viernes, abril 26, 2024

Mamen Camacho: “Servir y Proteger se va a quedar en mi recuerdo para siempre”

Texto: Sandra Cuenca/ Fotos: Pipo Fernández y M.C.

La actriz Mamen Camacho es un rostro conocido para todos, sobre todo por llevar cinco años y medio metida en la piel de la policía Esperanza Beltrán, en la serie diaria “Servir y Proteger”.

Mamen ama el teatro y todos los personajes que ha interpretado le han servido para recibir muy buenas críticas por parte de los medios de comunicación. Empezó a hacer teatro cuando ya estudiaba en la Real Escuela de Arte Dramático (RESAD), pero reconoce que cuando entró en la joven Compañía Nacional de Teatro Clásico es cuando realmente empieza de una manera más continuada.  

¿Cómo recuerdas aquellos comienzos?

Aquella fue una época muy intensa, mi vida estaba puesta al servicio de la interpretación porque teníamos clases de formación, de verso, de danza, de movimiento, de palabra… un montón de disciplinas que aprender, no solo era ensayar la obra que estuviéramos haciendo en ese momento, sino también seguir con la formación que yo había empezado en la RESAD. Entonces era nuestra vida puesta al servicio de la palabra y de la obra. Una época muy bonita, entregada y creativa a la vez.

Has hecho teatro y en televisión dos series de mucho éxito, Gran Reserva y Servir y Proteger, ¿Dónde te gusta trabajar más?

Pues no lo sé, la verdad es que siempre que me hacen esa pregunta no sé muy bien que contestar. Me gusta mucho interpretar un personaje y lo que más me gusta es investigarlo, saber porque dice lo que dice y porque hace lo que hace. Ese momento previo de investigación es el que a mí me encanta. Eso lo tiene tanto el teatro como la cámara, así que, supongo que en términos de energía es diferente. El teatro muchas veces implica más todo el cuerpo y es a una toma, tiene el riesgo de que tienes que tirar para adelante pase lo que pase. Y eso también es muy excitante. Pero la cámara tiene algo muy íntimo y pequeñito que me atrae, las secuencias que de repente surgen también a la primera toma, porque tampoco hay mucha más posibilidad a veces y que surgen así, de un modo mucho más al detalle, ¿no?, pues también tiene su aquel.

Has hecho teatro clásico y además he leído muy buenas críticas hacia tus trabajos. Has sido Ana Bolena, Ana Karenina, grandes mujeres de la historia y de la literatura, ¿Qué es lo que más te atrae de hacer este tipo de personajes?

Sobre todo saber que tengo mucha más información donde zambullirme y donde descubrir a la persona. Cuando tienes una obra de teatro o un guion, te tienes que centrar solamente en lo que lees, pero sin embargo, con estos personajes históricos tienes tal cantidad de información que es muy interesante descubrir cómo fueron. Parece que son personajes mucho más grandes de lo que parecen y luego son personas a las que les pasan las cosas de la vida que nos pasan a los demás, solo que en palacios. Pero a nivel emocional estamos hechos de la misma pasta.

Cuando te ofrecen un papel y te dan el guion, ¿Qué es en lo primero que te fijas?

Que me suponga un reto y que sea interesante de crear. Hasta ahora no he visto papeles que no fueran interesantes, casi todos tienen algo que los hace atractivos y atrayentes.

Servir y Proteger, una serie en la que llevas trabajando desde el principio, aunque tuviste un parón para tener a tu segundo hijo y volviste. ¿Qué ha significado esta serie diaria en tu carrera?

Muchísimo, ha sido un entrenamiento diario, la creación de una familia de personas que al final ves todos los días y a todas horas, que pasas más tiempo con ellos que con tu propia familia. Un aprendizaje continuo y conocer muchísima gente, una visibilidad de tu trabajo durante un tiempo bastante continuado. Para mí, “Servir y Proteger” se va a quedar en mi recuerdo para siempre, porque ha sido una oportunidad de trabajar la comedia y el drama, he pasado por todo. He aprendido de los más grandes, de Luisa Martín, de Juanjo Artero, de Roberto Álvarez… gente que lleva toda la vida trabajando y cada uno tiene una esencia y una técnica de la que puedes beber. Para mí ha sido muy importante pasar por esta serie.

¿Y el personaje de Esperanza Beltrán?                                                    

Pues muy agradecido, porque además de que he podido desarrollar todos los estados posibles, durante cinco años y medio, es un personaje que trabaja en la UFAM, en la unidad de familia y mujer y se dedica sobre todo a tratar casos de familia, de maltrato, de acoso y de violencia de género. Ha sido muy emocionante descubrir que personas que solo tienen acceso a esa información sobre la ayuda, por medio de la tv, descubrían que tenían posibilidades de salir de una situación horrible. Ayer mismo hablaba con la chica que me asesora, es también jefa de la UFAM, de una comisaria de Madrid, y me daba las gracias, porque era increíble la gente que la llama diciendo que ha visto la serie y que gracias a ella sabe que puede salir de su situación. Entonces, para mí que la interpretación trascienda la pantalla y pueda llegar a darle la mano a alguien de verdad que está pasando un época mala o que tiene un problema gigantesco y que pueda ayudar, eso es algo con lo que no contaba y que supera todas mis expectativas.

Se ha anunciado que Servir y Proteger finaliza, ¿cómo habéis recibido la noticia?

 Sabemos que esta profesión es así, que nosotros estamos al borde del precipicio siempre y que en cualquier momento una serie puede acabar. Pero es verdad que no nos lo esperábamos y que siempre da muchísima pena soltar algo que te ha dado tantas alegrías. Ahora con ganas de disfrutar estos últimos momentos, exprimirlos al máximo y disfrutar de los compañeros hasta el final, pero con un poco de tristeza detrás, recordándonos cada día que es un día menos, da mucha pena dejarlo.

Creo que no has hecho cine…

Solo he hecho un documental con Alberto Triano.

¿Nunca te ha apetecido probar en la gran pantalla?  

Me encantaría trabajar en el cine, lo que pasa es que durante estos 5 años y medio he sido bastante leal a la productora Plano a Plano, se han portado fenomenal conmigo. Fíjate que me quede embarazada, pude disfrutar de mi baja y de mi prestación de maternidad como si fuera una persona normal y no una actriz, con lo inestable que es esta profesión en ese sentido. Luego, en cuanto yo pude y dije que quería volver, volví. Se han portado conmigo fenomenal y sinceramente no he buscado muchísimo por una lealtad hacia ellos, yo soy así. Pero sí que me encantaría…

¿Qué tendría que tener ese papel para dar el salto al cine?

Tendría que ser interesante, es lo que te he dicho antes, cuando recibes un guion tienes una intuición, que ese personaje no tenga una capa superficial, que tenga algo por debajo que yo pueda desentrañar.

En teatro, un personaje que no hayas hecho y que te gustaría hacer? 

Ahora, tanto en teatro como en cámara, me apetece mucho hacer de una mala malísima… es algo que decimos mucho Pepa Aniorte y yo, porque llevamos 5 años y medio haciendo de buenas y es que somos tan majas, que nos apetece una villana malvada.

¿Algún proyecto que nos puedas contar?

Ahora mismo no te puedo contar nada, sobre todo porque está todo en el aire. Todo el mundo te dice que están empezando algo, ya verás… pero en firme todavía no hay nada.

¿Hasta cuándo estáis grabando Servir y Proteger?

Hasta noviembre y la emisión, supongo que terminará a finales de año. Espero que para el año que viene sea “año nuevo, vida nueva” y que algo aparezca.

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