Redacción
Los suplementos nutricionales no son un sustituto de una dieta equilibrada y variada. En general, una alimentación saludable que incluya frutas, verduras, granos integrales, proteínas y lácteos debería proporcionar todos los nutrientes que el cuerpo necesita.
Sin embargo, hay situaciones en las que los suplementos pueden ser beneficiosos:
Deficiencias nutricionales diagnosticadas: Si un análisis de sangre revela que hay deficiencias de alguna vitamina o mineral, el médico puede recomendar un suplemento específico.
Condiciones médicas: Algunas enfermedades o condiciones médicas pueden aumentar las necesidades nutricionales, como la osteoporosis (que requiere calcio y vitamina D) o la anemia (que puede requerir hierro).
Restricciones dietéticas: Vegetarianos y veganos pueden necesitar suplementos de vitamina B12, ya que esta vitamina se encuentra principalmente en alimentos de origen animal.1
Embarazo y lactancia: Durante estas etapas, las necesidades nutricionales aumentan y algunos suplementos pueden ser recomendados por el médico.
Adultos mayores: A medida que envejecemos, puede ser más difícil absorber algunos nutrientes de los alimentos, por lo que los suplementos pueden ser útiles.
Recuperación de enfermedades: Después de una enfermedad o cirugía, el cuerpo puede necesitar nutrientes adicionales para recuperarse.
¿Cuándo se deben evitar los suplementos?
Sin supervisión médica: Tomar suplementos sin la recomendación de un profesional de la salud puede ser perjudicial y causar interacciones con otros medicamentos.
En exceso: Un exceso de ciertas vitaminas o minerales puede ser tóxico.
Como sustituto de una dieta saludable: Los suplementos no pueden reemplazar una alimentación equilibrada.
¿Qué suplementos son más comunes?
Vitamina D: Es importante para la salud de los huesos y el sistema inmunológico.
Calcio: Es esencial para mantener los huesos fuertes.
Hierro: Necesario para transportar oxígeno en la sangre.
Ácido fólico: Importante durante el embarazo para prevenir defectos del tubo neural en el bebé.
Omega-3: Ácidos grasos esenciales que benefician la salud del corazón y el cerebro.
Importante: Antes de comenzar a tomar cualquier suplemento, es fundamental consultar a un médico o nutricionista. Ellos podrán evaluar tus necesidades individuales y recomendar los suplementos más adecuados.
Recuerda: La mejor manera de obtener los nutrientes que necesitas es a través de una dieta variada y equilibrada. Los suplementos deben considerarse como un complemento, no como un sustituto.