Texto: Sandra Cuenca/ Foto: María de Mondo
María de Mondo nos presenta su libro «Yo ego», una guía para dejar de sufrir, conectar contigo mismo y alcanzar la paz mental
María de Mondo estudió Derecho y Dirección de Empresas. Cuando salió de la Universidad y se sumergió en el mundo laboral, empezó a agobiarse y a plantearse si realmente había conseguido sus objetivos. No, no era feliz, no se sentía plena y se negó a creer que el resto de su vida fuera a ser así.
La idea de escribir «Yo ego» surge porque después de muchos años trabajándose a si misma en el autoconocimiento y en la gestión emocional, después de la crisis existencial que sufrió, descubrió que el ego formaba un papel clave y fundamental en el sufrimiento que había tenido a lo largo de su vida. «Una vez que empecé a trabajar como coach, me di cuenta que detrás de los objetivos y de los puntos de dolor de mis clientes, se escondía el ego» nos cuenta María. En ese momento empezó a investigar y a deborar libros sobre el tema y pensó que debía compartirlo con el mundo, «porque el aprendizaje es brutal y como siempre digo, el ego es el causante de nuestro sufrimiento. Una vez que aprendemos a controlarlo, llega la paz«.
María, ¿puedes contarnos qué es el ego y cómo podemos descubrirlo?
A mi me gusta definir el ego como el personaje que tenemos dentro de nosotros y que se ha ido creando por todos los condicionamientos externos que hemos recibido, empezando por nuestros padres, nuestra familia, la sociedad, la cultura en la que vivimos y las creencias o juicios que vamos adquiriendo, que nos condicionan en la forma de ver el mundo y en la forma de vernos a nosotros mismos. ¿Y cómo podemos identificar a este ego?, porque claro, nadie sabe identificarlo a menos que te metas en el tema, por un lado, el ego se identifica con cosas externas a ti: te identificas con una religión, con una un equipo de fútbol, con un país, con una ciudad o con un apellido y tú no eres esas cosas externas a ti. El ego también se identifica, por ejemplo, con el hacer y el tener, crees que eres lo que haces, por lo que te estás exigiendo toda la vida para demostrar algo a alguien o a ti misma, tu propio valor y no es así. Hacemos esta diferenciación entre el verdadero ser y el ego, que es esta dualidad tan importante. Tenemos que aprender a sacar a nuestro verdadero ser y no que nuestro ego nos domine. Otra forma de identificarlo es cuando tenemos cualquier tipo de miedo, muchas de nuestras decisiones, de nuestros pensamientos, vienen a través del miedo y es el ego el que está detrás de él, es el ego el que necesita vivir en la zona de confort, el que no quiere nada nuevo porque tiene miedo a desaparecer. Después, por ejemplo, es el que necesita la aprobación y la validación externa porque, como se ha formado con toda la información que hemos recibido desde pequeñitos y desde el exterior, busca el reconocimiento ajeno, busca que este exterior los valide y nos apruebe. Por eso nos importa tanto o nos afecta tanto la opinión de los demás.
También cuando juzgamos cualquier cosa, cuando hacemos juicios de valor: algo es justo, algo es injusto, algo es bueno, algo es malo, algo es correcto o incorrecto… Es nuestro ego que es súper egocéntrico y que está juzgando creyendo que su realidad es la verdadera realidad cuando solo son juicios. En línea con esto, que decía que el ego es súper egocéntrico, hace que nos tomemos las cosas de forma personal, pensamos que lo que hacen o dicen los demás o lo que sucede a nuestro alrededor tiene que ver con nosotros, cuando lo que dicen y hacen los demás tiene que ver con como son ellos, no con nosotros, se toma todo a la tremenda y de forma personal. En el libro explico diferentes formas de identificarlo y qué podemos hacer para conectar con nuestro verdadero ser, que es quién nos va a hacer vivir desde nuestra verdadera paz interior, porque la mayoría de las cosas nos van a empezar a dar igual.
Una vez hemos conectado con el ego, ¿Qué es lo más importante que tenemos que hacer?
El ego es el causante de nuestro sufrimiento, entonces, en el momento en el que tú estás sintiendo cualquier tipo de emoción desagradable, haz un parón, mira cómo te sientes y qué es lo que te ha hecho sentir así. Porque una cosa es lo que pasa y otra cosa es como interpretas lo que pasa, esta interpretación que viene hecha desde nuestro ego, con todos estos condicionamientos, es lo que nos está causando sufrimiento. Entonces, una vez identificamos, enfadada, frustrada o decepcionada, ¿qué me está generando está emoción?. Y ahí hacemos el ejercicio de conectar con nuestro verdadero ser, de reinterpretar eso que nuestro piloto automático nos dice, eso que nuestro ego nos ha dicho y vamos a ver cómo esa emoción desagradable se transforma.
Ahora nuestra sociedad vive acelerada y la mayoría de las veces no somos capaces de pararnos y pensar en lo que tenemos, en si todo eso nos hace feliz. ¿Crees que es súper necesario parar en algún momento y recapacitar un poco?
Es obligatorio parar, porque si no, vas en automático. Tu ego te va a dominar siempre y vas a estar en la vida de paso sin hacerte cargo de tu bienestar, sin hacerte cargo de tus decisiones, sin hacerte cargo de tu vida. Entonces, yo siempre recomiendo practicar lo que es la toma de conciencia, es decir, salir de esas prisas, salir de ese piloto automático y parar. Puedes hacerlo de muchas maneras si no estás acostumbrado, puedes dedicarte a decir todas las mañanas: voy a dedicar 15 minutos a escribir y quiero escribir como me siento, que puedo hacer para mejorar dónde se esconde mi ego y cómo puedo conectar con mi ser. Si te cuesta muchísimo puedes ponerte alarmas en el móvil, por ejemplo, que me inviten a parar y en ese momento en el que suene la alarma, paro y reflexiono, respiro y veo que está pasando dentro de mí.
Creo que lo que nos pasa a todos, es que cuando ya decidimos parar y sopesar las cosas es cuando ya estamos al límite…
Claro, ese es el error, porque te va a costar muchísimo más salir del pozo cuando estás metido en él. Lo suyo es que simplemente por priorizarnos y porque nuestra felicidad y bienestar tiene que ser lo más importante en nuestra vida, deberíamos hacerlo todos. Ahora bien, como tú bien has dicho, no hacemos clic hasta que tocamos fondo.
Pero bueno, aunque sea mucho más difícil salir del pozo una vez que estás dentro, es posible, pero te vas a tener que esforzar más, porque tus emociones desagradables van a predominar, porque vas a necesitar más energía cuando a lo mejor no tienes mucha en ese momento, pero sin duda alguna es posible, lo que pasa es que tienes que priorizarte. ¿Cómo va a ser más importante quedar con una persona, ver la tele o estar en las redes sociales? ¿Cómo va a ser todo eso más importante que tú? No dedicarte ese tiempo es una falta de amor propio brutal.
Esto también es un poco como en salud, prevenir, ¿no?
Claro, prevenir y ya no solo prevenir para que no venga algo malo, si no hacerte cargo de tu vida y de tu bienestar, es decir, yo quiero vivir mi vida plenamente, quiero ser feliz, quiero sentirme en paz y quiero estar a gusto, pues un ratito de mi agenda la dedico a mí.
En tu libro hablas y cuentas un poco de tu experiencia personal ¿ha sido difícil hacerlo?
Pues la verdad que no, porque para mí ha sido tan transformador que no quería dejarme nada en el tintero y prefería compartir, no dejar que mi ego se preocupara de lo que estaba diciendo o de lo que podrían opinar los demás. Entonces, mi objetivo era realmente compartir todo lo experimentado y todo lo aprendido, tanto conmigo misma como con mis clientes y eso tenía muchísima más fuerza que compartir mi intimidad.
¿Qué van a encontrar los lectores en tu libro?
Primero, van a encontrar y van a entender el ego, porque la mayoría de la gente se piensa que es ser una persona soberbia y prepotente y no tiene nada que ver, van a encontrar la forma de identificarlo. El ego se esconde muy bien y es una voz interna muy jodida. Van a aprender a conectar con su ser, es decir, yo me identifico, ok, me está molestando, el ego me está haciendo sufrir, me está doliendo, ¿Qué hago ahora? Pues para esa conexión con el ser cuento diferentes actividades y herramientas, con un ejercicio final para que puedan practicar en su día a día.
Una vez que los lectores hayan terminado el libro, ¿Con que sensación te gustaría que se quedaran?
Mira, la mayoría de los lectores me han dicho que les da muchísima paz, y luego hay otra pequeña parte que les da mucha guerra, es decir, que les remueve muchísimo el libro porque tienen el ego tan aferrado y tan fuerte que se revuelve mucho, leen cosas que no son cómodas de leer. Pero la mayoria me dicen que le da muchisima paz y que les explota la cabeza.
¿Algún proyecto que nos puedas contar?
Pues después de verano viene un nuevo proyecto que todavía no he anunciado, pero bueno, es para trabajar más a fondo en uno mismo y que iré compartiendo en mis redes. También un cuento infantil para después de verano, para enseñar a los más pequeños a conectar con ellos mismos, a auto conocerse y a tener sus propias opiniones sobre las cosas.
