Texto: Teresa Loscertales/ Fotos: L.S.
Laia Sopeña es una mujer deportista y madre soltera de una niña con la que reside en Tenerife. Sus especialidades abarcan diferentes áreas, destacándose como instructora de apnea en AIDA, instructora de yoga y acroyoga. Además, imparte cursos en Boca Cangrejo y Tabaiba en Tenerife, donde afirma que se siente encantada de que la gente participe y se interese por estos deportes. Laia anima a todo el mundo a participar en sus cursos y disfrutar de las actividades que ofrece. Agradece especialmente a su padre, quien la introdujo en este maravilloso mundo acuático donde ha aprendido mucho y experimentado una gran sensación de relajación y felicidad.
Para empezar, me gustaría saber ¿Qué te atrajo de la apnea y cómo te iniciaste en ella?
La apnea me empezó a gustar desde que era pequeña, tengo recuerdos muy bonitos de viajes que hacía con mi padre (que era médico), pero le gustaba mucho la pesca submarina. Siempre íbamos a sitios muy bonitos a bucear, y tengo recuerdos de encontrar estados de felicidad y de maravilla por el medio acuático, además de la calma que transmite el agua. A raíz de la enfermedad de mi padre, encontré en la apnea una parte muy terapéutica. Empecé a practicarla de forma más de seguida y encontré un refugio en el mar, un refugio en el que entraba en él con todos los problemas y digamos que al salir se disolvía en el agua. Así es como empecé a meterme más de lleno en la apnea.
¿Cómo ha influido la apnea en tu estilo de vida y en tu conexión con el medio acuático?
Sinceramente me ha cambiado la vida. Cuando falleció mi padre saqué un billete de avión a Egipto, al mar Rojo, que siempre había oído que era el paraíso de la apnea. El Dahab, el Blue Hole, que es un agujero azul en una cueva de unos 90 metros de profundidad, donde las condiciones son muy favorables para entrenar. Me fui para allá con mi hija y me saqué todos los niveles de apnea y el curso de instructora, y estuve tres meses entrenando. A partir de ahí, como me hice instructora, descubrí lo que en Japón llaman ikigai (algo en lo que soy buena, algo que creo que el mundo necesita y que puedo ofrecer para ayudar a las personas, algo por lo que me pueden pagar y algo que amo). La apnea para mi reunía todas esas cualidades y decidí dejar mi trabajo y dedicarme a enseñar. Como era también instructora de yoga, incluía la parte de respiración que tanto me ayudó para calmar la ansiedad y el estrés y mezclarlo con la apnea.
¿Cuál ha sido tu logro más destacado en la apnea hasta ahora?
Trabajo varias disciplinas. En peso variable he llegado a los 102 metros, consiguiendo ser la primera mujer de España en pasar la barrera de los 100 metros, pero de los buceos que más orgullosa estoy es con la manoaleta, que logré un récord de España con 82 metros. Este año estoy trabajando más en el buceo sin aletas aunque la profundidad no es tan grande, pero para mí, como es la disciplina más técnica y la que más esfuerzo tienes que poner, es quizás de la que más orgullosa estoy.
Has sido campeona de España de apnea con manoaleta en peso constante ¿cuéntanos cómo fue esa experiencia?
Ese día concretamente, en el campeonato de España que se celebró en Lanzarote, había mucha corriente y había que lidiar con un poquito de estrés mental y el miedo, pero fue mi hija la que ese día estaba apoyándome al 100% y fue la que me dijo “Mami si has logrado hacer 80 metros en entrenamientos, 77 metros los podrás bajar, aunque haya corriente” y fue ella la que me eligió el número mágico porque me hizo campeona de España. Ese día, reduje un poquito mis expectativas y conseguí 77 metros y los logré con muy buenas sensaciones, iba imaginándome que iba a por la medalla de oro para mi hija. Lo hice por ella.
¿Cuál es tu enfoque para entrenar y prepararte para las inmersiones en apnea?
Lo primero de todo, es intentar conseguir un estado de relajación máxima en el que no haya tensión en ninguna parte del cuerpo y concentrarme en la respiración y en las sensaciones físicas, como la temperatura del agua, el aire en mi cara, la respiración… y previamente al buceo, hago una o dos respiraciones profundas (respiración yóguica) y ya estaría preparada para la apnea. A partir de ahí todo está bien, entro en estado de clama, la mente se enfoca, me concentro en la técnica y consigo evadirme de todo lo de fuera y lograr centrarme al 100% en mi buceo.
¿Qué medidas de seguridad y precauciones tomas? ¿Has tenido alguna vez algún susto?
La apnea tiene fama de ser un deporte de riesgo, pero cada vez se conocen más los mecanismos fisiológicos de adaptación que tiene el cuerpo humano. Hay muchísimos más parámetros que se pueden tener en cuenta ahora, para prevenir cualquier accidente y la seguridad es siempre fundamental. Jamás se me ocurriría hacer un buceo profundo estando sola, siempre tiene que haber un compañero, tiene que haber un sistema de contrapeso, tiene que haber unas medidas de seguridad que sean idóneas en un campeonato, pero también durante los entrenamientos. Yo entreno en Tenerife, donde tenemos dos centros de apnea con los que trabajo y me siento 100% segura, vamos no se me ocurriría arriesgar lo más mínimo, ya sea por mí, por mi hija y porque quiero cuidar también la fama del deporte. Me gustaría que este deporte se expandiera y que pudiera llegar a mucha más gente, que deje de tener esta fama de deporte de riesgo porque no es así, en la historia de las competiciones de apnea solo ha habido una muerte.
¿Hay muchas competiciones anualmente?
Oficiales, de la Confederación mundial de actividades subacuáticas o federadas (C.M.A.S.), digamos que hay tres: autonómico, nacional y mundial. Hay de profundidad en el mar y también hay apnea en piscina. Este año no sé si se hará campeonato de Europa que algunos años lo realizan, pero generalmente hay tres.
Me gustaría saber ¿Cuáles son tus metas y ambiciones futuras?
Me encantaría seguir mejorando como atleta, poder entrenar, poder seguir transmitiendo mi pasión por la apnea y poder enseñar a muchas personas. A día de hoy, ofrezco cursos en Tenerife en Boca Cangrejo y Tabaiba, y estoy encantada de recibir alumnos. También, que se genere un respeto por el mar, por los ecosistemas marinos y que la apnea sea un deporte que también invite a la gente a en encontrarse consigo mismos, a respetarse a sí mismo, a su cuerpo y a respetar el océano. Para mí los logros deportivos son una consecuencia de un trabajo previo.
Para finalizar ¿Qué consejos le darías a alguien que está interesado en comenzar a practicar en apnea?
Pues que la apnea es para todos, desde niños hasta la tercera edad digamos, porque no hace falta bajar muy profundo para encontrar estados de calma y de relajación, simplemente aprender a respirar a relajarse y a conectar con el cuerpo que es algo muy bonito y que todos pueden experimentar en un curso de iniciación en apnea.
