Texto: Javier Cuenca /Fotos: cedidas por Eva Pedraza
Nacida en Córdoba hace 50 años, Eva Pedraza resultó elegida Miss España cuando era prácticamente una niña, pero también ha sido actriz y copresentadora de televisión. Ahora vive en su ciudad natal, Córdoba, está casada con el actor Miguel de Miguel, y dice que es una madre protectora y “muy pesada”, siempre pendiente de que sus tres hijos se alimenten y se cuiden adecuadamente. También es propietaria de un centro de estética, sigue dedicándose al teatro y, cuando puede, a la televisión, que asegura no echar de menos aunque le encanta. De todas estas cosas y de algunas más nos habla en esta entrevista para Más Noticias.
Nuestra entrevistada nos cuenta que de aquella Eva Pedraza de 17 años que se presentó al certamen de Miss España queda una persona “que se ilusiona por muchas cosas, con muchísimas inquietudes, activa, siempre con ganas de hacer cosas”, aunque precisa que a esa edad era prácticamente una niña y ahora, recién cumplidos los 50, siente que se ha convertido en una mujer con mucho carácter, hecha a sí misma. “Creo que todo eso lo dejé atrás, pero mi esencia se ha mantenido a lo largo de los años”, añade.
Eva recuerda con agrado su paso por la televisión, donde participó, entre otros programas en El precio justo, que precisamente ahora está de regreso, y asegura que este fue uno de los mejores espacios en los que intervino, por lo que supuso trabajar con Joaquín Prat y con el resto de compañeros. “Era un trabajo comodísimo, nos lo pasábamos superbien”, dice. “Aprendimos muchísimas cosas, fue una época muy bonita, uno de los mejores momentos de mi vida”.
Un paso por la pequeña pantalla que también se ha visto reflejado en su faceta como actriz de series, habiendo participado en algunas muy conocidas como Tío Willy o Hermanos de leche. Explica Eva que tuvo que abandonar las series de larga trayectoria cuando nació su hija (ya tenía un niño), pero recalca que no ha dejado ni dejará de ser nunca actriz. “Se es actriz siempre” insiste. “Pero pasamos por etapas en que trabajamos más y trabajamos menos”.
De hecho, indica que sigue dedicándose a la interpretación, especialmente en el teatro, y cuenta que en este momento tiene una compañía integrada por ella misma y otras dos actrices, cuya actividad está centrada principalmente en Andalucía. “Me lo paso muy bien y aprendo muchísimo con ellas porque la directora es una crack, me ha enseñado cosas que no me habían enseñado nunca. Entre las tres hacemos un equipo fantástico. No me da tiempo a echar de menos mi trabajo como actriz, aunque también haga otras cosas”, asegura.
Subraya que no añora la televisión, aunque le encanta, y de hecho hasta mediados del pasado mes de enero ha estado colaborando en un programa de Canal Sur, El show de Bertín, donde se lo ha pasado muy bien. Ahora tiene un nuevo proyecto televisivo a la vista, pero no sabe si se va a hacer finalmente realidad tal y como están las cosas.
Muy pesada
Respecto a su maternidad (Eva tiene tres hijos), cree que es una madre demasiado protectora, siempre muy pendiente de lo que comen, de que se cuiden, etc. “Soy una madre muy presente, muy presente y muy pesada (ríe), pero eso te lo dirán mis hijos, sobre todo los adolescentes. Pero creo que soy una madre cariñosa. Soy empresaria, soy actriz, pero sobre todo y ante todo siempre he sido madre”.
Nos habla también Eva de su relación sentimental con el actor Miguel de Miguel, con quien se casó hace diez años. “Nos llevamos muy bien” dice. “El que los dos seamos actores hace que entendamos la vida del uno y del otro. Aunque a veces es como ir montado en una montaña rusa porque nuestra profesión sube, baja, a veces trabajas mucho, a veces menos, y al dedicarnos los dos a lo mismo a veces hemos pasado situaciones apuradas”.
Añade que, afortunadamente, Miguel es una persona que está muy bien considerada en Latinoamérica y tiene proyectos muy interesantes allí (en este momento está trabajando en México). “Mi vida con él es emocionante, y a veces también dura, porque en muchas etapas de mi vida he sido mamá soltera por un tiempo porque él se va muchas veces a hacer algún proyecto y se va lejos. Yo puedo ir a verle en algún momento pero al final estoy aquí, sola, con el día a día, y para mí eso ha sido duro. He tenido a veces que posponer mi profesión porque los dos no podemos estar a tope. O está uno o está otro”, explica.
No obstante, dice que aunque le haya tocado principalmente a ella renunciar a veces a proyectos para ocuparse de la casa y de sus tres hijos, le ha compensado hacerlo por tener un matrimonio feliz y una familia “tan bonita”. Ahora mismo, continúa, tiene una vida “muy ajetreada” porque aunque debido a la pandemia no hay tantas posibilidades de hacer teatro, ella sigue siendo actriz con todo lo que eso conlleva.