Texto: Sandra Cuenca
Antonio Pérez Henares (Bujaralo, Guadalajara 1953), periodista y escritor, nos presenta su novela «La Española«, (Harper Collins), situada en la isla con el mismo nombre y que fue el primer asentamiento español en el nuevo mundo. Lugar en el que se dieron cita los más importantes personajes que iban a cambiar la historia del mundo.
Antonio Pérez Henares nos cuenta que la idea de escribir «La Española» surgió hace ya muchos años en una de las Rutas Quetzal que hizo con Miguel de la Quadra-Salcedo. «Yo hice siete expediciones con Miguel y una noche, durmiendo en las ruinas del Fuerte Ozama, que fue el primer fuerte en Santo Domingo, de pronto me di cuenta de donde estaba» recuerda el periodista. Para él, aquel lugar le pareció mágico, ya que en algún momento de la historia allí habían estado personas que cambiaron la historia del mundo, desde los Pinzón, Colón, Balboa, Cortés o Pizarro, «me parecía algo inaudito que en aquel lugar tan pequeño, de alguna manera, aquellos personajes que en su momento fueron desconocidos, ahora eran historia de la humanidad y quise novelarlo«.
Todos los viajes que hiciste con de la Quadra-Salcedo ¿Qué han significado para ti?
Para mi hubo un elemento muy importante que desde entonces he llevado conmigo. Yo empecé a hacer estos viajes en 1998 y el último lo hice en el 2004. Miguel me decía muchas veces que uno no es español del todo hasta que no lo siente como propio, ama y tiene una sensación de pertenencia. Veo Hispanoamérica como un todo, como que forma un conjunto con nosotros, yo eso lo llevo muy interiorizado y muy asumido, independientemente de que haya cuatro ignorantes y sectarios que se dedican a decir barbaridades y estupideces, ocultando lo que es una historia común que, como todas las historias, tiene cosas maravillosas y también tiene sombras.
¿Hubo algo de este suceso histórico que te llamó la atención y que consiguió que te pusieras a escribir?
A ver, ese suceso histórico es sin más el momento más trascendental de la historia de la humanidad. El descubrimiento, exploración y conquista de América, el paso hacia el Pacífico y la vuelta al mundo, no hay un acontecimiento que haya tenido mayor trascendencia en la historia para toda la humanidad. Simplemente que miren lo que van a comer hoy, con eso y de donde ha venido se podrían dar cuenta. Pero ¿alguien se podría imaginar hoy un mundo sin América, sin el Pacífico y sin globalizar? no, claro que no. Esa es la más gigantesca epopeya que ha existido. Fuimos a la luna, pero ¿eso nos ha cambiado algo? no. Aquello fue descubrimiento, nosotros fuimos buscando otra cosa y topamos con todo un continente, que se dice pronto, y los que vivían allí no tenían ni la más remota idea que hubiera otras gentes en el mundo. Ahora, todo eso se quiere minimizar y, lo peor, ocultar. A mi me parece que el gravísimo problema, que además me parece una bobada intentar combatir la leyenda negra con leyenda rosa, es la ignorancia. Se prohíbe la enseñanza en los colegios y en los institutos, es verdaderamente aterrador el intento de eliminar cualquier elemento común y de pertenencia, y a mi me parece, de verdad, una insensatez, producto de un delirio muy sectario y muy difícil de enderezar.
¿Crees que nos han contado mal la historia?
No es que se haya contado mal, es que desde hace un tiempo se intenta que no se cuente y, además, lo españoles somos, en este momento, los que más interiorizado tienen la propia leyenda negra. Voy a poner un ejemplo, ¿Qué lugar donde ha habido imperios tiene el mestizaje que tiene la América Hispana? ninguno. Busca un indio vivo al norte de donde llegó el Imperio Hispano, 1,5% de indígenas o mestizos, al sur, porcentajes del 90%. Solo Argentina se equipara a Estados Unidos, pero ese exterminio no lo hicieron los españoles, lo hizo ya la República Argentina, prácticamente a finales del siglo XIX y primeros del XX, cuando sus presidentes llamaron textualmente al exterminio de esos indios piojosos, hombres, mujeres y niños. Pero resulta que los genocidas somos nosotros.
Has dado vida a personajes históricos muy importantes en esta novela, ¿buscabas un poco humanizarlos?
Es que eran humanos, con sus virtudes y con sus defectos. Desde el primer momento aparece todo lo bueno y todo lo malo, la heroicidad y la crueldad, la compasión y la traición, hubo canallas y hubo asesinos, así como también gente irrepetible, como Balboa o como Ojeda y a veces también en sus propias historias personales. La historia de amor de Ojeda es algo verdaderamente maravilloso y todo un símbolo de ese mestizaje. Como la de Ponce de León, pero la de Ojeda, quizás tenga unos ribetes más estremecedores incluso. Además, es que es fácil poder encontrarlos, porque está todo escrito, allí fueron muchísimos hidalgos y hay muchos documentos y testimonios que los retratan. Después, uno tiene personajes favoritos, Ojeda y Balboa, por ejemplo, y luego otros que no lo son tanto, a los que se les desprecia, como el que hizo ahorcar a la Reina Taína Anacaona en una de las atrocidades perpetradas más repulsivas.
Cuando yo estudiaba y nos enseñaban la historia de la Conquista de América, aquellos personajes nos parecían héroes, pero ahora, los adolescentes creen que no lo hicimos bien. ¿Con el paso de los años nos han hecho cambiar de idea?
Sí, mucho. Se ha apoderado de los últimos tiempos, de los que se califican como progresistas y yo rechazo plenamente que eso lo sea, se ha quedado una historia diferente. Primero, que España no existe, vamos, por no existir no existió ni una conquista musulmana ni una reconquista cristiana ni Covadonga, somos además culpables y reos universales de todos los delitos cometidos en el mundo y eso, simplemente y llanamente es mentira. Ahí están las pruebas, el mestizaje, lo que quedó, pero se está atacando a las bases esenciales de lo que es hispano. Ahora parece que esto se empieza a cortar, pero todo lo que pueden ser los elementos de pertenencia, nuestra lengua, nuestros escritores y pintores, cuadros, monumentos… desde el Acueducto de Segovia hasta La Mezquita de Córdoba o la Catedral de Burgos, todo eso es lo que nos configura como «parte de», y eso es lo que se está destrozando, y se está haciendo desde lo que es la ideología más sectaria, que busca destruir todo nexo común, y no solo aquí entre los españoles, sino con todo lo hispano. La leyenda negra es hoy declamada como una verdad científica, cuando es una cantidad de mentiras y propaganda repulsiva, y nos la tragamos, y no solo eso, es que hay unos señores que se creen los más progres del mundo y es lo que quieren enseñar a sus alumnos. Resulta, que si tu dices quienes eran esos personajes, desde la verdad y el rigor histórico, te llaman lo de siempre: facha, que como prácticamente ya somos fachas un 85% de los españoles a juicio de esta banda, teóricamente hay que tragar, pues no, no hay que tragar, hay que plantarles cara y darles respuesta desde la verdad y también desde la emoción de sentirse «parte de».
Durante la investigación para escribir la novela, ¿te has encontrado con algún dato o historia que te haya sorprendido?
Sí, por ejemplo yo he estado siguiendo mucho a Bartolomé de las Casas, porque él tiene la «Brevísima«, que es el origen de buena parte de la leyenda negra. Este personaje, por otro lado, un gran defensor de los indios, muy bipolar y muy ambivalente, pero tiene por ejemplo un libro extraordinario con varios tomos que es la «Historia de la Indias«, y es que él lo vivió en primera persona, su padre fue en el segundo viaje con Colón y su tío había ido en el primero, a él, del segundo, le trajeron un joven indio como sirviente, como esclavo, que la Reina Isabel mandó devolver. El personaje fue conquistador, encomendero, antes de , digamos, caerse del caballo y de casi una enfebrecida defensa a los indios, ese ha sido un personaje que me ha atraído mucho en su complejidad. Me ha sorprendido mucho también Cortés, que a los 35 años, cuando sale hacia México, no había combatido nunca, había sido un joven bastante descarriado, mujeriego, listísimo… considerado hoy uno de los tres grandes estrategas militares de la humanidad, a la altura de un Julio Cesar o un Alejandro Magno, pues resulta que era un buen jinete pero no había combatido nunca, eso me dejó muy sorprendido.
Después de «La Española» ¿Cuál será tu siguiente libro?
Escribiendo estoy, me pillas en el campo, en mi cabaña de los Montes Alcarreños, y ya estoy metido con mi siguiente novela. Te puedo contar que voy a volver a la Edad Media, pero que no va a ser una novela ni de reyes ni de batallas… voy a contar otra. La Edad Media tiene la mala leyenda de ser un lugar tenebroso donde hace un frío espantoso, al revés, era una de las épocas más cálida del periodo interglaciar, pero además, hay otro mundo muy colorido, un mundo cargado de música, de juglares y de cortes, dentro de lo que podía ser, había cultura, había belleza y, además, había un culto increíble precisamente a eso, a la belleza, es sorprendente. Así que, a ver que sale.