viernes, mayo 10, 2024

La Ruta del Quijote, un viaje literario

Texto: Alejandro Alonso Morales

«En un lugar de la Mancha…» Esta ruta podría comenzar como la obra protagonista. Difícilmente esta cita no es reconocida mundialmente. Si alguna persona estaba dudando, lógicamente es “El Quijote”. Y es que en esta novela de Miguel de Cervantes se pueden ver muchas partes y escenarios propios de los lugares emblemáticos que recoge Castilla-La Mancha en la novela más famosa de todos los tiempos. ¿Recordáis esos gigantes con los que luchaba Don Quijote? ¿El lugar de donde era su amada Dulcinea? Esos gigantes son los molinos de Campo de Criptana y su amada Dulcinea era de  El Toboso. Estas dos son de las paradas más reconocidas y más fotografiadas de este itinerario.

Siempre se ha dicho que Castilla-La Mancha ha sido “tierra de gigantes”, una región que está muy ligada a esta ruta de 10 paradas. La ruta del Quijote, que así es como llaman a nuestro preciado recorrido, se mueve en realidad entre la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha. Los primeros itinerarios de reclamo turístico en esta aventura, escrita por “El manco de Lepanto”, son: Alcalá de Henares y Madrid (centro).

Campo de Criptana. Molinos

Alcalá de Henares está repleta de “guiños” a D. Quijote y sus andaduras gracias a que el autor de la obra nació en esta localidad madrileña. A la entrada de su casco antiguo hay una figura de D. Quijote y su apreciado escudero Sancho Panza.

Alcalá de Henares es una ciudad que recoge numerosos Patrimonios Mundiales por la UNESCO. Lo más emblemático que tiene es la calle Mayor, muy inspirada en la época incluyendo un Corral de Comedias. Trasladándonos al “Siglo de Oro” podremos ver una reconstrucción de la que era el hogar de Miguel de Cervantes durante su niñez y entrada su adolescencia, el Museo Casa Natal de Cervantes.

Madrid también tiene sitios propios en reconocimiento a Miguel de Cervantes junto a Don Quijote como: la Iglesia y Convento de las Trinitarias Descalzas, situado en la calle Lope de Vega, la taberna Casa Alberto, la Sociedad Cervantina, la Biblioteca Nacional o Plaza de España (por sus figuras emblemáticas de la obra). Es la ciudad más grande de toda la ruta, por lo que si quieres descubrir todo lo que alberga Madrid sobre este libro deberás de dedicarle bastante tiempo.

Nos trasladamos a la comunidad manchega, concretamente a la provincia de Toledo, a la localidad de Esquivias. Aquí nació la mujer de Cervantes y el lugar donde se casaron, vivieron… Lo más conocido de este lugar es “la Casa de Cervantes”, un museo visitable entre otros monumentos de una mezcla singular de culturas. A 30 minutos de Esquivias se encuentra Tembleque, un pequeño pueblo que alberga mucho de la época dentro de él. Su Plaza Mayor es del siglo XVII, su Iglesia de la Asunción y cerca de ellas destacan la Casa de las Torres y la Casa de Postas.

La siguiente parada la realizamos en Consuegra, podríamos decir que es la parada de los molinos por excelencia. La más conocida por estas construcciones tan peculiares sobre todo para gente extranjera. Todos y cada uno de los “gigantes” que asoman tienen apodos relacionados con la novela. Cerca de aquí tenemos Alcázar de San Juan y Campos de Criptana, que se caracterizan por lo mismo. Además, estas tres localidades están situadas a menos de 1 hora entre ellas. El mejor lugar para ver el atardecer este paraje, y la iluminación por la noche de los molinos de viento, es todo un espectáculo. En Alcázar de San Juan también podrás visitar el Museo Casa del Hidalgo y el Centro de Interpretación Cervantino.

A unos 20 minutos de Campos de Criptana, se encuentra la famosa localidad del Toboso, famosa por Dulcinea, la amada de D. Quijote. En este pueblo puedes visitar el “Museo Casa de Dulcinea”. En esta casa vivió la mujer en la que Cervantes se inspiró para el personaje de Dulcinea (“Dulce Ana”). Además, en el Toboso podrás ir a su Plaza Mayor y al Museo Cervantino.

Nos desplazamos 1 hora, hasta Villanueva de los Infantes, en la provincia de Ciudad Real. El lugar de cuyo nombre no quiso acordarse Cervantes, todo apunta que es este lugar. Se puede ver el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera y la casa de Don Diego de Miranda, el caballero que mencionaba tanto D. Quijote en su relato.

Por último, la parada donde se acaba esta travesía es Almagro, situada también en Ciudad Real. Se puede visitar el gran Museo del Quijote, pero sin duda te dejara maravillado la Plaza Mayor, su Corral de Comedias del siglo XVII y muchos otros emblemáticos sitios.  No importa cuál sea el camino o la ruta que se haga, lo importante es disfrutar de sus calles, de sus momentos, de las personas que te acompañan y vivir la ruta del Quijote al máximo, déjate descubrir porque ¡te sorprenderás!

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