Texto: M.G.M.
Un primer encuentro con una persona que te gusta siempre es algo que genera nervios, muchísimos nervios. En mi caso, muchas veces me genera tantos, que me planteo hasta cancelar y ahorrarme el mal rato de los momentos previos al primer “hola”. Sin embargo, hay que ser fuerte y tirar para adelante, porque una vez dados los dos primeros besos, la cita siempre, SIEMPRE, fluye de manera natural y todos esos miedos e inseguridades quedan atrás. No obstante, como se sabe que es un momento delicado, cuantas más facilidades nos encontremos para estar cómodos durante la cita, mejor será el momento de afrontarla. Es por esto por lo que uno de los factores más importantes cuando quedamos con alguien, es el lugar donde transcurrirá la cita. Como una mujer de 23 años que ha tenido bastantes citas a lo largo de su vida, os adjunto un pequeño listado de los lugares que debes evitar a toda costa en una cita, según mi punto de vista.
Peores lugares para tener una primera cita
El Cine
Tener una primera cita en el cine es algo que nos han inculcado mucho desde pequeños. En todas las series estadounidenses para adolescentes, era el plan más popular de primera cita para todos los personajes. Sin embargo, no existe un lugar peor sobre la faz de la tierra para conocer a alguien a solas por primera vez.
Piénsalo bien, quedas con alguien para conoceros mejor, y el plan que se os ocurre es meteros 2 horas en una sala a oscuras en la que no se puede hablar, solo comer 8 kilos de palomitas y 3 litros de Coca Cola. No se me ocurre algo más violento y anti funcional. Lo suyo sería verse en un sitio en el que podáis hablar y veros las caras, no sé, vaya, requisitos básicos a la hora de conocer a alguien ¿no?
Un Restaurante
Personalmente, a mí me parece un detalle muy romántico que me inviten a cenar durante una primera cita. Creo que es una gran “green flag” que te inviten a cenar, porque una cena es algo más serio, que demuestra más interés que una simple cerveza. No obstante, todo esto queda muy bonito en la teoría, pero a la hora de aplicarlo a la práctica… es algo a lo que hay que darle más de una vuelta.
Una cena en un restaurante elegante es algo muy íntimo, y sobre todo si es la primera vez que ves a tu acompañante en persona, creo que puede llegar a ser “too much” para un primer encuentro. Si lo analizas, os veréis por primera vez a las puertas de un restaurante, donde tendréis que mantener una conversación larga y tendida durante el tiempo que dure la cena (vino, entrantes, plato principal y postre). En el caso de que algo salga mal, no podrías escapar de allí hasta que la cena finalizase. Todo esto sin tener en cuenta que TODO este proceso se realizará a la vez que estáis INGIRIENDO COMIDA. Lo de comer en el medio de una conversación es muy probable que origine situaciones vergonzosas del tipo de mancharse la ropa, soltar un “perdigón”, atragantarse… por lo menos en mi caso, que soy una torpe. Por lo que, desde aquí, os doy un pequeño consejo: Si alguna vez sois tan valientes de aceptar una primera cita en una cena, ahorraos los siguientes platos: espaguetis, hamburguesa, fajitas… y optad por algo sencillo y fino de comer, como un solomillo o un risotto.
Una Fiesta
Que tu cita te invite a una fiesta con todos sus amiguitos puede parecer una buena idea al principio, habrá alcohol de por medio con el que podréis soltaros poco a poco, habrá más gente por ahí a la que podrás recurrir en caso de momentos incómodos y tendrás escapatoria si ves que la cita no va bien.
Deja que te de una pista: NO es una buena idea.
Quedar por primera vez en un sitio ruidoso, con gente que no conoces de nada y con alcohol de por medio es probablemente la peor idea que puedas tener en esta vida. No va a salir bien. A la hora de conocer a alguien debéis estar A SOLAS, en un lugar tranquilo y cómodo para ambos.
Puede que yo sea una persona algo tradicional, pero para mí el mejor plan de primera cita debe ser algo sencillo, nada estrafalario. Es mejor no innovar. Algo tan simple como tomar una cerveza en una terraza bonita, ir a un parque a ver una puesta de sol, ir a dar un paseo por una zona bonita de la ciudad… Son planes sencillos, en los que podéis conoceros mutuamente, hablar con tranquilidad y miraros a los ojos. También son planes que te dan la opción de huir en el caso de querer hacerlo. En este tipo de cosas, por el bien de ambos, es mejor no salirse de la línea.
