miércoles, marzo 1, 2023

Carmen Grande Pardo, la base que enamoró a la NCAA y actualmente a Zaragoza

Texto: Julián Conejero Astray / Fotos: C.G.P.

España puede presumir de ser una de las grandes potencias del baloncesto femenino, ocupando el primer puesto del ranking europeo y el cuarto a nivel mundial. Un estatus que no se consigue de la noche a la mañana, sin esfuerzo, pasión y compromiso jamás habríamos logrado competir a este altísimo nivel.

Carmen Grande Pardo, jugadora profesional de baloncesto, que milita en las filas del Club Casademont Zaragoza, nos cuenta su fantástica trayectoria y algunos registros cuando jugó en la NCAA dignos de una auténtica fuera de serie al nivel del baloncesto. Para Carmen este es un buen momento para el baloncesto femenino español, de hecho, cree que el nivel de la liga española es uno de las mejores en Europa. Pero como en toda buena historia siempre hay una cara menos buena, y piensa que aún queda mucho por andar, que aunque se estén haciendo las cosas bien hay otras que se deben mejorar.

¿Cuándo y por qué comenzaste a jugar al Baloncesto?

Mi historia es bastante estúpida y fácil, yo hacía gimnasia rítmica de pequeña porque mi hermano la practicaba y un día salí enfadada y llorando del entrenamiento y le pregunté a mi padre, con 8 años: ¿Puedo apuntarme a baloncesto? Y no hubo ningún tipo de inconveniente ya que se trata de un deporte en equipo y él siempre nos ha inculcado practicar este tipo de deportes.

¿Cuál ha sido tu trayectoria hasta el día de hoy?

Empecé en Tres Cantos, el equipo de mi pueblo. Estuve seis años hasta la categoría cadete y luego me fui al Estudiantes de Madrid, allí hacía dinámica de Liga 2 y de categorías inferiores, estuve hasta junior de segundo. Después me fui a Rivas que en ese momento estaba en Liga 1, estuve un año, y al año siguiente me fui a EEUU y jugué en Ball State tres años. Más tarde me pasé a Ohio State, jugando un año más allí y compaginándolo con el máster. Pasado ese año volví a España al Estudiantes en Liga 1. El año pasado estuve en Ferrol, en Liga 1 y este año fiché por Casademont Zaragoza, es decir, llevo tres años de profesional.

¿Cuál ha sido tu mayor logro en el baloncesto?

En categorías inferiores diría que ganar el campeonato de Madrid, tampoco es algo que digas vaya logro, pero en ese momento era brutal y sobre todo por el grupo en el que lo conseguimos. En cuanto a triunfos, que están más valorados, fueron en mis años de Universidad, fui la segunda máxima asistente rompiendo el récord durante varios años y llegué a ser 1000 puntos, más de 800 asistencias y más de 600 rebotes, hay una lista de 33 personas en toda la historia de la NCAA. Creo que a nivel personal es lo mejor que he logrado y después, a nivel profesional, nos hemos clasificado para la Copa de la Reina, también para los cuartos de final de la EuroCup. A nivel profesional todavía no he logrado ningún título importante.

¿Te dedicas a otra cosa además de jugar a baloncesto? Trabajo, estudios…

Ahora mismo es el primer año que estoy sin hacer nada más, ya terminé la carrera y el máster, estuve trabajando a la vez que jugaba un año y medio o así y, he decidido dedicarme solo al baloncesto y darle la oportunidad a estar en cuerpo y alma en el basket. De momento no estoy estudiando nada más, tengo alguna cosa pendiente como un máster o algún curso, pero ahora mismo estoy con el basket a tope. Porque hoy en día o tienes suerte de conocer a alguien que tiene alguna empresa que funciona por horas o contrato de autónomo que dictas tú tus horarios, o si no es muy difícil compaginarlo o directamente no merece la pena por cuestiones económicas.

¿Tienes algún ritual antes de los partidos?

Soy bastante poco supersticiosa, tengo alguna compañera a la que preguntarías y dirías: Esta gente está bastante loca. Procuro, los días de partido, estar tranquila, respetar los tiempos de la comida y descansos. Me gusta llegar super pronto al pabellón, saltar a pista prácticamente la primera para poder hacer mis rutinas de tiro y calentamiento.

¿A nivel selección Nacional, has llegado a estar alguna vez convocada?

En absoluta no, estuve en categorías inferiores hasta cadete, pero hasta ahí, ya que en mi generación hay mucho talento.

¿Has compartido vestuario o enfrentado con alguna jugadora que sea top mundial hoy en día?

Sí, mi mejor amiga del alma, María Conde, que está en la selección absoluta y en uno de los mejores equipos de EuroLiga (UVVK Praga). Contra Valencia que tienen prácticamente a la mitad de la selección española, también contra grandes jugadoras australianas y alemanas. El nivel de la liga española actualmente tiene mucho nivel.

¿Cuál es la situación del baloncesto femenino en España?

La liga española, en cuanto a nivel, es una de las top en Europa, todos los partidos son competidos. Hasta hace nada, entre el tercero y el doceavo, había una victoria de diferencia, por lo tanto, en cuanto a nivel está muy arriba, como por ejemplo la liga francesa. Es verdad que en otras ligas europeas el nivel en cuanto a equipos no es muy alto, pero siempre hay alguno que destaca en Europa como por ejemplo el Fenerbahçe o el Praga, que ganan de 80 puntos casi todos los partidos por el alto nivel de sus jugadoras. También es verdad que en la liga española aún queda mucho por andar, se están haciendo cosas muy bien, pero tenemos otras que mejorar como, por ejemplo, profesionalizar la liga, el salario mínimo es ridículo, las retransmisiones en directo muchas veces se cortan, las estadísticas no se apuntan bien…

¿Alguna vez has sentido algún tipo de desigualdad, exclusión o machismo en el baloncesto femenino en comparación con el masculino?

Con mucha tristeza he de decir que eso se vive muy a menudo. No se nos trata igual, no viajamos igual por mucho que se empeñen en decir que si, en horarios o fisios siempre tienen preferencia los chicos, por ejemplo, si el equipo masculino juega, suelen llevarse a los fisios o material de rehabilitación al partido y nosotras ese día no disponemos de ellos. También escuchas comentarios de la gente, que obviamente a palabras necias oídos sordos, pero en general los jugadores son los que más nos respetan ya que saben todo el trabajo que hay detrás, pero también te encuentras con jugadores que creen que son superiores. Pero por lo general es más el aficionado de turno que no valora el deporte femenino. Hoy en día, el deporte femenino es un bebé, por llamarlo de alguna manera, y es muy difícil esperar que nos traten de la misma manera que a los jugadores de la ACB, poco a poco se está consiguiendo, pero aún queda mucho camino por recorrer.

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