Por S. Cuenca/Fotos: M.P.S.
María P. Schlegel viene de una familia de deportistas. Hasta los 18 años compaginó el atletismo y el voleibol. A este último se dedica profesionalmente desde el 2015. Ha jugado en la super liga española, en la liga italiana A2, en la primera división de la República Checa y en la Bundesliga Alemana. Estudió CAFYD y un Máster en Educación, y ha creado IMPROVE para ayudar a las personas que quieran aprender y mejorar.
María reconoce que compaginó el atletismo y el voleibol durante su adolescencia, desde los 12 hasta los 18 años, «después me concedieron una beca para irme a entrenar a Madrid, a la Residencia Joaquín Blume y ahí es cuando dejé un poco el voleibol para centrarme únicamente en el atletismo«, nos cuenta la deportista. Especializada en Salto de Altura, llegó a obtener 22 medallas a nivel nacional y participó en un Europeo, un Mundial y en los Juegos Olímpicos de la Juventud. «A los 21 años el voleibol reaparece en mi vida, un poco gracias a la Universidad, además, en el atletismo los resultados no acababan de llegar, ahí empezó a ir todo bien, surgiendo oportunidades con el voleibol para irme a otras ciudades y para seguir jugando de manera profesional«, recuerda María. Años más tarde estaba jugando en Italia.
Graduada en CAFYD y un Máster en Educación. ¿Ha sido un plan B porque del voleibol solo no se puede vivir?
Actualmente, desde hace 10 años, mi trabajo principal ha sido jugar al voleibol. Pero, no voy a poder retirarme del voleibol con lo que he ganado, ni mucho menos. Con lo cual, cuando ya no juegue al voleibol, tendré que hacer algo. La educación es mi pasión, es algo que me encanta. De hecho, lo compagino con mi vida como deportista y es algo que me gustaría hacer durante mucho tiempo.
¿Qué ha significado el voleibol en tu vida? fuera y dentro de la cancha…
Para mí, no sería un significado, pero ha completado un poco mis inquietudes, mis aspiraciones, mi todo… El voleibol, realmente lo que ha hecho ha sido darme una segunda oportunidad en el deporte, poder disfrutarlo y ha abierto el camino para poder compartir el conocimiento y mis experiencias con las nuevas generaciones; que es algo que me apasiona, que me encanta y que estoy trabajando para poder seguir y, además, a nivel laboral, he conocido un montón de países y trabajado con muchísima gente de otras culturas. Me ha dado la oportunidad de desarrollarme como persona y como jugadora en diferentes temporadas. Así que, yo creo que me ha dado mucho.
¿En algún momento de tu carrera deportiva te has sentido o te han hecho sentir diferente solo por el hecho de ser mujer?
La verdad es que en muchas entrevistas me han preguntado sobre este tema, si he sentido discriminación por ser mujer. Directamente no, pero indirectamente sí. Por ejemplo, en cuestión de salarios, yo sé que son distintos en el sector femenino que en el masculino. Pero, haber vivido una situación directamente, no, nunca me he sentido discriminada por ser mujer.
Cuéntanos cómo son tus entrenamientos…
Pues depende un poco del momento en el que esté, en temporada o fuera de ella. Cuando estoy en temporada con la selección, normalmente entreno de lunes a sábado, el único día libre es el domingo. Entreno mañana y tarde, por la mañana son entre 2 horas y media y 3 horas, y por la tarde otras tres horas, más o menos. Suele haber dos mañanas que tenemos libre. Fuera de temporada voy al gimnasio a entrenar.
La preparación física es indispensable, pero ¿y a nivel psicológico?
Yo he trabajado con distintos psicólogos en diferentes temporadas, no tengo a nadie en concreto con el que haya trabajado durante toda mi carrera. Lo que sí es que, en esos momentos que he necesitado, me he asesorado o consultado con profesionales.
Mi pregunta iba un poco por si también hay que estar en forma mentalmente, además de fisicamente…
Por supuesto, además, la vida de un jugador de voleibol no es fácil. Creo que es un poco para todos los deportistas que juegan en equipo, se sufren muchos cambios, no existe una estabilidad como tal: cambios de país, cambios a nivel social… Hay que empezar de cero cada 8 meses. Para mí, esto es lo más dificil a nivel psicológico, porque tienes que salir de tu zona de confort. Reconozco que a mi me gusta, pero según va pasando el tiempo te preguntas ¿porqué lo he hecho, con lo bien que estaba yo en mi casa tranquilamente? ¿Por qué me voy a la otra punta del mundo para volver a empezar de cero?
Estuviste en Estados Unidos jugando en la Athletes Unlimited ¿Cómo fue la experiencia?
El año pasado fue la tercera vez que se hacía esta liga, es un concepto totalmente diferente a lo que conocemos. Las jugadoras puntúan de manera individual, no hay entrenadores. Para mi, que era extranjera, ha sido complicado, porque las propias jugadoras eligen a sus compañeras y la mayoría eran americanas. Pero ha sido una experiencia muy buena, he descubierto un mundo nuevo al otro lado del charco y creo que ha sido una experiencia muy positiva. Ahora estoy jugando en la primera liga profesional de Estados Unidos, hay 17 equipos y partidos de ida y vuelta. Para mi, es muy emocionante ser parte de la historia del inicio del voleibol en los EEUU.
Ahora estás jugando en Estados Unidos, pero también lo has hecho en Italia, Alemania y República Checa. ¿El voleibol tiene más repercusión fuera de España que dentro?
Depende del país, pero a nivel general, sí. Tiene mucho que ver con el apoyo económico de diferentes empresas al deporte, en concreto al voleibol. Republica Checa, por ejemplo, creo que estaba por debajo del nivel de repercusión de España, pero, sin embargo, Italia y Alemania tienen mucho apoyo. En Estados Unidos el presupuesto para este deporte es mayor, pero he de decir que en nuestro país el nivel va subiendo y todos los clubs trabajan día a día para conseguir mejores condiciones y un mejor espectáculo.
Tu proyecto, IMPROVE, he visto que es un programa formativo para deportistas y entrenadores de formación, padres y madres ¿Cómo surge?
Surge durante la cuarentena, con la idea de compartir cosas en redes sociales, he de decir que no tenía la presencia que tengo ahora. Se me ocurrió compartir algunos ejercicios para fortalecer hombro, porque me di cuenta de que, en categorías menores, muchas veces existía la buena voluntad de querer hacer un buen trabajo con ellos, tanto por parte de padres y madres como de entrenadores, pero no había un conocimiento específico. A veces, un exjugador de voleibol decide entrenar a sus deportistas, basándose en su experiencia, que no es algo malo, pero es verdad que se les pueden escapar ciertos conocimientos. Por mi experiencia deportiva he podido compartir ideas y es cuando comienzo a desarrollar este proyecto, que en su día, no tenía muy claro a donde iba. Después de meses me encontré con que lo que había creado era un proyecto de formación, con el que quería compartir conocimientos a nivel técnico, táctico y psicológico. Improve es un 360 alrededor de la vida de un deportista de voleibol. Lo hice dirigido a tres perfiles diferentes de personas: atletas, entrenadores y padres. Nuestro programa tiene cuatro secciones diferentes en las que tratamos aspectos muy importantes: prevención de lesiones, aprendizaje y mejora del voleibol, optimización de los calentamientos y técnica de carrera aplicada a los deportes de equipo.
Me sorprende uno de los perfiles, los padres…
Mira, hago campus dirigido a los atletas de entre 10 y 16 años, donde incluyo a los padres, porque creo que ellos también necesitan una mínima formación para ayudar a sus hijos que aman el voleibol. La idea es dar a los padres las herramientas para acompañarlos durante todo el proceso educativo y académico. Con los entrenadores pasa un poco lo mismo, hay muchos que son entrenadores por pasión y dentro de este programa de formación puede haber herramientas para ellos. Este programa está casi empezando, aunque llevo 3 años con el proyecto. La idea es hacerlo crecer y en ello estoy trabajando.
En redes sociales tienes muchísimos seguidores, ¿crees que es una forma de dar a conocer tu deporte y contar tus experiencias? ¿Una manera más de difusión?
Totalmente. La verdad es que a mi las redes sociales me han acercado a un público muy grande; España, Latinoamérica y a nivel mundial. Me dan la posibilidad de acercar a la gente a lo que es el mundo del voleibol y el de una jugadora profesional. A la gente le gusta, puedes ver los seguidores que tengo, por lo que creo que si el voleibol no se vende es porque no hay una estrategia de marketing en condiciones, ni se le promociona como debería.
Yo jugaba al voleibol en el colegio, y participaba con mi equipo en competiciones, en aquel momento todos y todas queríamos jugar, pero años después el voleibol pegó un parón…
Ahora hay otro boom bastante grande. En Voleibol, somos el segundo o tercer deporte que más licencias tiene en España, es decir, hay mucho voleibol, el problema es que lo que no se ve parece que no existe. Necesitamos que el voleibol esté en los medios de comunicación y en la televisión. En mi pequeño canal yo comparto voleibol y veo que gusta. Realmente, el ususario consume lo que se le da, aunque haya veces que lo busque, y la repercusión de este deporte en medios es insuficiente.
Perteneces a la Asociación de mujeres para el deporte profesional ¿Cómo os echan una mano desde allí?
Sí, en cuanto descubrí esta Asociación me metí. Solo llevo unos meses, pero si existe una Asociación que apoya el deporte, hay que pertenecer a ella. Es una institución que te apoya y te ayuda a seguir creciendo como deportista, como mujer y como persona.
A los niños y niñas que quieren convertirse en jugadores de voleibol, ¿Qué les dirías?
Que es un deporte muy bonito. Cuando tu llegas a un grupo, de repente te encuentras con 11 personas mínimo, que comparten su pasión por el voleibol y este, te abre puertas a nivel profesional. Ser jugador o jugadora profesional es la consecuencia de una meta. Yo animaría a todo el mundo a que lo pruebe, tanto mayores como pequeños, porque creo que es un deporte que aporta muchísimo.
