Texto: Sandra Cuenca
Natalia Sánchez-Aparicio ha escrito su primera novela, “La Casa del Árbol”, seleccionada por la editorial “Distrito 93” para su publicación, justo después de participar en el certamen de denuncia social “Martín Fierro”
Natalia tiene 39 años y nació en Madrid, aunque desde que tiene 7 años ha vivido en Torrijos, una localidad en la provincia de Toledo. La casa de su infancia estaba en “Las Colonias”, barrio en el que todavía viven sus abuelos. Cuando llegó la hora de elegir estudios universitarios reconoce que fue difícil, había muchas opciones que le gustaban, “finalmente me decanté por Comunicación Audiovisual, porque la labor creativa era lo mío”, recuerda. Desde muy pequeña decía que quería ser escritora, le encantaba escribir cuentos, pero también quería ser cocinera para comer platos ricos, “pero me di cuenta que para esto último no hacía falta que yo los preparara”, nos cuenta entre risas. Escogió Comunicación Audiovisual, siendo consciente de que encontrar un puesto de trabajo relacionado con ella podría ser complicado, aunque no se cerraba en banda a otras posibilidades, ya que había muchas labores que la atraían. “Pero resultó que tuve suerte o que cuando haces algo con pasión, como en mi caso, escribir, es más fácil trabajar bien. A mí me gustaba escribir cuentos y acabé escribiendo noticias, primero para la radio y luego en prensa. Al fin y al cabo, se trata de la misma tarea, con lo cual, me siento afortunada”.
¿Cómo nace tu novela “La casa del árbol”?
La idea nace mientras descansaba en la playa un verano, ya no recuerdo si de 2013 o 2014, al poco de casarme y empezar a trabajar como responsable de prensa en el Ayuntamiento de Torrijos. Empezó como una historia corta que, con el paso del tiempo, fui desarrollando más y más, aunque esa primera idea ha seguido ahí. Reconozco que tiene un poco parte de culebrón, me daba morbo eso de imaginar a una persona dedicada a la vida política de una ideología teniendo una relación amorosa con otra del partido contrario, y como lo más importante de escribir es primero, disfrutarlo una misma, yo sabía que ese hilo argumental me iba a dar juego y me lo iba a pasar pipa. Y, en segundo lugar, no me gusta el morbo porque sí, es un punto de enganche, pero para mí es primordial ir más allá y hacer reflexionar, en este caso, sobre la importancia de saber sobreponernos a las diferencias y construir un mundo más unido, algo muy necesario en la sociedad actual.
¿Es tu primera novela?
Sí, en 2015 publiqué una recopilación de cuentos, pero “La casa del árbol” es mi primera novela.
Si tuvieras que contarnos con pocas palabras de qué trata el libro, ¿qué nos dirías?
Manuela regresa a San Juan, su pueblo natal, tras dieciséis años ausente. Lo hace para presentarse como candidata a la alcaldía por el Partido Progresista. El rival y cabeza de lista por el Partido Conservador es su novio de juventud, Martín, actual regidor del municipio. Ambos se enfrentarán a una batalla electoral pero también a tantos recuerdos que comparten. Al mismo tiempo, acontecimientos inesperados sacarán a la luz sus propias miserias y les harán replantearse si el rumbo de sus vidas es el adecuado. Una reflexión que se extrapola, en la novela, a diferentes aspectos de una sociedad donde los seres humanos se han convertido en objetos de usar y tirar manejados por el miedo.
¿Qué encontrarán los lectores en la novela?
Los lectores que acepten la invitación a entrar a “La casa del árbol” percibirán el agradable olor a la madera de los sueños de nuestra infancia y juventud, y también se romperán por dentro cuando los sientan estallar en pedazos. Pero solo quienes tienen la valentía de enfrentarse a ellos desquebrajados, pueden tratar de recomponerlos. Y la aventura puede merecer mucho la pena, especialmente cuando hablamos de aquellos que nos conectan con nuestro ser más auténtico, ese que nos permite buscar la unidad por encima de las diferencias y que no nos impone límites para saber mirar más allá de las situaciones más miserables que podamos estar atravesando. Esta novela, está pensada para aquellas personas con espíritu crítico hacia la sociedad actual que siguen creyendo en el ser humano
¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción?
Es todo ficción, que nadie trate de buscar a nadie en la novela-ríe-. Lógicamente, puede haber muchas fuentes de inspiración reales y cuando creas un personaje, puedes acordarte de varias personas de tu entorno, pero no de una sola. Es como un niño cuando nace, ¿a quién se parece? Pues a todos y a ninguno, se parece a él mismo y lo importante es lo que él tenga que decir. Y en este caso, los personajes de “La casa del árbol”, por mucho que sean de ficción, tienen también mucho que decir en nuestra realidad.
Participas en el certamen “Martín Fierro”, ¿esperabas que una editorial decidiera publicar tu novela?
Cuando di por terminada la novela, en diciembre de 2019, después de varios retoques, revisiones y ampliaciones, no sabía qué opción podía ser mejor para publicarla, pues yo creo que todo escritor, además de disfrutar él mismo cuando escribe, ha de compartir su obra con todas las personas a quienes les pueda interesar. A veces cuesta sacarla del cajón, porque por muy revisado que esté el trabajo, la voz de la autocrítica siempre piensa que podría estar mejor y, de hecho, con el paso de los años, hay algunas cosas que posiblemente las escribirías de forma diferente, pero el libro perfecto no existe y, además, no es eso lo que buscan los lectores, que, ante todo, esperan que una historia les transmita y les mueva algo por dentro. Como digo, a finales de 2019, pensé que estaba preparada para publicar, pero quería intentar algo diferente a la autopublicación, el método que elegí con la recopilación de cuentos. Y no porque esa sea una mala opción, pues el margen de ganancias por libro es mucho mayor para el autor que en una editorial tradicional, sino porque el escritor debe responsabilizarse también de otras importantes tareas, que no siempre se le dan tan bien como la autopromoción. Así que aposté por los concursos literarios, más que por tema económico, por la posibilidad que ofrecen en muchas ocasiones de que las obras elegidas puedan difundirse. Y finalmente llegó la oportunidad con el certamen de denuncia social “Martín Fierro”. La editorial “Distrito 93” me llamó el día menos esperado, justo el mismo en el que mi hijo llegaba a casa, para comunicarme que mi novela “La casa del árbol” estaba entre las más valoradas por el jurado y querían publicarla. En esta época de mi vida, mi prioridad es una personita de carne y hueso, así que como me dijeron que ellos se encargaban de todo, me pareció perfecto. Si se vende mucho, muy bien y si se vende poco, también- es saludable mantener el ego a raya-, con que “La casa del árbol” toque el corazón de una sola persona, ya habrá merecido la pena.
Cuéntanos cómo funciona lo de las reservas del libro y la preventa
La editorial me explicó que, aunque estaban decididos a apostar por la novela al encontrarse entre las favoritas del certamen, como es entendible, al tratarse de un negocio y máxime cuando la industria editorial no pasa por su mejor momento, querían minimizar riesgos a la hora de realizar su inversión y asegurarse de que mi obra tendría tirón comercial. De ahí lo de comprobar, antes de publicar, que exista un número mínimo de personas interesadas en adquirir la novela a través de una campaña preventa, donde la gente puede reservar su ejemplar, que les llegará a casa si finalmente la obra se publica. A día de hoy, a falta de una semana para finalizar la campaña, me queda muy poquito para alcanzar el 100% de apoyos necesarios para la publicación, ya voy por el 96%, así que solo resta un último empujón. De todas formas, una vez superada esa cifra mínima, durante esta semana, antes de que concluya la campaña, todos los que queráis adquirir la novela, aún podéis seguir reservándola a través de este mismo enlace: https://www.lanzanos.com/bunkerbooks/proyectos/la-casa-del-arbol/