viernes, abril 19, 2024

“Todos lo hacen”: Una comedia trepidante con misterio incluido

Texto: Javier Cuenca/ Fotos: S. Cuenca

“Si todos lo hacen, ¿por qué yo no?”. Esa sería la pregunta que vertebra la trama y da título a la película que nos ocupa, una comedia de tintes policiacos, aunque aquí lo de menos es saber quién es el asesino. “Todos lo hacen” es, pues, el segundo largometraje de un realizador llamado Martín Cuervo, empeñado básicamente en construir una película trepidante donde no dejan de pasar cosas para que tanto sus actores y actrices como el público se lo pasen en grande. Y Más Noticias ha hablado con los protagonistas masculinos de la peli para que nos cuenten cómo ha sido la experiencia. Pasen y rían.

¿Qué es lo que se supone que hacen todos? Pues ni más ni menos que utilizar esa cosita tan peliaguda y poco recomendable llamada “dinero B”. ¿Les suena? Tres matrimonios, uno de ellos separado, y una viuda confluyen un fin de semana en el hotel donde tiempo atrás celebraron sus respectivas bodas, invitados por el dueño del establecimiento. Pero la primera noche, durante la cena, descubren que no están allí debido a un gesto de cortesía, sino porque el propietario del hotel pretende chantajearles para que le abonen una importante cantidad de dinero que a él mismo le reclama Hacienda.

El equipo de la película «Todos lo hacen»

¿El motivo? Que aquellas bodas fueron pagadas por los contrayentes con dinero negro. Cuando el dueño aparece muerto, se desencadena un aluvión de situaciones totalmente disparatadas mientras una peculiar pareja de guardabosques y los propios invitados tratan de averiguar quién es el asesino.

Todos lo hacen” es la segunda película larga de Martín Cuervo, quien cosechó buenas críticas con su anterior filme, “Con quién viajas”, una comedia que tenía como detonante el periplo de cuatro personas de Madrid a Murcia gracias a una aplicación de viajes compartidos. Sigue, pues, este realizador abonado al género de la comedia, aunque en esta ocasión el guion no le pertenece, como sucedía en su anterior obra, quedando en manos de dos féminas: Marta Sánchez e Irene Niubó.

Salva Reina y Kira Miró

Con el mismo rigor

Para su segundo largometraje ha vuelto a contar Cuervo con dos actores a los que ya dirigiera en “Con quién viajas”, Andrea Duro y Salva Reina. Este, que interpreta en el filme a un profesor de Educación Infantil, nos cuenta que su personaje “considera que tiene el futuro de una generación en sus manos, le da mucha importancia a no salirse de la raya mientras colorea y a aprender los colores en inglés porque le da mucha importancia a su trabajo”. Y continúa: “Es un poco cobarde, un personaje que va un poco a la rémora del que interpreta fantásticamente bien Kira Miró, que es un personaje fuerte, duro, decidido. Él es el típico al que en otra época se le hubiera llamado un calzonazos”.

Reina, que ha interpretado mayoritariamente comedia, dice en tono jocoso que lo que más le seduce de este género es “que me llaman y que puedo pagar el alquiler”, y ya en un tono más serio asegura que se siente muy cómodo. “al final”, precisa, “tú como actor o como actriz tienes que afrontar los proyectos sin saber si es comedia o drama con la misma seriedad y con el mismo rigor. El personaje al que tú le das vida tiene que tener el mismo rigor si es un thriller, un drama, o si estás interpretando a E.T. Luego ya si la gente se ríe o no es una cuestión que nunca sabremos. Al final la historia la tienes que afrontar como te viene y darle el rigor que necesita”.

Salva Reina

Insiste en que lo que más le atrajo de esta película es que se trata de una comedia coral, un género que suele ofrecer mucha diversión a la hora de abordarlo, así como volver a trabajar con Martín Cuervo, “un tipo muy inteligente, que sabe muy bien lo que quiere, que conoce bien los diferentes departamentos que intervienen en una película. Viene de familia de cineastas, ha crecido en el cine, y eso hace que tenga muy claro cómo lo quiere y cómo quiere contarlo. También da rienda suelta a que el actor o la actriz aporten. Creo que va a dar muchas alegrías al cine español”.

Carlos Santos y Mariam Hernández

Diversión y libertad

Por su parte, Carlos Santos, que da vida en la película a un político de dudosa reputación, adopta un tono irónico para señalar que no contaba con referentes en España a la hora de preparar este personaje: “Me ha costado encontrar a un político así, mafiosillo, y me he tenido que ir a un tío de un pueblo de Noruega, que ha sido el único político que ha robado”. Luego explica que su personaje, al margen de la actividad política, no es más que un individuo de clase media que, al ascender de posición, “se cree el amo del Universo cuando es un don nadie”.

Añade el actor que, afortunadamente y de manera inteligente, las guionistas “lo salvan un poquito dándole un poquito de corazón en la escena final con su mujer”. “Eso también te permite subir un poquito toda la parte desagradable del tipo porque sabes que luego va a tener su parte donde el espectador va a poder empatizar con él y con su corazón”, comenta Santos, quien asegura que se lo ha pasado muy bien durante el rodaje y valora la libertad que Martín Cuervo ha dado al reparto para hacer aportaciones.

Carlos Santos

Tratándose de un actor que no ha hecho únicamente comedia, sino que ha interpretado otro tipo de personajes ajenos al género como Luis Roldán, en “El hombre de las mil caras”, o Germán Areta, en “El crack cero”, le pregunto si hay algún terreno en el que se sienta más cómodo. “He tenido la suerte de que ha habido gente que ha sabido ver un poco más allá de mis papeles de comedia y he podido hacer personajes muy diferentes. Lo importante es el personaje, el guion, la historia y el reparto”, dice.

Encontrar la pepita

Finalmente, Julián López indica que de su personaje en la película, un hombre obsesionado por el ejercicio físico y empeñado en resolver el misterio de la muerte del propietario del hotel, le seducían sus múltiples capas: “Es un tipo que quiere ser más de lo que es, que se cree más cosas de las que es, y esto le lleva a la frustración, está sumamente frustrado. De ahí viene que no sabe manejar tampoco su vida conyugal y precisamente por eso también quiere destacar. El personaje tenía muchas vetas para sacarle mucha punta, y es lo que más me apetecía”.

Julián López y Andrea Duro

Me centré en eso, en sacarle la mayor punta posible”, insiste, “gracias a la comunicación con Martín Cuervo, que estaba muy a favor de agregar cosas que iban surgiendo. Y hay un apartado que a mí me seduce mucho de esta profesión, y es que tú puedes leer un guion o ensayar, o pensar qué es lo que va a suceder, cómo vas a preparar la escena, pero siempre hay algo que va a ocurrir que no cuentas con ello. Y eso que surge es muy bonito. Es encontrar la pepita de oro y aquí ha habido varias por parte de todos, y eso a mí me hace muy feliz”.

Julián López es un actor muy especializado en el humor, aunque dice que como espectador consume más drama que comedia. “Soy muy trágico”, señala, “pero porque soy un amante de la música, he escuchado mucha ópera y la ópera es tragedia pura, y yo soy muy así, de quedarme mirando la lluvia. Soy muy melodramas, muy películas”. En ese sentido, reconoce que sí le gustaría interpretar algún personaje dramático y deja caer que “probablemente pronto suceda algo así, que vaya transitando por otros géneros”. “Se están abriendo otras puertas”, dice, aunque no ofrece más detalles.

Julián López

Respecto a su faceta como músico, cree que ahora es más pasivo que activo, si bien asegura que debido a su formación académica y vital en ese campo, no deja de pensar en términos musicales. “Cuando abordo una peli o un proyecto, pienso en la música a la hora de hacerlo, de construirlo: la entonación, los silencios, el ritmo, son cosas que he aprendido con la música y que me sirven para esto. Me sigo sintiendo músico porque sigo pensando musicalmente”, explica el actor. El pasado año Julián López inició una faceta artística más, esta vez como escritor, al publicar “Planetario”, su primera novela. Me dice que le gustó muchísimo abrir esa otra “puerta” y avanza que ha barajado tres ideas para un nuevo libro, de las cuales ha permanecido finalmente una. “Todavía queda, pero seguramente se venga nuevo libro. Me apetece porque, además, es un ejercicio de introspección muy guay, de trabajar contigo mismo”, subraya.

Salva Reina, Carlos Santos y Julián López

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