Por Sandra Cuenca/ Fotos cedidas por Mónica Pont
La actriz catalana, Mónica Pont, ha vuelto a España después de estar seis años viviendo y trabajando en México
Mónica Pont acaba de cumplir 54 años y está en el mejor momento de su vida, ya que ha vuelto de México con las pilas cargadas y con muchas ganas de volver a trabajar en España, después de haber estado fuera seis años. Mónica comenzó su carrera de actriz en 1989, en una serie del canal de televisión catalán, pero también ha hecho cine, televisión y teatro. Todos recordamos la serie «Hostal Royal Manzanares» que protagonizaba la querida Lina Morgan y donde Pont alcanzó su popularidad como actriz. Ha presentado concursos en televisión y en 2014 comienza con su faceta de escritora, colaborando con medios de comunicación escritos y será en 2016 cuando escribe su primera novela, «No estás sola«. En 2019 decide irse a vivir a Ciudad de México, donde colabora en un papel para la película «Guerra de Likes» y en la temporada 2 de «Luis Miguel la serie» para Netflix, así como en varias telenovelas.
Mónica ¿Cómo recuerdas tus comienzos como actriz?
Pues recuerdo que me vine a Madrid con un Peugeot 205 cargado de ilusiones, me acuerdo como si fuera hoy. Llegué con muchísima ilusión, la de una niña-actriz que quería triunfar en la capital. Yo ya había trabajado bastante en España, sobre todo en Barcelona, y era como que ese mercado ya lo había agotado. El mercado catalán es más pequeño, por lo que decidí venir a Madrid. Lloré mucho aquella primera noche que pasé fuera de mi casa, empezaba mi aventura madrileña y el deseo de querer triunfar en esta profesión, pero al día siguiente ya tenía tres o cuatro entrevistas con directores de casting. Esa ilusión de la que hablaba estaba mezclada con el miedo, por que nunca sabes que es lo que va a pasar, si te van a dar trabajo o si te va a ir bien.
Has hecho cine, televisión, teatro y has presentado programas. ¿Dónde te encuentras más cómoda y por qué?
Yo me encuentro cómoda trabajando y comunicando, me encanta el teatro, esa es la verdad, estar cerca del público es algo maravilloso. En la serie «Hostal Royal Manzanares» lo que más me gustaba era tener al público ahí delante, y eso es un lujo, ya que te da la posibilidad de estar en contacto con ellos constantemente. Trabajando así sabes si algo está funcionando o no, si se rien a carcajadas o simplemente se quedan en silencio. Reconozco, que aunque me encanta el teatro lo voy combinando con series, con películas o programas, el teatro te da prestigio, pero no da para pagar facturas ni el alquiler de un piso, por lo que necesitas ir alternandolo con series, por ejemplo. Trabajar en series también es muy bonito porque acabas formando parte de un equipo, que al final es como una gran familia.
Si tengo que decirte donde me siento más realizada, te diría que haciendo teatro, el contacto con el público no se puede comparar con nada. Hacer una serie es como algo más frío, ¿no?, por que no sabes si al público le va a gustar lo que has hecho, en cambio, el teatro es magia, enseguida te das cuenta si está funcionando. Me acuerdo cuando hice la obra «Laura» en el teatro, era muy dura y recuerdo que las gente no quería ni toser, el silencio se podía cortar con un cuchillo.
En 2014 comienzas tu faceta de escritora y en 2016 escribes tu primera novela «No estás sola» ¿Cómo surge la idea de escribir este libro?
A raíz del problema que tuve con la custodia de mi hijo, que como sabes fue algo público. Yo lo estaba pasando muy mal en aquella época, no usé terapia, pero me costaba mucho asimilar todo lo que me estaba sucediendo. Ahí es cuando decido escribir mi historia como terapia, ya que nunca vi a un psicólogo para poder superar la perdida de la custodia de mi hijo, por eso, escribir fue una terapia para mi. Me pasé un año escribiéndola y una vez que la publiqué y la presenté a los medios, el duelo terminó. tiempo después me di cuenta de la ayuda que le había dado a otros padres y madres que estaban pasando por una situación similar a la mía, que mi testimonio y mi libro les ayudó a superar también esa pérdida, porque al final es una pérdida. En principio, escribí la novela para poder descargar en ella toda mi rabia y mi sufrimiento, sorprendentemente, después sirvió para ayudar a otras personas.
Hace seis años dejas España para irte a vivir a México ¿Qué te llevó a tomar esa decisión?
Varios motivos, la verdad. Uno de ellos fue la pandemia y otro, la relación que tenía con mi hijo en aquella época. Yo estaba realmente triste, ya que mi hijo, influenciado por terceras personas, me dijo que no quería verme más, nos peleamos en un circuito de karting y me dijo que no sabía que hacía yo allí, que era su padre el que tenía que estar, ya que era él el que pagaba lo de los karting. Recuerdo que le dije que yo era su madre y que estaba allí para apoyarle. Fue cuando me di cuenta de que a veces es mejor dejar de luchar, es decir, dejar de hacer y, luchar desde otra expectativa. Cuando una se está dando golpes contra una pared a todas horas, tienes que dejar de golpearte, y ¿Cómo lo haces?, alejándote de esa pared. Alejarte hace que veas las cosas desde otro lado y también consigue que, en este caso, mi hijo también tomara otra perspectiva. Como dicen los americanos: «Nothing is for granted» (nada se da por hecho) , es decir, nada está garantizado en esta vida. Una persona, solo por el hecho de ser madre o padre, no tiene porque estar sufriendo y soportando que la maltraten. Yo opté por alejarme, porque aquí no había trabajo durante la pandemia y estaba todo parado, y después, para darle espacio a mi hijo Javier que creí necesitaba en aquel momento. Me ofrecieron un proyecto muy bonito en México y me fui.
Mónica, es muy duro lo que estás contando, yo también soy madre y no creo que fuera capaz de alejarme de mi hijo así…
La gente me ha preguntado muchas veces cómo pude hacer eso, pero mira, fue algo acertado, porque ahora mi hijo y yo somos uña y carne. Es mi mejor amigo, y yo su amiga, me consulta todo y cuando tiene un hueco entre carrera y carrera, viene a verme, o sea, tenemos una relación muy bonita gracias a esa decisión y a el haberme alejado de él en aquel momento. Lo que está claro es que no se puede usar a un hijo como moneda de cambio, no puedes usarlo como venganza, porque al final a eso se le llama egoísmo. Lo hijos no son propiedad de nadie, un día se hacen mayores y se van, tú lo has parido y lo has traído a este mundo con una responsabilidad, por supuesto, pero son seres individuales. Esa fue mi forma de superarlo, pensar que en algún momento mi hijo se iría igualmente, es verdad que el mío lo ha hecho a una edad muy temprana, pero sabía que volvería cuando me necesitara. A mi me funcionó, me salió bien, pero he de reconocer que fue muy duro estar sola, muy sola, en México.
¿Qué cosas positivas te has traído de allí? ¿Qué te ha aportado estar lejos de todo y de todos estos seis años?
El haber recuperado mi autoestima que estaba por los suelos cuando me fui. Volver a ponerme en activo profesionalmente y confirmar lo que siempre supe: que soy una mujer valiente. Soy tenaz y muy trabajadora y me di cuenta de que podía partir de cero en cualquier país sin que nadie me conociera. En seis años ya me conoce todo el mundo en México. Mi viaje también sirvió para volver a creer en mi y en ser capaz de recuperar a la Mónica Pont actriz, a la que había abandonado un poco. Ahora que he vuelto, no pienso salirme del guion y seguiré trabajando, allí he hecho seis telenovelas, tres películas y dos series para Netflix, quiero seguir ese camino. Ahora tengo un proyecto de teatro y ahí voy a estar, seguiré en la actuación.
Has vuelto a España después de seis años fuera ¿Lo has hecho por tu hijo?
Sí, por lo mismo que me fui, regreso ahora. Javier me recordó que llevábamos seis años separados, que quizás era el momento de regresar, que había echado mucho de menos tener una madre al lado, que verla dos veces al año no era suficiente y que necesitaba verme más, para él era muy importante que regresara, así que he vuelto por él. De hecho, yo me iba a Los Ángeles a vivir, seis años en México ya es todo un ciclo y se han portado muy bien conmigo dándome oportunidades, por lo que sé que volveré a trabajar allí, pero con proyectos cerrados. Al final, con los incendios tan salvajes que había en Los Ángeles, decidí volver a Madrid, ya lo tenía hablado con mi hijo.
Ya llevo un mes aquí y ha sido duro, porque mi regreso se ha visto salpicado por la perdida de Duna, y ella era mi mejor compañera, mi amiga y mi familia en México. Lo era todo para mi e hizo que no me sintiera sola allí. Yo siempre le decía que nos habíamos ido juntas y volveríamos juntas, parece que me escuchó, porque falleció a los 15 días de estar en España.
Vuelves a España y ahora estás retomando tu carrera de actriz, pero desde hace unos días estas en todos los medios de comunicación por un asunto familiar ¿Tú te esperabas esta bienvenida?
Pues la verdad que no, es que todo esto es muy fuerte. Siempre me he portado súper bien con mi familia, además, he sido demasiado generosa con ellos, pero te digo que tengo la conciencia muy tranquila. El problema es que cuando no entras en el juego de las amenazas, yo dije que no iba a entrar, es cuando me amenazaron con que si no pagaba irían a la televisión, eso para mi se llama coacción y es demandable, y si haces algo así vas a tener una demanda al día siguiente, y así ha sido. No se puede hacer mucho más, la familia te toca la que te toca, a las amigas y a tu pareja las eliges tú, pero padres, hermanos e hijos, son los que te tocan.
Acabas de cumplir 54 años, ¿Qué crees que ha sido lo más importante que te ha enseñado esta profesión?
Yo siempre he sido una chica muy tímida, aunque aparente lo contrario, y esta profesión me ha enseñado a abrirme, a ser más extrovertida con la gente. Además, he aprendido a que una no es más que nadie ni menos, esta profesión me ha enseñado mucho a ser consciente de que a veces se está muy arriba y otras estás abajo, en ocasiones el teléfono suena mucho y de repente deja de hacerlo. Como dicen en México «ni tan tan, ni muy muy» No puedes creerte que eres magnifica y tampoco puedes creerte que eres una mierda, es necesario un punto medio, humildad, esta profesión me ha enseñado a ser humilde.
¿Qué me puedes contar de los proyectos que vienen?
Acabo de montar una productora con Pablo, mi socio, y estamos viendo proyectos para vender y para producir. Como actriz, me han ofrecido participar en una función de teatro que empezaremos a ensayar en breve y estoy haciendo casting para proyectos de ficción. Así que, creo que pronto podréis verme haciendo ficción en España.
1 comentario en “Mónica Pont: «Esta profesión me ha enseñado lo que es la humildad»”
Pingback: Entrevista a Mónica Pont en Más Noticias – Sinhorizonte