Por Jaime Carrancio González
Encontrar el amor, casarse y tener hijos son metas tradicionales, pero hoy en día, algunos desafían estos estándares. Muchas personas critican a aquellos que eligen no tener hijos, tachándolos de egoístas.
“No es lo mismo”, “¿Quién te cuidará de mayor?” y muchas frases de este mismo estilo son las que se suelen escuchar las parejas y, en especial las mujeres que eligen su vida sin tener hijos. Sin embargo, hay una creciente tendencia a optar por mascotas en lugar de hijos.
La vida moderna a menudo implica horarios agitados, largas horas de trabajo y una constante sensación de estrés. Tener una mascota, ya sea un perro o un gato, ofrece una relación afectuosa sin las responsabilidades asociadas al cuidado de los niños. Las mascotas brindan compañía, consuelo y amor incondicional, creando un vínculo especial que puede ser más manejable para aquellos que buscan equilibrar sus vidas. Las mascotas no requieren la misma atención constante que un niño. No dependen completamente de sus dueños para todas sus necesidades. Esta independencia ofrece a sus dueños la libertad de disfrutar de su vida diaria sin las restricciones que a menudo acompañan la atención de los hijos.
Numerosos estudios han demostrado que la compañía de animales puede reducir el estrés y mejorar la salud mental. La interacción con perros y gatos libera endorfinas, hormonas asociadas a la felicidad, y proporciona un sentido de propósito y rutina en la vida cotidiana. Este aspecto terapéutico puede ser una poderoso motivación para aquellos que buscan una experiencia emocional gratificante sin las preocupaciones de la paternidad.
Optar por tener hijos implica considerables gastos financieros, desde la educación hasta la atención médica. Las mascotas, aunque también implican costes, no llegan al nivel de lo que te puedas llegar a gastar en un hijo, a pesar de que existen escuelas para mascotas. Esto permite a las personas disfrutar de la compañía de un amigo peludo sin sacrificar su estabilidad económica.
A pesar de sus apretadas giras y compromisos importantes, la famosa cantante Taylor Swift, a sus 34 años, ha defendido su elección de tener mascotas en lugar de hijos. Los gatos de Taylor Swift se han convertido en una sensación en las redes sociales. La cantante comparte regularmente fotos y momentos adorables con sus gatos, destacando el valor emocional y la alegría que las mascotas pueden agregar a la vida de las personas, independientemente de su estatus social.
