Por José Agustín Solís/ Foto Instagram
Rommel Fernández, conocido cariñosamente como «El Panzer», es una figura icónica en el mundo del fútbol panameño y español, cuyo legado trasciende las fronteras y continúa inspirando a generaciones. Nacido el 15 de enero de 1966 en El Chorrillo, Panamá, Fernández se convirtió en un símbolo de tenacidad, habilidad y pasión por el deporte, dejando una huella imborrable en cada equipo y aficionado que tuvo el placer de verlo jugar.
Desde muy joven, Rommel demostró un talento natural para el fútbol, una pasión que cultivó en las calles de su barrio natal. Su habilidad no pasó desapercibida, y pronto comenzó su carrera profesional en Panamá, jugando para el Club Deportivo Plaza Amador. Sin embargo, su sueño siempre fue triunfar en Europa, y no tardaría en hacerlo realidad.
La aventura europea de Fernández comenzó cuando se unió al CD Tenerife en España. Aunque inicialmente luchó por adaptarse al estilo de juego europeo y a la vida lejos de su hogar, su determinación y ética de trabajo le ayudaron a superar estos desafíos. En Tenerife, comenzó a mostrar el alcance de su talento, ganándose el corazón de los aficionados con su velocidad, su capacidad para eludir a los defensores y su excepcional habilidad de anotación.
Después de su paso por el Tenerife, Rommel se trasladó al Valencia CF, donde su carrera alcanzó nuevos niveles de éxito. En Mestalla, se consolidó como un delantero de primer nivel, admirado tanto por su juego limpio como por su contribución dentro y fuera del campo. Su humildad y carisma lo convirtieron en un favorito entre los compañeros de equipo y los seguidores, mientras que sus goles cruciales lo establecieron como uno de los delanteros más temidos de La Liga.
Sin embargo, la carrera de Fernández no se limitó a estos dos clubes. También dejó su marca en el Albacete Balompié, donde su rendimiento ayudó al equipo a asegurar su estancia en la primera división del fútbol español. En cada club, Rommel no solo se destacó por su capacidad goleadora, sino también por su espíritu deportivo y su liderazgo en el vestuario.
Más allá de su impacto en los clubes, Fernández fue un pionero para el fútbol panameño en Europa. Fue un embajador de su país, abriendo caminos para que otros futbolistas panameños soñaran con jugar en ligas extranjeras. Su éxito en Europa fue una fuente de orgullo nacional en Panamá, inspirando a jóvenes futbolistas a seguir sus pasos.
Lamentablemente, la prometedora carrera de Rommel Fernández se vio truncada por un trágico accidente de coche en la carretera de Tinajeros, el 6 de mayo de 1993, a la temprana edad de 27 años, después de regresar de una comida con sus compañeros de equipo del Albacete. Su muerte conmocionó al mundo del fútbol y dejó un vacío en los corazones de los aficionados en Panamá, España y más allá. Sin embargo, su legado ha perdurado, recordado no solo por sus logros deportivos, sino también por su carácter excepcional.
En honor a su memoria, se han establecido varios homenajes, incluido el Estadio Rommel Fernández en Ciudad de Panamá, que sirve como un recordatorio permanente de su contribución al deporte. Además, torneos y premios llevan su nombre, asegurando que su espíritu y su historia sigan vivos para las futuras generaciones.
La historia de Rommel Fernández es una de triunfo, tragedia y legado eterno. Su viaje desde las calles de El Chorrillo hasta los estadios de fútbol de Europa es un testimonio del poder del sueño y la dedicación. A través de su vida, Rommel demostró que, con talento y trabajo duro, los sueños más ambiciosos son alcanzables. Más allá de sus logros en el campo, es recordado por su humildad, su sonrisa contagiosa y su amor incondicional por el fútbol, cualidades que lo convierten en un héroe atemporal tanto en Panamá como en España. Aunque su vida fue corta, el «Panzer» dejó una huella indeleble en el corazón de todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo, jugar con él o simplemente admirarlo desde las gradas. Su legado vive como un faro de inspiración, recordándonos que, independientemente de dónde vengamos, podemos dejar nuestra marca en el mundo y en los corazones de las personas que nos rodean.
