viernes, marzo 29, 2024

EMILIO MORO INAUGURA LA TERRAZA DE SU WINE BAR: TODOS SUS VINOS, EN EL CORAZÓN DE LA RIBERA DEL DUERO

Redacción

El porche que da entrada al edificio de las bodegas de Emilio Moro acoge un agradable wine bar con mesas exteriores, ideales para el verano, en el que se puede disfrutar de su gama completa de vinos, por botellas y también por copas, acompañada de una selección de tapas

Las bodegas, situadas en la localidad de Pesquera de Duero(Valladolid), cuentan además con un privilegiado mirador –la Terraza de Sanchomartín– que ofrece unas preciosas vistas a sus viñedos y que pone un broche de oro a las diferentes visitas de enoturismo propuestas, un plan completo y perfecto para una escapada de verano

Emilio Moro, una de las bodegas más prestigiosas de España, está ubicada en la localidad vallisoletana de Pesquera de Duero, en plena milla de oro de la denominación de origen Ribera del Duero. Un entorno único que da vida a unos vinos con personalidad, rebosantes de pasión y tradición. Ahora, y coincidiendo con las ansiadas escapadas de verano, presenta su agradable terraza a pie de las bodegas, un apetecible espacio concebido para tomar un aperitivo. Puede funcionar como parada estratégica en mitad de trayecto hacia nuestro destino de vacaciones o como un destino en sí mismo, en el que quedar con unos amigos igual de amantes del vino: se encuentra a tan solo una hora y media de Madrid. Tanto en las mesas exteriores como en la zona de wine bar del porche –con aire rústico, muy luminoso y salpicado de vegetación–, se puede disfrutar de cualquiera de las referencias de la firma, por botellas o por copas, acompañadas de un picoteo: una tabla de jamón ibérico, un buen queso castellano, una ración de cecina con AOVE, unas conservas prémium (mejillones en escabeche, sardinillas o navajas) o algún plato más especial como sugerencia del chef (ensalada de codorniz escabechada, carpaccio de bacalao, bao de lechazo con verduras o, si el hambre azuza, media ración de cochinillo confitado).

LA FAMILIA DE VINOS DE EMILIO MORO, AL COMPLETO

Entre las etiquetas más icónicas de Emilio Moro disponibles en este wine bar con terracita se encuentran su buque insignia, Emilio Moro; los valorados Malleolus –cuyo lanzamiento hace 21 años marcó un antes y un después en la historia de la bodega y de la D.O.–, Malleolus de Valderramiro –procedente del viñedo más antiguo de la bodega– y Malleolus de Sanchomartín –un vino de terroir fruto de una parcela muy especial de solo una hectárea–; su vino ecológico, La Felisa; o su gama de blancos del Bierzo, entre ellos, el joven Polvorete.

EL ENOTURISMO MÁS AUTÉNTICO

El aperitivo en esta apetecible terraza puede formar parte también de uno de los diferentes planes de enoturismo que propone Emilio Moro y que integran un recorrido guiado por los viñedos y la bodega –descubriendo la tradición de una de las más prestigiosas de la Ribera del Duero– y una cata de sus vinos, reconocidos entre los mejores del mundo y presentes en más de 70 países.

La visita se puede completar con una comida más formal en su restaurante, donde se ofrece un menú protagonizado por los productos de la zona, la mejor forma de sumergirse en los encantos gastronómicos de la Ribera del Duero. El broche de oro a la jornada lo ponen las fantásticas vistas que se disfrutan desde su mirador, las Terrazas de Sanchomartín, que se alza sobre un mar de viñedos único en el mundo.

SOBRE BODEGAS EMILIO MORO

El origen de la bodega se remonta a 1891, año de nacimiento de su fundador, don Emilio Moro, en Pesquera de Duero (Valladolid), enclave privilegiado de la Ribera de Duero rodeado de viñedos. Emilio Moro, abuelo de los actuales propietarios, enseñó a su hijo el amor por el vino, y este, a su vez, lo transmitió a sus hijos. Tras tres generaciones, José y Javier Moro se hacen cargo de la bodega que actualmente posee unas 200 hectáreas de viñedo propio, plantadas e injertadas con un excelente clon de Tinta Fina recuperado de sus viñas más viejas. Algunos de sus pagos más conocidos son Resalso, plantado el año en que nació Emilio Moro (1932), con suelos profundos y frescos; Valderramiro, con los vasos más antiguos de la bodega y la cuna de su gran vino de pago, Malleolus de Valderramiro; Sanchomartín que, con unas excelentes condiciones de maduración, ofrece vinos tánicos y de marcada acidez, ideales para la crianza; y Camino Viejo, donde nace Malleolus. La gama de vinos engloba también Emilio Moro, buque insignia de la bodega, y La Felisa, su vino ecológico y sin sulfitos añadidos. La familia Moro posee, también en la Ribera del Duero, Bodegas Cepa 21, que engloba las referencias Hito, Hito Rosado, Cepa 21, Malabrigo y Horcajo. Además, elabora los Godellos La Revelía, El Zarzal y Polvorete, fruto de su desembarco en El Bierzo.

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