encuentro escribiendo estas palabras con un nudo en la garganta y el corazón lleno de tristeza. Tu amor por el fútbol siempre fue inspirador y ver tu pasión en la cancha era una experiencia única… Serás un histórico por siempre descansa en paz, querido amigo.»
El legado de Luis «El Matador» Tejada va más allá de los récords y trofeos. Representa la historia de un atleta que superó obstáculos, llevó a su equipo a nuevas alturas y se convirtió en un símbolo de excelencia y perseverancia. Su historia es un faro de inspiración, no solo para los jóvenes futbolistas sino para todos aquellos que buscan alcanzar la grandeza a pesar de las dificultades.
En el campo, Tejada era conocido por su habilidad para tomar decisiones rápidas y su capacidad para cambiar el curso de un juego en cuestión de segundos. Fuera del campo, su carácter afable y su compromiso con la comunidad lo convirtieron en un modelo a seguir.
Participó activamente en iniciativas de caridad y programas de desarrollo juvenil, mostrando una dedicación a su comunidad que igualaba su pasión por el fútbol.
La noticia de su fallecimiento ha conmocionado a la comunidad futbolística y a sus innumerables seguidores. Sin embargo, su espíritu, pasión y humanidad continúan vivos en los corazones de quienes lo conocieron, jugaron a su lado o simplemente disfrutaron de su arte en el campo. Luis «El Matador» Tejada deja un vacío en el mundo del fútbol, pero su legado como deportista y como ser humano seguirá vivo en las generaciones futuras.
