jueves, abril 25, 2024

Marta Plumilla: “Fotodramas” (discográfica: Malvadas Ardillas)

Texto: Javier Cuenca/ Fotos: Malvadas Ardillas

Marta Plumilla es una de esas artistas que ha decidido seguir su propia senda, ignorando modos y modas, transitando un estilo personal y propio que la convierte en una rara avis en el panorama musical español contemporáneo y a la vez la hace única. Pisando fuerte pero sin prisa, Marta se ha ido labrando una carrera sólida a golpe de canciones llenas de originalidad y desparpajo, buscando ante todo la coherencia artística en lugar del éxito fácil, regalándole al fiel y afortunado público que acude a sus conciertos momentos impagables y sorprendentes.

Lejana nos parece ahora, con la que ha caído en los últimos tiempos, la irrupción en el mercado musical de aquel primer disco de esta cantautora gallega, de título extenso y originalísimo, al que siguieron posteriormente otro larga duración, “Álbum”, amparada ya por el sello independiente Malvadas Ardillas, y varios singles. Todos esos trabajos dan fe de una exultante creatividad y una incesante labor compositiva, y a ellos se suma ahora este “Fotodramas”, un EP de cinco canciones donde Plumilla pone su singular universo al servicio de momentos y personajes del cine y la televisión.

El disco se abre con “Loca de amor”, una suerte de introducción a modo de pequeña banda sonora en la que se escuchan sintetizadores, cuerdas y coros operísticos, una peculiar provocación de apenas un minuto y medio que deja paso a “En brazos de King Kong«, donde las guitarras eléctricas adquieren protagonismo y puede ocurrir, y de hecho ocurre, que los tres cerditos del cuento compartan escenario con aquel gorila cinematográfico que asolaba Nueva York. Y es que con Marta cualquier cosa es posible, por muy descabellada que pueda parecer.

Y siguen desfilando por estos “Fotodramas” (el título ya lo dice todo) el conejo Harvey, aquel entrañable y gigantesco personaje al que sólo veía James Stewart en la película de 1950; Alf, el simpático y televisivo extraterrestre que irrumpió en la pequeña pantalla a mediados de los 80, en mi opinión uno de los momentos más inspirados del disco, y Winnie y Kevin, los protagonistas de otra mítica producción televisiva ochentera, “Aquellos maravillosos años”.

Todas estas referencias le sirven a Marta para dibujar viñetas de amor agridulce, desplegar su ácida ironía y expandir su siempre sorprendente e impredecible universo. Sutiles pinceladas de electrónica y guiños al indie-pop sazonan estos “Fotodramas”, que han tenido recientemente su traslación a las tablas, donde Plumilla ha podido aunar sus dos facetas como actriz y cantante.

Por cierto: Este próximo sábado, 16 de julio, estará cantando sus canciones en el Café Libertad 8 de Madrid. No se la pierdan.

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