Texto: S. Cuenca/ Fotos: F.G.
Fátima Gálvez es una deportista cordobesa de Tiro Olímpico que se define a si misma como una «luchadora en un mundo de hombres»
Fátima Gálvez ha participado en 3 Juegos Olímpicos de verano, obteniendo 1 medalla de oro en Tokio 2020 en la prueba de Foso Mixto, junto a Alberto Fernández. Consiguió un cuarto lugar en Río de Janeiro 2016 y el quinto en Londres 2012. También ha participado en Juegos Europeos, en Bakú 2015 consiguió 3 medallas de oro y en Minsk 2019 un oro y un bronce.
Gálvez lleva ya veinte años de carrera deportiva y acaba de conseguir su primera plaza olímpica individual para París 2024, estos serán sus cuartos Juegos Olímpicos. La pasión por el tiro le viene por su padre, aficionado a ese mundo y gracias a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, viéndolos en televisión, se fijó en una chica que había ganado la medalla de oro en modalidad de tiro, «ese fue mi referente femenino y mi padre fue el que puso toda la carne en el asador para que yo fuera tiradora«, recuerda Fátima.
¿Cuándo comienzas en el mundo del Tiro?
Empiezo a tomármelo en serio con 10 años, que es cuando empiezo a entrenar y, con 11, empiezo a disputar los primeros campeonatos, cuando aún no tenía ni la edad mínima permitida para competir. Empecé en campeonatos de Andalucía y a meterme en finales de competiciones nacionales, todo lo que se suele hacer cuando comienzas en un deporte.
¿Cuándo cogiste una escopeta por primera vez?
Pues con 8 años y con mi padre, disparando a una lata que estaba tirada en el suelo, una excusa muy cutre -risas- pero es así.
Tú eres zurda, sin embargo te enseñaron a disparar como si fueras diestra ¿no?
Sí, porque el arma que tenía mi padre, aquella vez en el campo disparando, era un arma para diestro y semiautomática, que expulsa los cartuchos lateralmente. Entonces, si yo cogía la escopeta con la izquierda, el cartucho me pasaba completamente por la vista, eso comprendía un riesgo, que la vaina o algún resto de pólvora te pudiera entrar en los ojos. Si te la colocabas en la derecha evitabas el paso de la vaina que iba hacia el exterior.
Pero ahora imagino que habrá escopetas especiales para zurdos…
Por supuesto, pero mi padre no lo sabía, en aquella época no se sabía casi nada de la dominancia del ojo, yo era zurda y de hecho, mi instinto fue coger el arma con la izquierda, pero mi padre, al ser diestro y ser un arma de diestro, me quiso enseñar así, sin saber y por el desconocimiento de la vista, no sabíamos cuanto podía llegar a influir la vista en el tiro.
¿Te costó mucho adaptarte a una escopeta de diestros?
No, la verdad es que cuando con 10 años, mi padre me había comprado la escopeta, fuimos al campo de tiro a romper los 5 primeros platos, rompí los 5. Lo que pasa es que guiñaba el ojo izquierdo. Después si que tuve que evolucionar y adaptarme un poco a las circunstancias y dificultad que yo tenía, tenía que abrir los dos ojos, ya que estaba en desigualdad con el resto de compañeros. Mi técnica de disparo es casi única en el mundo.
El tiro en general es un deporte masculino, no podemos olvidarlo, te defines como una luchadora en un mundo de hombres. ¿Tuviste alguna duda cuando empezaste y después al dedicarte a esto profesionalmente?
No, yo tenía clarísimo que quería ser tiradora, llegar a unos juegos olímpicos y ser campeona del mundo, me apasionaba este deporte, a la vista está que a día de hoy sigo manteniéndome en el tiro. Tuve la gran suerte, siempre lo recordaré, que mi padre fue quien puso toda la carne en el asador, el que estuvo ahí al pie del cañón, ayudándome con la munición, con los entrenamientos.. hizo todo lo que estuvo en su mano para que yo pudiera llegar lejos en el mundo del tiro. Si no llega a ser por mi padre, bueno, por mis padres, no estaría donde estoy ahora. Aunque hablo de él, porque es con quien compartía esa afición, mi madre siempre estuvo ahí también, ella tuvo que sufrir en la distancia que su hija se fuera de viaje desde muy pequeña y que tuviera que crecer muy rápidamente con 14 años para desenvolverme a nivel internacional.
Por tu padre muy apoyada ¿y el resto de la familia?
Igual, aunque mi madre al principio fue muy reacia, porque este era un mundo de hombres y para hombres, era como que condicionaba un poco a mi padre, pero él siempre le decía que le dejara, que yo iba a llegar lejos. A día de hoy aún se lo recuerda.
En algún momento de tu carrera, ¿te has sentido o te han hecho sentir diferente solo por el hecho de ser mujer?
Sí, me he encontrado con situaciones bastante desagradables. En una competición reciente, que tampoco quiero entrar en detalles, me expulsaron de la final, en la cual me había clasificado en la final general de toda la competición, porque era mujer, tal cual. Lo peor fue que en vez de contar con el apoyo de mis compañeras, en vez de decir que las cosas no eran así, que Fátima había roto todos los platos para estar dentro de esa general donde se engloban todas las categorías, que no había exclusión para la única final de esa competición, mis compañeras me dieron la espalda. Ahora me ha pasado a mi, ¿no? pero es que mañana le puede pasar a otra tiradora y entonces ¿Qué vamos a hacer? ¿vamos a tirar balones fuera porque no va con nosotras? No, eso no puede ser.
Te pregunto esto porque no lo sé. En las competiciones, las normas, las puntuaciones, los platos que tenéis que romper… ¿son diferentes entre hombres y mujeres?
Hasta el 2016 eran diferentes, desde entonces hay total igualdad entre hombres y mujeres.
Pero, ¿tú compites contra hombres?
No, los hombres compiten con hombres y las mujeres con mujeres.
Yo eso no lo veo bien, lo siento…
¿Qué quieres que te diga yo? Disparamos lo mismo, con el mismo cartucho y con la misma escopeta, pero, realmente, sí que las mujeres podemos romper los mismos platos que ellos aunque nos cuesta un poquito más, hay una pequeña diferencia en rotura de platos. No somos tan constantes como ellos rompiendo platos.
¿Se puede vivir solo de este deporte?
Te puedes mantener, vivir de él no.
Estás estudiando psicología…
Sí, estudié enfermería y ahora estoy haciendo psicología.
En el tiro al plato olímpico la preparación física es importante, pero mentalmente tienes que estar también al cien por cien ¿Cómo te preparas?
La parte psicológica siempre la había llevado a cabo de una forma autodidacta, como yo más o menos buenamente creía, con las herramientas que me había enseñado mi padre y por la experiencia, pero en el 2019 contraté a una psicóloga que se llama Zoraida Rodríguez y es con ella con la que hago el trabajo específico de mantener lo que se serían los aspectos que yo no contralaba. Herramientas para aguantar la presión, para los pensamientos irracionales y para enfocarme en lo verdaderamente importante. Desde que estoy con Zoraida llevo una planificación mucha más especifica gracias a ella.
Entre plato y plato sé que tenéis tiempo, una hora u hora y media, ¿Qué haces en esos descansos?
Ahorrar la máxima energía que pueda, porque al final nos tiramos todo el día en el campo del tiro y si te dedicas a dar vueltas, cuando llega tu serie estás muerta. Yo lo que hago es escuchar música, estando relajada en el coche y dando pequeños paseos para no despistarme cuando me toque la serie.
Campeona del mundo, oro olímpico en Tokio ¿te sientes reconocida como deportista en tu país?
A nivel nacional no me siento reconocida, yo creo que los que nos dedicamos al Tiro somos los grandes desconocidos, a pesar de haber ganado una medalla olímpica. Pensábamos que íbamos a tener una mayor repercusión a través de los medios de comunicación, que era lo que nos hacía falta, pero, a la vista está que dos años después de haber ganado la medalla seguimos teniendo una vida normal, con nuestras rutinas y a nadie le interesa lo que hacemos.
Plaza olímpica individual para París 2024 ¿Cómo afrontas este reto?
Pues no lo sé, a mi ya solo me falta la medalla individual para los juegos, ya me preparé para los tres anteriores de diferentes maneras, a nivel técnico y mental, y yo creo que en esta voy a disfrutar. No me voy a proponer ninguna meta concreta, voy a disfrutar de mi mejor tiro, pero espero dar un buenísimo resultado. Soy de las que piensa que cuando vas sin presión y sin esperar nada a cambio, es cuando uno mejor compite. Por eso mi actitud va a ser esa.
Perteneces a la Asociación de Mujeres para el Deporte profesional ¿en que os ayudan?
En mi caso, siendo deportista profesional y mujer, yo no conocía la Asociación hasta que sucedió lo de la descalificación de la competición que te he contado antes. A raíz de ahí estoy en contacto mensual con ellas, me ayudan en cualquier tipo de problema o inconveniente que me encuentre a nivel deportivo, e incluso a nivel personal. Yo creo que están haciendo una grandísima labor por el deporte femenino, creo que son pioneras en esto, sobre todo en intentar romper esos techos de cristal de los que estábamos hablando antes. Ayudas, patrocinios, reconocimiento… pretendo estar dentro de la Asociación todo el tiempo que dure mi carrera deportiva y si puedo seguir después de que termine, mejor.
¿Hasta donde te gustaría llegar en este deporte?
Me gustaría ganar esa medalla individual en los Juegos Olímpicos, me gustaría volver a ganar un mundial, un europeo… La verdad es que la pasión por el tiro no la he perdido, mi objetivo es seguir manteniéndome en la élite, hasta lo que de mi cuerpo y mi mente. No me quiero obsesionar y cuando vea que que mis resultados han bajado y que ya no estoy al mismo nivel que antes, evidentemente me retiraré o bajaré el nivel, pero voy a seguir manteniéndome ahí hasta que pueda.
Pero este es un deporte que no tiene edad de jubilación…
No tiene un límite de edad. Mientras que mi mente y mi cuerpo sigan frescos, me mantendré. Que a lo mejor se acaba dentro de 3 años porque he cambiado mi futuro de vida, imagínate que quiero ser madre… me retiraré, pero a día de hoy quiero aguantar todo lo que pueda y más. Tenemos los últimos Juegos olímpicos que serán en Los Ángeles y me gustaría participar en ellos, después, ya veré, si sigue siendo olímpico el tiro o no, o si seguiré al mismo nivel.
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