sábado, mayo 18, 2024

Lina Morgan, la Reina de la carcajada

Redacción/ Fotos: Antonio Cuenca

El pasado 20 de marzo conmemoramos el nacimiento de Lina Morgan, una de las caras más habituales del genero de revista del Madrid de los años 50, considerada como una mujer tremendamente trabajadora y apasionada por su trabajo. Durante 30 años de carrera, Lina Morgan ha dado un nuevo significado al género de revista española, como actriz, cantante, bailarina, como excelente cómica y hasta como empresaria. “La reina de la carcajada” se le ha llamado a esta súper vedette que ha sabido unir como nadie el talento y el humor.

Lina Morgan ha llegado a ser una primera figura de la revista española, a pesar de ser una mujer de no mas de 1,60 metros de altura, cuando el prototipo de ese entonces era de mujeres altas para este tipo de roles. Lina estuvo en la evolución de estas reglas del género de revista, ella luchó por conseguir opacar esas cosas que los espectadores esperaban con otros artilugios como lo era su mímica y su manera de ser tan especial. En sus propias palabras ella consideraba que en su manera de trabajar existía una comunicación especial entre ella y su público, eso le hacia diferenciarse de otras actrices. 

Lina Morgan

Ella ha aportado mucho al genero de la revista, cambiando la estructura de la clásica vedette de siempre. Lina luchó durante muchos años y en toda su carrera por ser la primera figura de una compañía de revista, pero estas nunca tenían como primera opción la vedette cómica, que siempre era la segunda. Los empresarios al principio no tenían fe en poner a una cómica en una revista, pero Lina Morgan logró aportar un giro nuevo más moderno y consiguió hacer que se convirtiera en un genero que todos los públicos pudiesen disfrutar. Aunque ella se consideraba a si misma mas una actriz que una vedette, no hay duda que Lina logró unir a los dos personajes de la estructura tradicional de una revista, la vedette y el cómico.

Lina acompañada del actor José María Rodero y Agustín Rodríguez Sahagún.

Lina Morgan conseguía hacer reír a su público siempre, su humor estaba basado en una gran sensibilidad y en una gran humanidad, el público le creía hasta las cosas más disparatadas que solía hacer en el escenario, ya que ella lograba transmitir humanidad dentro de lo inverosímil de su personaje. Para hacer reír a la gente ella buscaba la complicidad, haciendo participe al público de todo lo que hacia en el escenario, trataba de hacerlos identificarse con su personaje que ella consideraba siempre era el mismo a pesar de estar presentado de maneras distintas; Lina creó un personaje original, con un estilo propio, que puede ser comparado con personajes como Cantinflas. Por estas razones, no es de extrañar que fuese conocida por su frase: “El pueblo que no ríe, no progresa”.

Con su hermano José Luis López

Con 11 años, mientras asistía a un colegio del ayuntamiento, inició sus clases de baile en una academia y en 1949, a los 13 años, con la ilusión de ser una gran artista de teatro, logró ser contratada en la compañía de revistas de Marias Colsada Los chavalillos de España. Un año después, Lina pasó al coro de una revista y se convirtió en vedette y, a mediados de los años cincuenta, adoptó su nombre artístico, Lina Morgan, inspirándose en el Pirata Morgan.

Una joven Morgan recibiendo un premio

En 1956 comenzó el apogeo de su carrera artística con su primer papel importante en Mujeres o Diosas de Adrián Ortega, que tuvo una gran aceptación en el publico. En la década de los años 60, alternó su trabajo en el teatro con sus primera apariciones en el cine, con su primer papel en la película dirigida y protagonizada por Tony Leblanc, El Pobre García, en 1961. Entre otros de los títulos que rodó la actriz madrileña en la década, se encuentre Vampires 1930, musical de Jesús Franco, Una Tal Dulcinea, una comedia dirigida por Rafael J. SalviaLos Subdesarrollados, una parodia de detectives con Tony Leblanc. Lina dejó el cine a finales de los años 70, centrando su actividad profesional en la televisión y el teatro. En 1975 invirtió en su propia compañía de revista en el Teatro Barceló.

Lina Morgan junto a Amparo Larrañaga en una fiesta

A pesar de considerarse a ella misma como una mujer muy sensible o como ella indica “muy Piscis”, nunca se casó ni tuvo hijos y consagró su vida a su carrera llegando a ser unas de las actrices mas populares y queridas de España. Estaba también muy unida a su familia, sobre todo a su padre, a quien admiraba mucho por su gran sencillez y humanidad, y a su hermano empresario, a quien consideraba su mejor amigo y consejero, el cual la acompañó durante toda su carrera logrando junto a Lina adquirir el Teatro La Latina. En 2010, después de muchos años de ser la mayor exponente del género humorístico y tras 32 años al frente del teatro La Latina, Lina Morgan lo vendió y mas tarde, en 2015, falleció con 78 años de edad, después de un largo periodo de convalecencia tras sufrir una neumonía. La capilla ardiente se instaló en el Teatro la Latina y una multitud de celebridades y políticos acudieron a despedirse de ella. Sus cenizas reposan en el Cementerio de La Almudena de Madrid junto a los restos de sus padres y hermanos.

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