Texto: Javier Cuenca /Fotos: Oscar Rivilla
La cantante y compositora vasca presenta en Madrid con banda su último trabajo, “Limones en invierno”
Hablamos con la cantante y compositora vasca Izaro con motivo de la presentación en Madrid, el próximo 12 de junio, en sesión vermú y con banda, de su más reciente álbum, “Limones en invierno”. A lo largo de la entrevista, la artista desgrana las claves de este trabajo y se detiene en algunas de sus canciones, como Aquí, You o la dedicada a su abuela Elisa, que escribió la misma noche de su fallecimiento.
Se define como romántica y soñadora, como alguien que tiene muy claro qué no quiere ser, pero no tanto qué sí quiere. Empezó a estudiar Física, pero no le convenció y terminó escribiendo en las horas de clase una novela que, asegura, jamás publicará. Entonces se fue a vivir a San Sebastián, donde inició una nueva carrera, Comunicación. A una compañera de clase le tocó una guitarra en una tómbola (literal), se la prestó y empezó a componer.
En enero de 2020 publicó su último disco de larga duración hasta la fecha, “Limones en invierno”, que el próximo 12 de junio presentará en concierto con banda, en horario de mediodía, en el teatro Calderón de Madrid. “A finales de mayo del año pasado tocamos en acústico en Madrid, y estuvo muy guay porque era de las primeras salidas que hacíamos de Euskal Herria. Estoy muy motivada porque me quedé con muchas ganas de ir con toda la banda”, explica esta cantante y compositora a Más Noticias.
“Limones en invierno” es un disco en el que confluyen diferentes matices sonoros, donde el pop y el folk se dan la mano con absoluta naturalidad. Si uno lo escucha con atención, puede atisbar incluso resonancias de los cantautores clásicos vascos. Se lo comento a nuestra entrevistada: “Al final supongo que todos somos una esponja de lo que hay alrededor y es verdad que mucha gente me subraya que soy bastante variada, digamos. Me gusta tener ese abanico”.
Universo limón
Indica que todos los discos los trabaja como conceptos, pero quizá en este se puede apreciar más esa idea. “Con este disco en especial he trabajado con una narrativa, con un concepto. Me inventé el universo limón, me inventé espacios, cada canción tiene un espacio y el disco físico trae dentro un mapa del universo, donde puedes encontrar en cada espacio las canciones. Para mí es algo entero que hay que escuchar de principio a fin”, detalla la artista.
En concreto, dice que cuando elaboró el concepto del disco dividió el “universo limón” en cinco espacios que, en su opinión, son los que conforman la vida: la muerte, el hogar, los recuerdos, el amor y la revolución. “Entonces puse en cada espacio canciones que eran de ese espacio. Por ejemplo, ‘Aquí’ estaría en el espacio de los recuerdos porque está escrita sobre los primeros recuerdos que tengo de mi madre, de mi padre y de mi hermana. Yo creo que una persona es muy diversa y quería hacer entender que la vida es muy diversa y muy amplia y que entran muchas cosas”, explica.
En ese sentido, la única canción en inglés que integra el disco, “You” (las demás alternan el castellano y el euskera), se situaría en el ámbito del amor y la pasión. “Para mí es una canción muy sensual” dice. “Habla de una silueta bailando en la noche. La escribí a guitarra y voz y la veía más electrónica. Así que llamé a un amigo, Julen Idigoras, y le pregunté si podía ayudarme a llevar la canción al sitio supersónico al que la quería llevar. Hizo esto y me encantó. Además, pensaba que la iba a sentir ajena y todo lo contrario, él me enseñó cómo defenderla en directo yo sola y estoy muy contenta con todo el proceso”.
Siguiendo con las canciones de “Limones en invierno”, le digo que me ha sorprendido mucho “Canción para Elisa”, sobre la que me cuenta que nació la noche en que murió su abuela, del mismo nombre. “Para mí fue una experiencia muy potente, yo me sentía muy cerca de ella. Cuando se estaba muriendo fue una muerte como muy consciente. La última semana dormimos juntas y para mí fue muy intenso y muy bonito acompañarla a la muerte”, dice.
Y prosigue: “Yo, que le tengo pánico a la muerte, me di cuenta de que a la muerte de mayor no le tengo tanto miedo porque la vi a ella transcurrir a la muerte de otra forma y compartí con ella sus últimos momentos. La noche que murió, ya nos habíamos despedido durante toda la semana, me fui a casa, escribí esta canción y me di cuenta de que aunque la inspiró una muerte, en realidad hablaba de la vida. Es la canción que más triunfa en los conciertos porque creo que todo el mundo saca sus muertos y los honra, y me parece algo muy bonito”.
Menos cómoda en inglés
Comenta que de los tres idiomas en los que suele escribir canciones, el castellano, el euskera y el inglés, el que menos cómodo le resulta es este último, lo cual se nota en que en “Limones en invierno” sólo haya una, “la última superviviente”, dice. “En castellano y en euskera estoy igual de cómoda componiendo, aunque es verdad que en la vida diaria yo normalmente vivo en euskera. Pero mi lengua materna es el euskera y mi lengua paterna es el castellano, así que en esos dos idiomas me muevo naturalmente”, añade.
Para finalizar le pido que me hable de “Tiempo ausente”, una canción que apareció después del disco y que nació durante el confinamiento. Cuenta que le pasó algo muy curioso con esta canción, porque aunque la tocó en verano en algunos conciertos “ahora mismo no la puedo ni escuchar, ni tocar, y la tengo en una esquina como si fuera un minimonstruo de un sitio, momento y espacio que no me hace sentirme segura. Me parece muy fuerte que una canción te pueda hacer eso, pero ahora mismo es la única canción que siento hostil”.
Y ya que hablamos de canciones nacidas en pandemia, ¿cómo ve Izaro la situación de la música en directo en este momento? “Yo, personalmente, me siento mejor” dice. “creo que por lo menos es más fácil trabajar ahora”. Y concluye: “Me veo un poco más optimista, pero no puedo dejar de pensar que todavía tiene para largo”.