Por Laura Fernández Rodríguez
María del Mar, conocida como Eme del Mar, ha dedicado su vida profesional a la psicología deportiva, con un enfoque particular en los deportes acuáticos. Nacida en Murcia e influenciada desde pequeña por el ámbito de la salud, con médicos y enfermeros que formaban parte de su círculo cercano, surge su interés por la psicología. En un primer momento se decantó por la neuropsicología. Sin embargo, fue en su regreso a Murcia, cuando conoció la Psicología del Deporte, y donde encontró su verdadera pasión. «Cuando descubrí la psicología deportiva, algo hizo clic dentro de mí. Me di cuenta de que no solo se trata de tener talento, sino de entrenar la mente, de fortalecerla, igual que cualquier músculo del cuerpo«, comenta. Para ella, la psicología deportiva es un proceso de entrenamiento mental que va más allá de la teoría, ya que la mente debe estar preparada para enfrentar situaciones de presión, crisis o competencia, de manera similar a como se prepara el cuerpo físicamente.
Durante su formación en Madrid, comenzó a sentirse atraída por el piragüismo, un deporte que inicialmente no conocía: «En el máster de psicología deportiva tuve la oportunidad de trabajar con un equipo de piragüistas, y lo cierto es que fue amor a primera vista. No solo el deporte en sí, sino el ambiente, la conexión con el equipo. Fue un cambio de perspectiva que realmente me atrapó«. A partir de ahí, su vínculo con los deportes acuáticos creció, y, como cuenta, «en ese momento entendí la importancia de trabajar con ellos, no solo en las competiciones, sino también en los entrenamientos, en el trabajo previo a la temporada«.
Este primer contacto con el piragüismo abrió una puerta hacia un nuevo mundo. A pesar de no tener experiencia previa en deportes acuáticos, se dio cuenta rápidamente de que los desafíos psicológicos en este ámbito eran muy diferentes. «Los atletas en deportes acuáticos a menudo entrenan en soledad, lo que les obliga a gestionar sus pensamientos y emociones de forma muy distinta a otros deportes más colectivos«, asegura.
La psicología en los deportes acuáticos presenta desafíos únicos, especialmente cuando se compara con deportes más populares. «En deportes como el piragüismo o la vela, los atletas deben manejar una soledad extrema durante los entrenamientos, lo que puede llevar a pensamientos negativos o desconcentración«, explica. Sin embargo, ella también ha notado que los deportes acuáticos tienen una ventaja significativa, como la capacidad de trabajar a fondo con los atletas en la parte psicológica. «A diferencia de otros deportes con temporadas más cortas, los deportes acuáticos tienen una temporada más extensa, lo que nos permite dedicar más tiempo a los aspectos mentales del entrenamiento«, señala.
Para Eme, cada deporte tiene sus propios desafíos mentales. En deportes como la vela, por ejemplo, los atletas deben enfrentarse a condiciones cambiantes del viento y del mar, lo que exige una gran capacidad para tomar decisiones rápidas y adaptarse. «Lo que más me ha impresionado de los deportes acuáticos es la necesidad de tomar decisiones en situaciones de mucha presión, como en competiciones donde el margen de error es mínimo«.
A lo largo de su carrera, ha observado que la psicología del deporte ha ganado importancia. «Hace unos años, el bienestar mental de los deportistas no se valoraba tanto. Ahora, gracias a figuras como Simone Biles, la salud mental es un tema muy presente en la conversación deportiva», dice. Sin embargo, reconoce que aún queda mucho por hacer, especialmente en los deportes acuáticos. «En estos deportes, que a menudo son menos conocidos y cuentan con menos recursos, los deportistas no tienen tantas oportunidades de recibir apoyo psicológico. Hay mucho por mejorar en este sentido«, añade.
María también ve una creciente apertura para que la psicología deportiva sea considerada un área esencial dentro de los equipos de trabajo. «Hoy en día, la psicología del deporte está en crecimiento. Ya no es solo el fisioterapeuta o el preparador físico quienes están presentes en todos los entrenamientos, también está el psicólogo deportivo. Eso es un avance enorme«, asegura.
Mirando hacia el futuro, María está convencida de que las tecnologías avanzadas como la realidad aumentada serán clave para el desarrollo de entrenamientos mentales más específicos y efectivos. «Creo que en el futuro, los entrenamientos mentales no solo se van a hacer en sesiones tradicionales, sino que los atletas podrán practicar su concentración y toma de decisiones en entornos virtuales, algo que cambiará por completo la forma de trabajar en la psicología deportiva«, predice.
Además de su trabajo con atletas, María del Mar ha sido una de las voces activas en proyectos destinados a mejorar la salud mental de los deportistas, especialmente en el ámbito femenino. Forma parte de la Comisión de Psicólogas de la Asociación de Mujeres para el Deporte Profesional, y este año cuentan con dos grandes proyectos, uno de ellos ya está hecho y el otro aún está en camino. Por primera vez el Consejo Superior de Deportes pudo ofrecer servicio de atención psicológica gratuito para las asociadas, que incluía atención telefónica, es decir, cualquier consulta relacionada con la psicología, desde consultas de rendimiento o cuestiones más sanitarias, a situaciones de violencia, de abuso, de acoso que hayan podido sufrir o estén sufriendo. Además, también se han realizado talleres sobre habilidades psicológicas, como nervios en competición, visualización, mentalidades, creencias limitantes, protocolos frente a la violencia que pueden sufrir las mujeres en la infancia, ciclos que han sido abiertos a asociadas y al público general y ha conseguido un lleno absoluto, agotando todas las plazas disponibles y animándolas a seguir.
El proyecto que está en marcha es la aplicación «Entrenasegura» junto al Ministerio de Igualdad. «Esta aplicación tiene como objetivo mejorar la seguridad de las mujeres en el deporte, un tema crucial, porque la seguridad física y emocional es esencial para que las deportistas puedan rendir al máximo«, explica.
Su trabajo en estos proyectos la ha llevado a comprender aún más la importancia de darles a los atletas las herramientas necesarias para cuidar su salud mental, tanto en los entrenamientos como en la competición. «El deporte no solo es físico, la mente juega un papel fundamental en el rendimiento. Y el objetivo es que todos los deportistas, independientemente del deporte en el que compitan, puedan sentirse apoyados psicológicamente«.
Con su dedicación a la psicología deportiva y su especialización en deportes acuáticos, Eme del Mar continúa abriendo caminos, trabajando para que los atletas no solo mejoren su rendimiento físico, sino que también encuentren en su mente una aliada en su camino hacia el éxito.