lunes, septiembre 16, 2024

Lola Moltó, la inmensa actriz de enorme corazón

Por Malu Zamora, periodista y directora de cine.

Conocí a la Moltó en uno de esos días negros de mi vida, alguien con muy buen ojo se acordó de ella y me paso su teléfono, con mucha angustia y bastante vergüenza me armé de valor y decidí llamarla. El problema era importante. En pleno set de rodaje un actor protagonista sufrió un percance y tuvo que abandonar, como se suele decir, me quedé compuesta y sin novio, con todo el teatrillo montado y habiéndome gastado un dineral en esa producción, tuvimos que pararla. Necesitábamos un actor en cuestión de horas y, no servía cualquiera, no, buscábamos uno que estuviera a la altura de las circunstancias, uno de los grandes, y así Lola, desde la más absoluta generosidad y pensando en mí sin conocerme de nada, trajo a nuestro rodaje al mejor, como si de su propio negocio se tratara, nos consiguió al enorme Juan Gea. No me cansaré nunca de darle las gracias por este gesto y siempre alabaré su gran corazón. Inmensa actriz, mujer y compañera solidaria. Gracias por existir.

Lola, ¿desde cuándo te sientes artista?

Yo nací en Carlet, Ribera alta de Valencia. Me recuerdo toda la vida bailando, cantando, me gustaba muchísimo, recuerdo también a mi madre que decía que yo tenía mucha gracia: «la chiquita tiene mucha gracia» decía entre risas. Era muy artista, yo imitaba todas las coreografías que veía en televisión y me encantaba. Siempre estaba inventando, de hecho, me acuerdo que cuando íbamos a los campamentos de los juniors, en los juegos del fuego de campamento, yo bailaba todas esas cosas y la gente me preguntaba: ¿de dónde lo sacas tú? cómo lo has aprendido?. Creo que tengo facilidad para aprender esas cosas y me gustaba, tengo mucha fantasía y como que me inventaba historias.

Pero ¿alguien más en tu familia ha sido artista ?

Mi padre nació en Valencia, era constructor y mi madre era super trabajadora, era la encargada en un almacén de fruta, la recuerdo muy trabajadora de toda la vida, era de Valdepeñas, de hecho, la familia de mi madre se viene a Valencia cuando acaba la guerra civil, no tienen nada, todo lo que quedó de la herencia en la familia fue para el hermano mayor, por eso, mi madre y su familia se tienen que venir a Valencia a buscarse la vida. Mis abuelos maternos eran de una familia acomodada y, curiosamente, los que trabajaron fueron los hijos. Mi madre tenía dos hermanas, una era mi tía Leo, ella me comentaba que a mi abuelo le gustaba mucho cantar y cantaba muy bien, siempre le hubiera gustado irse de gira con una compañía francesa… a lo mejor mi vena artística me viene de ahí, quien sabe, aunque yo creo que esas cosas no se heredan sino que una tiene esa ilusión y esas ganas de saber de todo esto, del artisteo. Creo que mi curiosidad y mi fantasía me llevaron por ese camino.

Así que, ¿te recuerdas desde muy joven pisando un escenario?

Sí, siendo muy jovencita entré en un grupo de baile, era un grupo de danza del pueblo que se llamaba «El Trencall» en ese momento estaba la Sección Femenina, eran otros tiempos y no era fácil entrar, cuando soy más mayor empiezo a hacer cosas con un grupo de amigos, de compañeros, de gente súper creativa, en el que había de todo, personas con mucha ilusión y mucha curiosidad, hay pintores, músicos…de todo. La verdad es que fue un momento de explosión creativa y de conocimiento, también de la lengua valenciana, de querer saber más del entorno, de las tradiciones, fue una etapa muy muy bonita y muy enriquecedora.

Creo que tu madre murió cuando tú eras muy joven…

Sí, cuando cumplo 14 años muere mi madre, entonces me hago cargo de la casa con mi hermana Mari, yo tenía claro que quería ser actriz, no sabía muy bien como ni de qué manera, pero tenía claro que era lo que quería. Terminé de acabar magisterio, soy maestra licenciada. Cuando finalicé los estudios me encontraba rara, no sabía exactamente lo que me pasaba, en aquellos años no ibas al psicólogo, de pronto, una amiga me dijo que se iba a presentar a una prueba para algo de arte dramático y allá que te va, me fui yo con ella, después, estando en Francia, en la boda de una prima mía, me dice mi hermana: » niña, a eso a lo que te has presentado te han cogido». No veas que alegría me llevé.

¿Y ahí comienzas a prepararte para lo que va a ser el futuro que tanto deseaste?

Sí, te puedes imaginar en aquellos años lo difícil que era dedicarse a esta profesión, en casa solo lo sabíamos mi hermana Mari y yo, en cierta forma, gracias a mi hermana hoy en día soy actriz, ella fue la que me ayudó económicamente en esta profesión. Mi padre no sabía nada, él se entera de que me dedico a esto cuando ya estoy actuando en el teatro. En aquel momento dedicarse a esto era una cosa extrañísima, creo que estábamos en un momento en el que las mujeres no queríamos quedarnos en casa, queríamos hacer muchas cosas, sabíamos que el lugar nuestro estaba en el mundo, queríamos conocer, teníamos mucha ilusión y curiosidad y deseábamos reivindicar que éramos mujeres y personas y que podíamos hacer lo que nos diera la gana. Y es en ese momento en el que me cogen en la Escuela de Arte Dramático, al principio fue un divertimento, pero una vez cogí entre mis manos una obra de Lorca, me di cuenta de que esto sería algo importante en mi vida, yo era muy lorquiana, me cogieron porque era muy descarada y podía con todo, tenía mucha energía… me cogen en la escuela y, en un primer momento, fue todo un divertimento pero después me encontraba súper a gusto con toda esta cosa emocional que tengo y comenzó a ser algo fundamental y muy importante en mi vida.

¿Cuáles fueron tus primeros pinitos como actriz?

Antes de acabar la escuela empezamos a hacer teatro de calle y nos recorrimos toda España, fue muy emocionante, un grupo de gente de 20 años con mucha ilusión, haciendo teatro por toda España, lo recuerdo con mucho cariño. Hacíamos una actuación allá arriba ,en Zaragoza, y luego íbamos a Almería a mediodía, o sea que nos recorríamos con la furgoneta todo el país. Fue una época muy bonita. Después entré en los teatros de la Generalitat y ahí hice también muchas cosas, hasta el momento en que entro en el audiovisual valenciano.

Imagino que era muy difícil en aquellos momentos compaginar tu vida con el teatro…

Sí, muy difícil ,aunque en aquellos años tuve la suerte de que las parejas que tengo se dedican también al teatro y eso fue una gran ayuda, porque entienden perfectamente la profesión al ser actores .

¿Y llegan tus hijos?

Llegan mis hijos y voy compaginando el teatro con el audiovisual valenciano, en aquellos momentos no había ni ayudas, ni subvenciones para las mujeres, recuerdo que gastaba todo lo que ganaba en el teatro en canguros para que cuidaran a mis hijos…

Al principio, el audiovisual no estaba en mi punto de mira, porque en Valencia tampoco era muy importante, participaba en alguna película con algún papel, en algún proyecto, pero poco a poco va entrando en mi vida y es una consecuencia de querer interpretar y de querer ser actriz, y comienzo a hacer series en Canal Nou hasta que me llega el éxito con: «La alquería blanca» que fue toda una sorpresa para todo el mundo, una sorpresa enorme, gratificante a todos los niveles: de conocimiento, de reconocimiento, de poder tener una escuela permanente de audiovisual, que no había tenido antes… ahí es dónde yo empiezo a entender la televisión y me empiezo a forjar a todos los niveles: interpretativo, económico, de fama, paso de no que no me reconozca nadie a que me reconozca todo el mundo, de hecho tengo una anécdota de mi padre, un día me dice :» Lola, que voy por por la calle y me para todo el mundo y me preguntan por ti«. Es cuando, anecdóticamente, la gente empieza a ver que eres actriz, de hecho, una persona me dijo: » después de hacer de Dora, mi papel en La Alquería blanca, ¿tú desearía ser actriz?» o sea, que se creía que yo era Dora…fue una cosa muy marciana ( risas). Gracias a la televisión la gente empieza a conocerme y vienen más al teatro, son vasos comunicantes, si sales en la pantalla la gente viene a verte actuar al teatro y eso está muy, muy, muy bien.

¿Cuáles han sido los papeles más importantes que has interpretado?

En el Teatro casi siempre hago de protagonista, tengo esa energía… nunca he sentido que por ser mujer no tengo papeles buenos. En televisión, el papel de Dora, ha sido muy importante.

¿Sientes, como otras actrices, que el paso del tiempo, os limita el trabajo?

Lo cierto, es que como yo empecé en esto con 40 años y ya tenía una edad, no he notado mucho ese cambio al que te refieres, porque mis papeles siempre han sido de mujer más madura , nunca de jovencita, aunque, si que es verdad, que los hombres, en las obras de teatro, en las series o películas, tienen parejas muy jóvenes y nosotras no, en ese aspecto sí que se refleja lo que vivimos en la sociedad, es decir, que los hombres pueden tener parejas más jóvenes pero las mujeres no, es un reflejo claro de la sociedad que vivimos y que gracias a Dios está cambiando poquito a poco.

¿Con qué te quedas Lola? ¿con las tablas del teatro o con la pantalla de televisión?

El teatro es mi vida, me apasiona y lo que me viene del audiovisual siempre es un regalo.

¿Siempre has sido muy reivindicativa de los derechos de las mujeres?

Es cierto, por ejemplo, a lo que te referías antes con respecto a la edad ,aunque yo no he sufrido esa discriminación sí que hay otras compañeras más jóvenes que lo están sufriendo, y lucho activamente contra ello, son mujeres que ahora tienen 40 o 50 años que lo sufren en la profesión. Necesitamos que haya más mujeres que escriban y escriban nuestra realidad, lo que nos está pasando, nuestra realidad.

¿Y qué estás haciendo en estos momentos Lola ?

Uff… llevo como cinco obras de teatro a la vez: entre otras «Por los pelos» o » Descarados«… tengo que trabajar muchísimo, aunque sí es cierto que aún estoy esperando el papel de mi vida en el Teatro, un papel que me deje satisfecha.

¿Cómo cual Lola? , pide a ver si tus deseos se hacen realidad

Pues uno de Lorca, por ejemplo. Uno de esos papeles a mí me encantaría, sería feliz y no lo descarto, que aún tengo energía suficiente.

¿Qué reivindicas?

El audiovisual es una asignatura pendiente en la profesión Valenciana, porque ahora, sí que es verdad que la gente joven ya nace con el chip del audiovisual y con la manera de hacer, pero nosotros, los que ya tenemos una edad, vamos reciclando, y ya se sabe que cuanto más haces de una cosa más experiencia tienes y más segura te encuentras, entonces, yo creo que necesitamos mucho más audiovisual para poder continuar. A mí se me ve desde fuera como una privilegiada, Lola Moltó no para de trabajar, dicen, pero ya te digo en las condiciones que muchas veces trabajo, son como las de hace 20 años, se va recortando presupuesto por donde se puede y eso va mermando, no es lógico que estemos cobrando ahora el mismo sueldo que cobrábamos hace 30 años, eso es muy triste, pero es la situación de muchos actores con mucha experiencia y un gran bagaje. Por otro lado, me gustaría que lo audiovisual no solo tirara para lo comercial, me encantaría que se hiciera cine de autoras, porque las mujeres tenemos muchas cosas que decir y mujeres de mi edad, yo ya tengo 65 años, tenemos mucho que aportar.

¿Cómo ves el futuro en tu profesión?

El futuro, aunque en estos momentos no lo veo muy muy claro, digamos que no hay mucha alegría y que no es para tirar cohetes ni fuegos artificiales, sí que espero poder trabajar con gente que tenga muy buen rollo, enérgica, gente vitamina de las que te llenan de vida, por otro lado, espero que mis deseos se cumplan y se hagan realidad, lo que te decía, ese papelito en teatro que me haga muy, muy feliz ( risas) y trabajar con mujeres, eso siempre, mujeres que me den paz y tranquilidad, grandes mujeres.

Yo trabajo en septiembre contigo, deseando estoy. Mucha suerte y feliz vida Lola, te mereces lo mejor.

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