sábado, abril 20, 2024

MABEL LOZANO: “En España falta voluntad política para acabar con la trata de mujeres”

Texto: Javier Cuenca

La flamante ganadora del Goya al mejor corto documental alerta de la indefensión sexual de los menores en Internet.

Ha sido modelo, actriz y presentadora de televisión, y no se arrepiente de ninguno de estos oficios. Pero lo que más le ocupa y le preocupa de unos años a esta parte es su labor como documentalista comprometida con los más desfavorecidos, especialmente con esas mujeres que son explotadas sexualmente. Un asunto en el que los políticos, dice, gastan mucha palabrería, pero hacen más bien nada. Mabel Lozano (Villaluenga de la Sagra, Toledo, 1967) nos habla en esta entrevista para Diario Más Noticias de estas y otras cuestiones, e incluso nos recomienda viandas y lugares de su tierra natal.

Mabel Lozano ha sido la ganadora este año del Goya al mejor cortometraje documental por «Biografía del cadáver de una mujer«, donde en poco más de quince minutos narra la trágica historia de una testigo protegida asesinada a tiros en España cuando se disponía a declarar sobre la trata de mujeres. Y no es este el único premio obtenido por esta periodista y documentalista toledana que también ha sido modelo y actriz, trabajos de los que no se arrepiente y de los que ha aprendido, pero que, recalca, ya forman parte del pasado.

Tiene muy claro que de todos los oficios desempeñados hasta ahora se queda con el de documentalista y asegura incluso que si hubiera tenido antes referentes de mujeres cineastas no hubiera tardado tanto tiempo en dedicarse a ello. “Yo soy una mujer de pueblo– dice-, de un pueblo pequeñísimo de Castilla-La Mancha, y antiguamente las mujeres de pueblo no tenían referentes en muchos ámbitos, entre ellos el cinematográfico. Era difícil poder pensar ‘yo quiero ser directora de cine’ cuando no tienes nadie como referente, nadie que te motive. Por eso son tan importantes los referentes para las mujeres, importantísimos”.

Confiesa Mabel que, de hecho, su vocación como actriz nunca fue “impresionante”, y desde la primera vez que se puso detrás de una cámara tuvo claro que jamás volvería a colocarse delante. Pero eso no quiere decir que se arrepienta, todo lo contrario. “Cuando tú estás detrás de la cámara, y has estado delante, sabes la fragilidad que tiene el que está delante. Haber estado delante es una experiencia maravillosa que te sirve para cuando tú estás detrás, y más si trabajas, como yo, con personas normales, de carne y hueso, y muy dolidas, muy dañadas, a las que tienes que ayudar”.

Tiene también palabras halagüeñas hacia su faceta como modelo, ya que, dice, el haber vivido gracias a ello en diferentes lugares como Japón, Italia o Nueva York le ha abierto la mente. “Yo soy una mujer para la que las fronteras no existen. Mi casa está donde está mi familia, pero puedo vivir en cualquier lado del mundo y me adapto muy fácil, porque esa experiencia de vivir y trabajar en tantas partes del mundo como yo lo he hecho hace que tenga una mente muy abierta. Y soy una magnífica cocinera (ríe) que lo mismo corto genial un trozo de pescado que hago unos langostinos como se hacen en Birmania”, cuenta.

Menos palabras y más hechos

Respecto al documental por el que ha sido galardonada en los Goya, dice Mabel que su realización ha supuesto “un escenario muy distinto”. Explica que lleva dieciséis años abordando la trata de mujeres y trabajando contra ella, a favor de los derechos humanos, y que ha sido pionera en hablar con un proxeneta en España, lo que dio como resultado un libro por el que fue igualmente galardonada en 2018 (obtuvo el premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra de Gijón a la mejor obra de no ficción).

Pero a pesar de todo ello jamás hubiera podido imaginar que existiera un escenario como el que ha motivado el documental distinguido con un Goya: que una mujer, víctima de trata, testigo protegida, denuncie al proxeneta que la ha explotado, mentido y violado, y sea asesinada por éste a tiros en un pueblo de Pamplona delante de su hijo. “Es que esto ha pasado en nuestro país, y es brutal. Es que a mí esto me lo cuentan, yo que viajo tanto a Latinoamérica, donde es algo que ocurre con frecuencia en Colombia o en México, y tú no piensas que a una mujer testigo protegida en España le pueda pasar eso. Como madre y como ser humano, ya no como directora, a mí se me abrieron las carnes”, reconoce.

A su parecer, el problema es que no existen en España “leyes ni voluntad política” para acabar con la trata de mujeres. “Ni ha legislado el PSOE, ni ha legislado el PP-lamenta-. No hay leyes que las protejan, que las vistan de derechos, y ese fue mi discurso en los Goya. Estamos escuchando ahora a la ministra de Igualdad, al PSOE, que sí, que están con la ley de trata, que van a ser abolicionistas. Háganlo ya, no lo digan. Es impensable que en el siglo XXI, en España, que es un país garantista cien por cien, esto pueda existir, que de repente haya una redada, saquen a tres mujeres víctimas de trata de un club y el club siga abierto. Y todo porque no hay leyes. Es brutal”.

En este sentido, cree que el hecho de haber ganado un Goya por este documental, el impacto amplificador que tiene el cine, ha hecho que la opinión pública sea consciente y se pregunte que cómo es posible que ocurran estas cosas, y recuerda que la película puede verse actualmente en Filmin, destinándose lo recaudado en esta plataforma a una asociación que trabaja con mujeres. Y recalca “estamos ante una clase política que son voceros, que realmente son populistas y se pasan la vida diciendo lo que van a hacer. Y yo no anuncio lo que voy a hacer, lo hago”.

La clave es educar

Mabel nos habla también de su último libro, «PornoXplotación«, publicado a finales del pasado año y escrito junto a Pablo J. Conellie, donde reflexiona sobre el hecho de que a través de Internet se esté captando a gente muy joven para trabajar en la industria del sexo. “Estamos viendo que chicas muy jóvenes no tienen capadas sus redes sociales y de repente las están captando a través de ellas. Y cómo chavales muy jóvenes que durante el confinamiento se han pasado horas y horas en sus dormitorios, sin que sus padres supieran lo que estaban haciendo. Y lo que hacían era consumir cientos y cientos de horas de porno”, advierte.

Señala que la clave para evitar que estas cosas ocurran no es otra que educar, “crearles a nuestros hijos un pensamiento crítico”, y aclara que no se trata de moral, sino de protegerse de “las manadas”, en alusión al caso de la joven violada por cinco chicos en los Sanfermines que conmocionó a la opinión pública. “Estoy hablando de que la sexualidad tiene que ver con que tú quieras tener una relación sexual conmigo y yo también contigo desde la empatía, desde el deseo compartido, desde una relación igualitaria, no desde una relación desigualitaria, que es lo que estamos viendo en el porno, que es absolutamente agresiva y salvaje”, dice.

Y es que, sostiene, a los chicos no se les está ofreciendo una educación sexual en los entornos familiares debido a una cuestión de pudor, y están normalizando determinados comportamientos sexuales que tienen más que ver con la violencia, como las mencionadas manadas, que con la propia sexualidad. “Y esto no tiene nada que ver con la moral”, reitera.

Y después del Goya, ¿en qué está trabajando ahora Mabel Lozano? “Pues estoy escribiendo un libro con una amiga periodista sobre el cáncer de mama (el pasado año tuvo que ser operada de urgencia por esta causa) porque como lo hemos tenido… Será muy real, pero con mucho sentido del humor, sin banalizar una enfermedad de la que se muere tanta gente, pero con mucho sentido del humor, que es el mío y el de mi amiga. Y luego estoy levantando un proyecto de largometraje muy potente”. Y hasta ahí puede contar.

Vino, lombarda y Toledo

Finalmente, y siendo nuestra entrevistada oriunda de Castilla-La Mancha, en concreto de la localidad toledana de Villaluenga de la Sagra, no podemos dejar de pedirle que nos recomiende algunas viandas de la gastronomía de esta comunidad por las que sienta devoción, así como algún lugar que tenga un significado especial para ella. Mabel destaca en primer lugar la importancia de los vinos manchegos: “Antes, cuando hablabas de vinos, el patrimonio del vino bueno era Ribera y Rioja, y parecía que no te podías salir de ahí. Y la DO La Mancha es impresionante, tanto en vinos tintos como en blancos. Yo siempre tengo vinos de La Mancha y barro para casa siempre que puedo”. También asegura que es muy manchega en cuanto a la comida, haciendo especial hincapié en las legumbres de su pueblo, Villaluenga de la Sagra, y en la lombarda, muy típica de Toledo, así como en la perdiz estofada. Y si se trata de lugares, esta documentalista no duda en hablar de Toledo como una ciudad por la que siente una especial predilección. “Yo, que he viajado por el mundo entero, creo que probablemente Toledo es una de las ciudades más bonitas del mundo. Es impresionante porque es una ciudad con tres culturas que conviven al mismo tiempo”, concluye.

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