Texto: S.C. Fotos: Fernando Álvarez
El actor Valentín Paredes nació en Manchita, un pueblo de Badajoz, hace 65 años y aunque se trasladó a Madrid con su familia siendo un niño, el extremeño no olvida sus raíces, sintiéndose muy orgulloso de su pueblo, y su pueblo de él. Ha recibido un homenaje e incluso le han puesto su nombre a una plaza.
Lleva más de 35 años dedicado a la interpretación y ha cosechado muchos éxitos a lo largo de su carrera, pero siempre ha sabido mantener los pies en la tierra. Ha trabajado con los mejores directores de cine, Antonio Mercero o Luis García Berlanga, se ha subido a muchos escenarios y ha participado en varias series de televisión. Valentín sigue trabajando con la misma ilusión y con las mismas ganas que cuando comenzó.
¿Cómo decides ser actor?
De niño, en un cine de verano de mi pueblo, Manchita. La primera vez que vi una película me quedé impresionado y ahí nació mi vocación, un sueño que con los años y ya viviendo en Madrid se cumplió.
¿Cómo era el Valentín de entonces?
Era un chico que tuvo que estudiar y trabajar para pagarme las clases de arte dramático. En mi casa éramos siete hermanos y tenía que aportar dinero para que mis padres no tuvieran que pagarme los estudios. Era un joven lleno de sueños e ilusiones, con ganas de pisar un escenario y ponerme delante de una cámara de cine.
¿Cómo es el de ahora?
El Valentín de hoy y echando la vista atrás, con todo el largo recorrido lleno de más penas que alegrías, la vida me ha enseñado que cuando te caes lo mejor es tirar para adelante y llegar a la madurez sabiendo que has hecho el bien y que has sembrado una buena cosecha. Ahora con los años sigo teniendo algo de aquel chico de Manchita.
Debutaste en el teatro, si no me equivoco, para luego hacer cine y series de televisión. ¿Cuál de los tres te ha dado más alegrías?
Mi primer trabajo, profesionalmente, fue en el teatro con José Sazatornil y María Kosty, ahí empezaron a fijarse en mí directores de cine y enseguida debuté con Pedro Masó. Después vinieron seguidas todas las películas que hice en los años 80, “Buscando a Perico”, de Antonio del Real, “El Pico 2”, de Eloy de la Iglesia, etc. En esos años compaginaba teatro, cine y televisión. Cada medio tiene su técnica y yo me sentía a gusto en los tres.
¿Cuál ha sido tu papel más difícil? ¿Y del que te sientes más orgulloso?
Quizás uno de los últimos, en “Garantía Personal”, película que rodé en mi tierra, Extremadura, con un equipo estupendo y dirigido por Rodrigo Rivas. Mi personaje, Alberto, son esos personajes difíciles pero muy agradecidos una vez que los dominas.
¿Qué te ha enseñado la profesión de actor?
El trabajo de actor te permite ser otra persona, ver a través de los ojos de otro y reconocerte a ti mismo.
Tiempos duros para tu trabajo con la pandemia y el confinamiento ¿Cómo has vivido estos meses?
Este virus nos ha robado un año de nuestras vidas, pero afortunadamente podemos contarlo, mucha gente, por desgracia, no puede hacerlo. Yo lo he vivido como casi todo el mundo, lleno de incertidumbre, siendo muy cuidadoso y cumpliendo todos los protocolos. Llenando mi tiempo con lectura, cine y series en casa, buscando en Google los cuidados que necesitan las plantas, para tener mi terraza bonita esta primavera.
Habéis retomado el rodaje de la película “Cold Light, de George Karja, ¿cómo es tu personaje?
El rodaje se paró justo hace un año por el confinamiento, está casi todo rodado. Pero entre Filomena, los toques de queda y reducción de personal, todavía no hemos terminado. Mi personaje, Don Silvano, es un mafioso en toda regla.
¿Algún proyecto a la vista?
Tengo un par de proyectos de cine y teatro, espero que se puedan realizar, que el virus nos deje…También hay una serie, pero de momento no puedo contaros más.
